“A las mujeres no hay que entenderlas; sólo hay que quererlas” – GENTE Online
 

“A las mujeres no hay que entenderlas; sólo hay que quererlas”

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Ni caviar ni champagne. Queso, salamín, pan y agua mineral. Y no fueron exigencias, sino un pedido (con el “por favor” de rigor incluido) de Edgar Ricardo Arjona Morales (42 años, cantautor guatemalteco) para el primero de sus shows en Buenos Aires. En el camarín, nada de flores, ni minigym, ni decorados minimalistas: “Espejo y perchas. ¿Qué más…?”, dijo, como para terminar de sorprender. Así se muestra el latino que parece saber más de mujeres. O, al menos, el que más entradas les vende.

ESTADIA PORTEÑA. En esta suerte de fenómeno desbocado en el que se convirtió la presentación de su último y décimo disco (Adentro), más que un cuarto de hotel Ricardo Arjona se tuvo que buscar una casa donde poder instalarse lo más cómodamente posible durante el mes y medio que durará su periplo musical. Por eso, aunque por ahora está alojado en un dúplex con vista al río en el Faena Hotel + Universe (en Puerto Madero), en las próximas semanas el cantante tiene pensado mudarse a una casa en algún country de Pilar, para poder estar lo más tranquilo posible entre show y show.

El dúplex que ocupa mientras tanto –que más que un dúplex es una mansión de lujo en miniatura– tiene un living, dos terrazas privadas, dos baños con piso de mármol, una gran habitación con cama king size y, lo más importante, un plasma de 42 pulgadas para poder ver la pila de DVDs que se trajo, con las primeras dos temporadas de la serie Lost –además de capítulos de 24 y ER–, de las que el muchacho es fanático. El depto, además, al mejor estilo Faena, tiene cortinas automáticas de terciopelo, sábanas de algodón egipcio, dos home theaters con pantalla plana (en el living y en el dormitorio) y parlantes hasta en los baños. En fin, muchas cosas… como para que no le den ganas de mudarse a ninguna casa en ningún country de Pilar.

SU PASADO. Edgar Ricardo Arjona Morales nació en Xocotenango, un pueblo guatemalteco, el 19 de enero de 1964. Cuenta su biografía que a los 8 años ya sabía tocar la guitarra que le regaló su padre, que a los 12 ganó el Festival Infantil Juventud de Guatemala, que fue un destacado jugador de básquet (formó parte de la Selección de su país), que fue maestro de zonas marginadas durante cinco años, que también vendió seguros, que estudió Comunicación Social y Publicidad, que se vino a Buenos Aires a probar suerte con su guitarra, que cantó sus primeras canciones en la calle Florida y en los bares de Suipacha, que se volvió a Guatemala, que cruzó a México, compuso el tema de la novela Alcanzar una estrella y se ganó su debut televisivo como actor, que no quedó para nada conforme con su primer álbum Déjame decir que te amo (de hecho, en su sitio web no figura entre su discografía) y que en diciembre de 1993 ya se había vuelto conocido. El éxito recién empezaba…

EXIGENCIAS DE ANTIDIVO. En Fénix Entertainment Group, la productora que lo trajo al país, dicen que Arjona es “un hombre muy simple” y que sus requerimientos son de lo más normales, que casi no las tiene. Sus únicos pedidos, hasta el momento, fueron una botella de sambuca (un licor italiano fuerte y seco) y mucha miel en su habitación.

Sin embargo, por ahora casi no ha podido disfrutar de los lujos y las comodidades de su dúplex, de las toneladas de miel que le llevaron y mucho menos ver los episodios de Lost. Desde que llegó al país, el viernes pasado a las 6:30 de la mañana, no paró. Tras desempacar sus equipajes, almorzó algo ligero, dio una nota para la televisión, fue un rato al gimnasio del hotel y esa misma noche inició la serie maratónica de 34 shows en la Argentina (30 en el Luna Park de Buenos Aires y 4 en Córdoba).

FAMILIA Y ALGO MAS. Hijo de un profesor y director de una escuela primaria de Antigua y una ama de casa, Arjona recuerda haber tenido una infancia feliz. Sin embargo, dice, recibió una educación por demás rígida: “Mi mamá era la que nos corregía. Yo sufría sus palizas por lo menos dos veces al día. Ella quería que fuese militar, mientras que papá soñaba con verme futbolista. En mamá veía la disciplina, pero también mucho amor. Papá me demostró que el rigor era el camino para hacerme hombre. A pesar de ser el más pequeño de la familia, nunca fui el consentido”, suele contar. En una de sus visitas a Buenos Aires conoció a su esposa, la ex Miss Puerto Rico, Leslie Torres. Tuvieron dos hijos, Ricardo y Astrid, y en 2002 se divorciaron en medio de un escándalo mediático. “Prefiero evitar hablar de mi separación. El amor es un malvado maravilloso al que pretendemos defender aun enfermo. Por fortuna, al desamor lo cura el tiempo”. Hoy, sus hijos viven junto a su madre en Miami. El, solo, en el DF de México. Desde entonces, no volvió a formar pareja. “Deseo un amor sin compromiso, que tenga libertad y no esquemas... Por ahora, le soy muy fiel a mi soledad”, dice.

SHOW, SHOW, SHOW… El viernes 15 arrancó, por fin, la fiebre: 6.700 fans –que al final de los 30 shows habrán sido ¡200 mil!– colmaron el Luna Park para rendirle devoción a su cantautor preferido. Y es que en este 2006, año en el que nos visitaron los Rolling Stones, U2, Sabina y en el que próximamente lo harán Shakira y Robbie Williams, el fenómeno del año será, sin dudas, el autor de Señora de las cuatro décadas, Mujeres, y demás hits. Lo que generó el guatemalteco es algo sobre todo difícil de explicar. Está claro que lo que pegan son sus letras, que hablan de temas como la menstruación, la grasa abdominal, la falta de sexo en la pareja con metáforas más bien extrañas, como la de los “pingüinos en la cama”. Y a las chicas parece que les gusta…

El viernes, el show arrancó a las 21:30 en punto, con la banda en un escenario decorado como si fuera una estación de subte neoyorquina de dos pisos. El guatemalteco se despachó con un set de dos horas en el que incluyó absolutamente todos sus hits, con performances incluidas. En el tema La nena, por ejemplo, en el que cuenta la historia de una chica secuestrada, una jaula cae sobre él mientras entona su poesía… Más tarde, para la canción Señora de las cuatro décadas, enfocó con una cámara a una señora de cuatro décadas de la platea y le dedicó la canción. Y, sobre el final, invitó a subir al escenario a los músicos que tocaban con él en la calle Florida en el 89, cuando era apenas un chaparro, de 20 años y poca plata, que vivía en un cuarto de hotel que distaba bastante de parecerse al del Faena.

MUJERES. Como en la película de Woody Allen, en sus canciones Ricardo Arjona vendría a hablar sobre “todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo (el amor y la pareja) y nunca se atrevió a preguntar”. Y tampoco le esquiva al tema en los reportajes. Todo esto sienta, piensa, confiesa: “Mi primer beso se lo di a una prima en un gallinero. Lo hice con más miedo que ganas. Juntamos las dos bocas y se acabó. Después comprendí que el beso es mejor que una relación sexual si se lo das a alguien que amas”. “Me da risa cuando alguna de mis fans me hace una propuesta indecente. Hace veinte años caminaba por estas calles porteñas y no miraban ni mi sombra”. “Las mujeres han cometido ciertos errores, como el feminismo. Es maravilloso que traten de realizarse, pero la competencia con el hombre tira todo al cesto de la basura”.  “Tendría sexo con una mujer que acabo de conocer, porque creo mucho en la química. Si se da, haría el sexo con ella, pero no el amor”.

FIDELIDAD DE FAN. El sábado, después de un viernes tan intenso, Arjona se dedicó a descansar. Durmió hasta tarde y recién salió del hotel pasadas las seis de la tarde con rumbo al Luna Park. Sin embargo, antes hubo una pequeña escala. El club de fans Noti Arjona, el más antiguo del país, cumplía once años y el ídolo estuvo allí para festejar con ellas. “Ricardo pasó un ratito para saludarnos. Llegó con un ramo de flores, brindó con nosotras, charlamos un ratito y se fue porque tenía dos shows. Igualmente nos prometió que, con más tiempo, nos vamos a reencontrar para hablar”, cuenta Marcela, una de las integrantes del fans club.

Y después sí, dos shows al hilo, con el Luna repleto, y a seguir sumando… “Que quede claro que esto no es una competencia ni un concurso como los de la televisión. Estas treinta noches no van a ser más que el rencuentro con amigos que no veo hace tiempo. Yo pongo las historias, las canciones, y ustedes ponen su presencia”, se encargó de aclarar el cantante al terminar el tercer tema. Después, llegó el turno de los temas más románticos y dijo: “Esta serie de canciones son de las que a ustedes más les gustan. Hablan de los hombres que quieren entender a las mujeres. La cuestión es que a las mujeres no hay que entenderlas, sólo hay que quererlas mucho…”. Y, por supuesto, la platea femenina estalló en gritos y aplausos. Seis mil setecientas mujeres enloquecidas, gritando todas a la vez, subiéndose a los bancos, arrojándose al escenario.

PRIMER DIA FREE. El domingo, el cantante no salió del hotel en todo el día porque, dicen, tenía miedo a enfermarse con el cambio de clima. Así que prefirió cuidarse la garganta y se quedó en su dúplex, toda la tarde, mirando capítulos de Lost y tomando sol en sus terrazas privadas. Y el lunes, por fin, día que tenía libre, sin shows, decidió salir a disfrutar de la primavera porteña. Entonces, se refugió en una quinta del Gran Buenos Aires, jugó al fútbol casi toda la tarde, bajo el sol, y a la noche comió un asado, cuentan.

Y el martes, otra vez el Luna Park, otra vez las fans, otra vez a seguir sumando shows. Porque esto, señoras, recién empieza…

Sábado 16, 18.45 horas, Lima 27, confitería Guayana. Arjona sorprende a su Fans Club argentino con un ramo de flores. A los 42 años, el guatemalteco más exitoso sigue enamorando a las chicas.

Sábado 16, 18.45 horas, Lima 27, confitería Guayana. Arjona sorprende a su Fans Club argentino con un ramo de flores. A los 42 años, el guatemalteco más exitoso sigue enamorando a las chicas.

Viernes 15 de septiembre. Arjona en el primero de los 34 shows que dará en su visita a la Argentina. Como un brujo, encantó a los 7 mil espectadores que llenaron el <i>Luna Park</i>. Arrancó con <i>Para bien o para mal</i> y cerró con <i>Mujeres</i>, uno de sus grandes <i>hits</i>. <i>Señora de las cuatro décadas</i> fue (sin duda alguna) el más ovacionado de los temas. Se quedará un mes y medio en el país. Calculan que, en total, juntará unas 200 mil personas. Mucho más que los dos recitales que ofrecieron los Rolling Stones en la cancha de River Plate.

Viernes 15 de septiembre. Arjona en el primero de los 34 shows que dará en su visita a la Argentina. Como un brujo, encantó a los 7 mil espectadores que llenaron el Luna Park. Arrancó con Para bien o para mal y cerró con Mujeres, uno de sus grandes hits. Señora de las cuatro décadas fue (sin duda alguna) el más ovacionado de los temas. Se quedará un mes y medio en el país. Calculan que, en total, juntará unas 200 mil personas. Mucho más que los dos recitales que ofrecieron los Rolling Stones en la cancha de River Plate.

“<i>Las mujeres han cometido ciertos errores, como el feminismo. Es maravilloso que traten de realizarse, pero la competencia con el hombre tira todo al cesto de la basura</i>”

Las mujeres han cometido ciertos errores, como el feminismo. Es maravilloso que traten de realizarse, pero la competencia con el hombre tira todo al cesto de la basura

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