Tras siete meses de convivencia reafirmaron sus sentimientos en México, en un rito donde limpiaron las malas energías.
“Llegamos el viernes por la noche al hotel Azulik, y nos alojamos en una habitación increíble que da sobre la playa de Tulum. Con Claudio –Paul Caniggia (52)– estamos llevando una vida muy sana, por eso los días previos nos dedicamos a nadar, practicar yoga, aromaterapia y meditación. Fue mágico comprometernos en un ritual maya y ecológico, que se llamaba Copal, oficiado por María del Carmén, una chamán que puso en una tinaja incienso, resinas naturales, rosas y con el humo negro nos empezó a purificar de las malas energías”, contó a GENTE Sofía Bonelli (26) y agrego: "Todos los detalles del compromiso lo dejamos en manos de Gaby Álvarez, que es el Pr número 1 de Tulum".
Claudio estuvo vestido en black and white por Ives Saint Laurent y Sofía lució un vestido de la diseñadora neoyorkina Nicholas K, amiga de Lucrecia Garmundi –quien se ocupó del styling de la novia–. “Estuvimos 45 minutos descalzos frente a la chamán, nos juramos amor y en el momento en el que Claudio me tenía que dar el anillo nos dimos cuenta de que se había olvidado las alianzas de la diseñadora Alice Waese en el cuarto. Pero la ceremonia continuó y después bajamos a la orilla del mar para dejar nuestras ofrendas. Más tarde nos fuimos a comer sushi al restó Tsenja y cuando regresamos a la habitación con Claudio intercambiamos las alianzas en una ceremonia aún más intima”, cerró la novia.
