La historia de amor de Romina Manguel con su novio 20 años menor: «Es absurdo que me cuestionen por ser mujer» – GENTE Online
 

La historia de amor de Romina Manguel con su novio 20 años menor: "Es absurdo que me cuestionen por ser mujer"

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EXCLUSIVO. La periodista, que encontró el amor después de dos años de separada, le dice a GENTE: "Es polémico que Matías sea más chico que yo, pero si se trata de Alejandro Fantino nadie se atreve a ponerlo en duda".

En Esto no es Hollywood (radio Mitre), Romina Manguel (47) había revelado en diálogo con Fernanda Iglesias que estaba en una relación con Matías, un joven al que le lleva veinte años, quien le había pedido "que sea su novia".

En una charla íntima con GENTE, la periodista y conductora de A24 responde a los cuestionamientos que le hacen por salir "con alguien veinte años más joven" y reflexiona por qué dijo que se siente "menos vulnerable en pareja" y por qué "en los medios sigue costando el peso del machismo".

–Dijiste que te sentías más segura estando en pareja. ¿Por qué?

–Lo que dije, y es algo que se lo discuto a muchas amigas feministas, como Luciana Peker o Ingrid Beck, es que va a tardar en caerse el machismo, y más en los medios. Yo no tengo rollos con estar sola y crío sola lo más bien. Pero mientras estuve casada veinte años con alguien y ese alguien es un tipo, si te joden, saben que ese hombre va hasta la puerta del canal y te defiende. Por otra parte, el papá de las nenas no se hubiera metido, porque siempre me defendí sola.

–¿Cómo viviste y sufriste esa desigualdad en la televisión?

–Me sentí vulnerable por un montón de cosas. Y por eso mismo, aunque lo amo a Fanta (Alejandro Fantino, de quien fue panelista en 'Animales sueltos', América), mis amigos y compañeros con los que pasé todas las noches de mi vida se enteraron al aire de que me había separado. Si vos te mandás una cagada o no tenías data, enseguida dicen que estás a media máquina, que te estás separando y que no podés con todo. Ellos tienen el privilegio de que se separan y nadie los cuestiona. Nunca mezclan sus errores con la vida privada.

–¿Por qué, a pesar de todo el avance que hicimos como sociedad, a las mujeres se nos exige más, incluso la "tutela" de un otro que nos pueda defender?

–Muchas veces, hasta por si te avanzan, sigue siendo un resguardo estar acompañada. Hace 50 años las casadas eran las respetadas... Hoy, con otra vuelta de tuerca, te señalan igual: son los que dicen: "Por algo está sola".

–¿Cuáles son los prejuicios y mandatos patriarcales con los que te han puesto en duda?

–En la política, los argumentos para ponerse en contra mía siempre fueron cosas como "con razón no te aguanta ningún tipo". Y, la verdad, yo estaba discutiendo la reforma judicial, pero siempre hay alguien que decía quién me bancaba para poder estar ahí. La respuesta es: "Nadie". Me cuesta un montón, llego cansada a casa y me levanto a las siete. Ojalá tuviera un tipo que me banque, pero me mantengo desde los 16.

–Ahora, con tu relación veinte años menor, no fue distinto.

–Todas las críticas son así. Mientras a mí me parecía re tierno que alguien en un momento de mierda me diga si quiero ser su novia, todos los ataques que recibí en redes fueron que soy infantil por haber dicho eso, que el pibe es un mantenido o "necesita billetera", o "la jovata necesita sexo". Me duele por él, la verdad. Además, pienso que me cuestionan a mí pero no a Ale (Fantino), quien con su novia –que es un amor y delicia de ser humano– se llevan la misma diferencia que Matías y yo. Si hacemos una lista de tipos en los medios que salen con minas más jóvenes nos aburrimos: no conseguimos uno que salga con alguien contemporáneo.

–¿Cómo tomó tu novio todo lo que se generó?

Él es un campeón. Sabe que me invitó a salir a mí, no a María Pía, estudiante de una facultad privada. Me tomé el trabajo de leer todo lo que decían en las redes: todo apuntaba a que no podía ser que estuviéramos enamorados. Ya cuando me fui de Animales decían que había sido porque un compañero me había molestado... No soy una deforestada mental, no tengo cinco años. Yo le decía a Luis (Novaresio) que entendía que él había tenido tanta prensa con Braulio porque se había animado de grande y hoy se va a casar. Pero yo soy sólo una mina que estuvo dos años separada y ahora recomienza algo... y ya soy de las nota más leídas.

–¿Cómo te repercute el odio en Twitter?

–Medio que me di cuenta de que mejor me voy con mi historia de amor a Instagram. Por otro lado, también pienso que es necesario dejar de caretear el feminismo: no logramos cambiar todo, la sociedad sigue teniendo una mirada completamente sexista. Las cosas son así: o "sos una libertina" o "nadie te aguanta". Si es así, ¿cómo consigo tantos tipos para ser una libertina?

–También dijiste que en algún momento quisiste inventarte un marido.

–Entre que te pregunten si estás sola y que digas que sí, ¿quién va a venir a chequear? Te juro que prefería inventarme uno y decir: "Sí, es metalúrgico y es de la UOCRA, vengan a joderme ahora". Hasta se lo propuse a Novaresio, pero me dijo que no nos iban a creer.

–¿Qué es lo que más te duele?

–Yo soy libre y tengo el derecho de enamorarme de quien sea mientras nos elijamos... Y no importa si es más joven: está menos roto, porque viene menos golpeado. Siento que el feminismo necesita ejercer la libertad que proclama. No me lastima, porque sé que no le hago mal a nadie. Pero hay muchas mujeres que te señalan de un modo hipócrita. Yo no hago daño a nadie. Daño sería hacer ostentación en un momento en que el país lo pasa mal. Violento sería llevarlo a Punta del Este para hacer fotos mientras el 64 por ciento de la gente no está comiendo.

–¿Cómo creés que la mujer periodista disputa su espacio de poder en tensión con el mandato de vernos lindas y hacernos lugar en espacios machistas?

–Es lógico que sería más fácil dejar de platinarme y divertirme con la ropa. Si me pusiera un traje oscuro y tratara de pasar desapercibida me perdonarían más. Pero pensemos que hay una generación de periodistas distintas, coquetas como Magdalena. No creo que masculinizarme sería la respuesta. Pero el medio me hace pensar que justo ahora, que tengo que mostrarme fuerte porque conduzco un espacio que quieren muchos hombres, no es momento para decir que estoy feliz y enamorada. Tenía que ser Thatcher, no la novia de América.

–¿Creés que después de las cosas que sacó a la luz el feminismo hay un contraataque machista?

–Por supuesto. Nos quieren castigar. En lo personal vienen a decirnos: "No, no podés con todo. Te voy a negar lo único que podés conseguir, que es que te quieran". Y soy consciente de que en los medios te tienen para hacer de cupo. Yo, en lugar de cuestionarlo, salgo a aprovecharlo. Ya se lo dije a Jorge (Lanata): "Yo entro como puedo, por la ventana, por el cupo, como sea".

–Estos días estuviste muy presente en las redes. Incluso hace poco Luis Majul te acusó de operar.

–Tal cual. Mirá si tengo tiempo para operar contra él. Que me manden a negociar la deuda si es así. Tengo tres laburos y dos hijas (de 9 y 13 años)... Termino rota.

–¿Qué opinás del fenómeno Romina Malaspina?

–Le digo: "Vení y enseñame. Te pusiste un top y en pelotas y se empezó a discutir si podías o no. Quién hubiera dicho...". Yo no sé jugar. No me pongo a juzgarla: se puso un objetivo y lo cumplió. No es fácil estar en el medio, y eso de pensar que alguien te saca un lugar es ridículo. Eso sí: con ese lomo no me ves laburando ni cinco minutos. Pero lo mismo, ojo con Sol Pérez: hizo una carrera de decir la temperatura sin distinguir las reglas básicas. Tiene más calle ella que mil tilingas que opinan y no se bajan del auto.

Romina Manguel en PH, Podemos Hablar sobre su joven novio: "No estoy pensando si me va a cuidar en el geriátrico".

El sábado 3 de octubre, en diálogo con Andy Kusnetzoff, Manguel agregó: "Es raro decir 'estoy de novia', pero sí, estoy de novia. Es bastante más chico que yo, casi 20 años más chico... Me di cuenta de que soy mucho menos prejuiciosa de lo que creía y eso está bueno, y te hace un poco más libre".

"Me hace feliz, me divierte, estoy enamorada. Y la verdad es que no estoy pensando todo el tiempo si me va a cuidar en el geriátrico cuando yo tenga 80 y él tenga 60, la verdad que no. La pasamos bien y eso no quiere decir que la pasamos bien ahora, que nos divertimos mientras", confió la periodista.

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