Yanina Latorre: "La gente cree en mí porque no le tengo miedo a nadie" – GENTE Online
 

Yanina Latorre: "La gente cree en mí porque no le tengo miedo a nadie"

En su charla más sincera, revela cómo superó su mediatizado escándalo conyugal con Diego Latorre, cuenta por primera vez la verdad sobre su histórico enfrentamiento con Jorge Rial –que incluye chats y amenazas– y polemiza sobre el feminismo: “Pedir cupo femenino es que te sigan discriminando”.
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Cuando Yanina Latorre (52) dice que habla sin filtros, es así, sin más. No hay poses o estrategias. Puede caer una amiga como Marina Calabró, alguien que llegó a admirar como Jorge Rial o una Wanda Nara, con quien se identifica “desde lo familiar” pero a quien no duda en cuestionar su vanidad en la larguísima charla que mantuvimos. Un poco sobre esa sinceridad, que algunos pueden llegar a confundir con incontinencia verbal o altanería, se trata este diálogo con una mujer “exacerbada” y sin vueltas que se propone cuestionar la falsedad e hipocresía del medio en cada acto. Y por la que algunos no dudan en facturárselo. Cómo vive y cómo siente la panelista de LAM (eltrece), también Contadora Pública Nacional y Licenciada en Administración de Empresas, toda una selfmadewoman que aprendió del dolor y que genera tantos sentimientos encontrados.

–¿Creés que el personaje que construiste te ampara o todo lo contrario?

–No necesito ampararme en nada, soy exacerbada, le encontré una veta y un negocio y me creo que soy la número uno en lo mío. En el medio hay mucha falsedad e hipocresía, yo no le doy bola a nadie y no soy chupamedias.

–¿Qué es lo que más compran de vos?  

–Que me animo a hablar de todo. Por lo general todos les tienen miedo a los Rial y a los Vila. Yo, cuando creo que es justo lo que digo, los enfrento y les contesto.

–A Rial por lo general todos le tienen terror…

–Yo no. Y eso que me amenazaron un montón de veces pero yo voy con la mía. La panelista suele ser miedosa ante eso.

"Soy exacerbada, le encontré una veta y un negocio y me creo que soy la número uno en lo mío. En el medio hay mucha falsedad e hipocresía, yo no le doy bola a nadie y no soy chupamedias"

–Hablando específicamente de LAM siempre fue tensa la relación con el resto de las panelistas… ¿A qué lo atribuís?

–Estuve pensando y cada vez que una se va de LAM, son las viudas de Yanina. Todas estas chicas que se van se terminan paseando por todos los programas. Siento que tienen una obsesión por mí, como una fascinación, y saben que no estuvieron la medida. Yo siempre te discuto y voy con mis fundamentos. El resto me chupa un huevo.

–¿Sentís que es competencia o es inseguridad eso que decís de tus compañeras?

–Es que me fui quedando con el espacio del chimento. Terminé siendo más personaje que panelista. A ellas no las levanta nadie.

–La otra vez me dijiste, además, que podías separar las cosas y que lo que pasa en el set, queda en el set…

–Tal cual. Yo discuto y digo lo que pienso, soy muy honesta. Me preguntás, si no te queda bien lo que digo y pienso, mientras no te diga chorra ni asesina, lo voy a decir. Pero después no me engancho con eso.

–Esto de decir siempre lo que pensás, ¿también te lo facturan? ¿Cuáles son las consecuencias?

–El otro día, hice una columna (radial) contra Marina (Calabró), que es mi amiga, y supongo que está ofendida. No puedo mentirle a la gente porque tengo una amiga. Me pasan esas cosas.

"Hay algunos portales que no tienen contenido propio; antes había que salir a buscar la noticia. A la gente que me bardea la llamo para baje las notas. Y me responden: "Pero me genera clicks". Y yo les retruco que se jodan, que hagan lo mismo con su familia e hijos"

–¿El costo de decir siempre lo que pensás?

–Hay mucho periodismo resentido, que insiste en diferenciar gráfica de tele y que me dice que nunca estuve en una redacción ocho horas y que no soy periodista. Pasa que si hacés un vivo con 80 mil personas tenés que tener un carisma. Hay gente que te dice "programas de dos horas los hace cualquiera". Y están equivocados, por ahí no le interesás a la gente. Cada uno con su talento.

–Veo que a propósito, vos desprotricás bastante contra los portales y solés responderles.

–Todos portales de mierda que no sirven para nada, con titulares mentirosos. Te ponen "Yanina le arruinó la vida al periodista de Gente porque le dijo que no servía para nada". Pasa que no tienen contenido propio, antes había que salir a buscar la noticia. A la gente que me bardea la llamo para baje las notas. Y me responden: "Pero me genera clicks". Y yo les respondo, que se joda, que haga lo mismo con su familia e hijos. Cuando contestás, generás más fascinación y me pegan más. No pasa con todos los portales, pero hay muchos que mezclan todo.

"A los 50 me convertí en una influencer con muchos seguidores, sin mostrar el culo y con una carrera corta, de menos de diez años. Lo analizo y no es tan fácil llegar a los adolescentes. Las chicas lloran cuando me ven, y no soy Lali"

–Recién decías puntualmente que a Marina le había caído mal cuando la criticaste. ¿Cuál es el problema puntualmente?

–Ella se enoja y es problema suyo. Desde que comenzó ShowMatch está obsesionada con Tinelli y yo, que soy amiga suya, puedo decir si le va bien o mal. En cambio ella lo está haciendo bosta y él empezó con 16 puntos y se instaló con 13, el mejor rating del canal. A ver, ser segundo no es un fracaso. Y Marina es buena periodista pero hizo una columna en Radio Mitre, con Lanata, en la que hizo un análisis en el que se obsesionó al hablar del covid y del rating. Te puede gustar o no, pero estando en TV Nostra no analizó a América, donde pasó lo de Mauro Viale. Renunció Rial porque hacía 0,5 puntos de rating, así que es muy triste el papel. Loca, matás a Tinelli, entonces matá al resto; dejás de ser creíble.

–¿Por qué decís que no lo hizo por igual con todos?

–Le tiene miedo a América. Yo tuve que renunciar a Ponele la firma porque me llamaron para borrar un tuit de Maru Botana. Así que dije "me voy". Pero hay personas que tienen miedo. Ahora Marina esta triste, así que voy a esperar unos días. Enseguida dice que me mandó Tinelli y que me mandan a decir cosas. Yo me he metido en quilombos y siempre salgo sola. Solo lloré cuando se metieron con mis hijos. Cuando fui cornuda, América se obsesionó conmigo y me la tuve que bancar. No llamé ni a Diego (Latorre) para que me ayude. Yo cuando respondo lo hago con fundamentos, no con odio.

"Yo todo lo re contra chequeo; de todo tengo pruebas y también un montón de cartas documento que nunca no llegan a nada. Siempre que me entero de algo, aviso. Muchos te piden que critiques al ex marido o al compañero, así que siempre guardo audios y capturas. Porque después niegan que te lo contaron"

–¿De dónde surge que seas tan confrontativa y directa?

–Toda la vida fui contestataria. Pasa que hice un negocio de mi propia personalidad. Soy buena contadora de anécdotas y con eso entretenía a mis amigas. Laburé muchos años con Lanata y el público nunca entendió de qué hablaba pero le gustaba cómo lo buscaba. Aprendí a buscar info y a chequear. Claro que nunca me es difícil que me contesten. Siempre fui una mezcla de celebrity con periodista porque vengo del lado del show y del Bailando, pero hago laburo periodístico.

–¿Cómo impactó en vos tu repercusión en redes? ¿Te pesó?

–A los 50 me convertí en una influencer con muchos seguidores, sin mostrar el culo y con una carrera corta, de menos de diez años. Lo analizo y no es tan fácil llegar a los adolescentes. Las chicas lloran cuando me ven, y no soy Lali. Ellos me terminan amando y les gusta cómo soy.

–Sin dudas fueron un fenómeno tus Vivos con Lizardo.

–Y pensé que se había terminado en un punto. Pero el otro día estuve veinte minutos y llegué a diez mil personas conectadas. Cualquier periodista que habla mal de mí no llega a 30 views.

"A mí me metieron los cuernos, listo, sí, señores, soy cornuda y exitosa e igual mi marido me cagó. Al famoso le cuesta aceptarlo. Por eso Florencia Peña se fue al poliamor. No le creo un pito. Vende empoderamiento pero siente vergüenza si es cornuda, por eso prefirió decir que tenían una pareja abierta"

–Insistís bastante en los periodistas de portales. ¿Alguien con los que tengas algo particular?

–Es que no me sé los nombres. Pero Primicias Ya me parece deplorable y Exitoína a veces me cae bien y a veces mal. Levantan cualquier cosa y sin data propia. Lo peor son los títulos que ponen: "Furioso ataque..." y generan violencia. Hay mucha guerra del panelista que no llega a ser celebrity. Me contó Pía (Shaw), que hizo todo lo que yo me salteé, que hay un gran resentimiento entre la gráfica y la tele. No laburo solo dos horas, estoy todo el día generando y lo mío tiene un trabajo atrás.

–¿Qué es lo que te piden los famosos cuando te eligen para desmentir versiones? ¿Cuál es ese feedback, para que la gente sepa la trastienda?

–Nosotros no somos detectives privados. Todo te lo hace saber el famoso o el allegado o un amigo de un amigo, no es que lo estás buscando. Yo todo lo re contra chequeo; de todo tengo pruebas y también un montón de cartas documento que nunca no llegan a nada. Siempre que me entero, aviso. Muchos te piden que critiques al ex marido o al compañero, así que siempre guardo audios y capturas. Porque después niegan que te lo contaron. Por eso yo no subo historias privadas. Sale mucho la famosa en contra del marido y después dice que la hackearon. Hacete cargo, Sabrina Rojas, nadie te hackea y deshackea en una noche.

"Con 30 años de casada no creo en la fidelidad perfecta, más en un jugador de fútbol. Un polvo qué me importa, es una cosa berreta que hasta se lo entiendo humanamente, porque Diego es más vulnerable que yo"

–¿Evitás compartir tu vida privada para no alimentar más a quienes te denostan?

–A mí me pasa de todo. Me peleo con Diego, con mi hermana, con mi mamá. Como sé que todo lo que suba lo van a levantar, tengo la regla de que no me tiene que molestar así que veo lo que comparto. Pero por eso no es que borre cosas.

–¿Cuál es esa hipocresía a la que te referís?

–Por ejemplo, a mí me metieron los cuernos, listo, sí, señores, soy cornuda y exitosa e igual mi marido me cagó. Al famoso le cuesta aceptarlo. Por eso Florencia Peña se fue al poliamor. No le creo un pito. Vende empoderamiento pero siente vergüenza si es cornuda, por eso prefirió decir que tenían una pareja abierta. Yo me saco cuando mienten, porque no invento versiones para ser más light.

–¿Cuál fue el proceso que viviste con la mediatización de la infidelidad de Diego?

–Fue un proceso aceptarlo. Desde el primer día, ví la situación y creo que un polvo no le molesta a nadie. Con 30 años de casada no creo en la fidelidad perfecta, más en un jugador de fútbol. Un polvo qué me importa, es una cosa berreta que hasta se lo entiendo humanamente, porque él es más vulnerable que yo.

"Lo de Diego me lo cargué todo al hombro. Puse en la balanza todo rápido. 'Tengo una familia y pareja y proyecto hermoso, no son dos horas de sexo con una prostituta'. Diego estaba perdido y asustado. La familia Ingalls no existe. A los veinte tal vez lo pensás pero te vas desencantando. Muchas vieron la posibilidad para hacerme mierda a mí, que era víctima, y no a a él"

–Y cargaste vos con la situación pública, no él.

–Me lo cargué todo al hombro. Puse en la balanza todo rápido. "Tengo una familia y pareja y proyecto hermoso, no son dos horas de sexo con una prostituta. Diego estaba perdido y asustado; es tan serio que no se mete en el barro. Yo lo ayudé con los chicos y lo protegí pero le dije "hacé las cosas bien, cuidame un poco". La familia Ingalls no existe. A los veinte tal vez lo pensás pero te vas desencantando. Muchas vieron la posibilidad para hacerme mierda a mí, que era víctima, y no a Diego.

–¿Sentís que hubo ensañamiento de las mujeres con tu caso?

–Claro. Cuál es la cagada que me mandé yo. Creo que todo lo sororo es de una gran hipocresía. Decimos todo polite y hacemos otra cosa. A mí me pasaba que cuando subía fotos con Flor de la V, que es una de las mejores compañeras que tuve, le ponían unas barbaridades tremendas y yo borraba todo.

–¿Cuáles son los señalamientos que más te afectan a vos?

–Me dicen "vieja", "cornuda", "arrugada". La gente es muy resentida, muy de mirar la vida del famoso para cagarle la vida. Disfrutan de eso. Yo si veo algo que no me gusta, no likeo y sigo, no ando diciendo si la casa es una mierda, "mirá lo que es tu pelo" o "qué rodillas de viejo". Lo que Pedro dice de Juan, es más problema de Pedro que de Juan. Qué gano con bardear a alguien, para qué. Igualmente me pasa solo con el cinco por ciento, la mayoría de la gente es divina en Instagram.

"Rial no cuenta por qué se enojó conmigo. Un verano, cuando ya estaba separado de Silvia (D'Auro), coincidimos en un evento en Punta del Este y compartí la misma mesa. El famoso tiene eso de que se ofende si no odiás al ex. Una vez me mandó un mensaje por Twitter y me dijo que iba a publicar un romance que no había tenido y nunca le contesté. La verdad es que en ese momento me asusté"

–¿No te enroscás o te hace sufrir?

–Yo no sufro. Me terminan elevando. Si me putean, me creo mil. Es problema suyo, no mío.

–Volviendo a lo que hablamos hace un rato, ¿cuál es la verdad del histórico enfrentamiento que tenés con Rial?

–Yo lo admiré siempre y era el número uno. Siempre fue complicado y la gente le tenía miedo porque llegaba a amenazar y extorsionar. Cuando estaba en Intrusos quería al personaje antes que nadie, entonces si no le dabas una nota te destrozaba. Yo tengo una fascinación con él. El es el primero que admiré, editorializa espectacular y lo hace muy bien. Pero no me asusta. Siento que tenemos un estilo parecido. Te pregunta hasta la peor pavada y sentís que lo que contás va a parar al mundo. Les sacó tanto el jugo a los famosos.

–¿Y cómo surge la enemistad?

–El tema es que él no cuenta por qué se enojó conmigo. Un verano, cuando ya estaba separado de Silvia (D'Auro), coincidimos en un evento en Punta del Este y compartí la misma mesa. El famoso tiene eso de que se ofende si no odiás al ex. Yo me senté con ella porque era una mesa a beneficio, en la que también estaba Mónica Gonzaga y otras personas, y simplemente me pusieron al lado y conversamos. ¿Qué culpa tenía yo de que se habían separado y la odiaba?

"Nunca estuve con ningún futbolista que no sea Diego. Cuando él jugaba en Boca me metían en un montón de romances. Decían que tenía fiebre uterina y que me cogía a los de Independiente. Esto de ser 'botinera' es muy machista. No somos todas así"

–¿Tuviste oportunidad de aclararlo con él?

–En su momento me mandó un mensaje privado por Twitter y después me bloqueó.

–¿Qué te puso?

–Me dijo que iba a publicar un romance que no había tenido y nunca le contesté. La verdad es que en ese momento me asusté. Fue siete años atrás, yo era más nueva y se me paró el corazón. No me puteó pero vi que me dejó de seguir. Por un tiempo hubo como una guerra silenciosa: pasé de ser genial y que me pondere, a que me haga mierda.

–¿Y cómo siguió más acá en el tiempo?

–Hasta que Débora Amato empezó a trabajar con él, como que cambiaron las cosas y le pedía que dejara de pegarme. Él me criticaba todo el tiempo y me decía "la contadora pública", como si eso me hiciera menos periodista. Nunca se hizo cargo que esa charla con la madre de sus hijas surgió simplemente porque nos sentaron en la misma mesa. Después limamos asperezas e intercambiamos algunos mensajes por WhatsApp.

"Wanda cree que tener una cuenta de banco te enaltece. A mí me gusta entretener y tener contenido, no mostrar mi plata. No muestro mi colección de zapatos o carteras, esa frivolidad no me hace más persona que otra. Ya sabemos lo que tenés, atrasa. No tengo diferencias pero las chicas como ella no están listas para esta crítica"

–¿Y ese romance que te acreditaba tenía algún fundamento? ¿Alguna vez le fuiste infiel a Diego?

–Nunca estuve con ningún futbolista que no sea Diego. Cuando él jugaba en Boca me metían en un montón de romances. Decían que tenía fiebre uterina y que me cogía a los de Independiente. Esto de ser "botinera" es muy machista. No somos todas así. Está la fantasía de que te cogés a todos los jugadores. Igual Rial nunca lo contó porque era mentira, pero me cagué toda.

–¿Cómo reaccionó Rial con el tema de la infidelidad de Diego?

–En ese momento Rial me defendió y me mandó mensajes muy copados, como que lo que había pasado era la letra chica de nuestro laburo y que había muchas cornudas pero que a mí me habían cobrado factura todos los que me odian. Se portó bien y estuvo aconsejándome durante veinte días. Pero al día veintiuno me pidió que fuera al programa (Intrusos) y como yo era exclusiva de LAM, decidí hablar ahí y una sola vez. Le dije que podía sentarme pero no iba a decir nada de Diego. Insistió y como no fui, se subió a un caballo e inventó cosas que lastimaron a mis hijos. Y yo ahí ya no tengo retorno, ese día le perdí el miedo. Le contesto todo. Se metió con lo más preciado que tengo y además resisto archivo. Esperé que me pidiera disculpas pero no sucedió.

"Hay mucho periodismo resentido, que insiste en diferenciar gráfica de tele y que me dice que nunca estuve en una redacción ocho horas y que no soy periodista. Pasa que si hacés un vivo con 80 mil personas tenés que tener un carisma"

–¿Cómo analizás su salida de TV Nostra tras aceptar que tenía bajo rating y que "chocó la Ferrari" que le dieron?

–Yo digo que es el número uno a pesar de detestarlo. Me pareció re digna su salida y su manera de irse, por lo general se hacen los boludos. Se equivocó, dijo que no era su momento, aceptó el fracaso y dijo que tiene que pensar. Además no les echó la culpa a los compañeros, se cargó la culpa entera. Para mí cuando renunció fue brillante. Igualmente aunque diga que está en deconstrucción, le va a costar por la edad que tiene.

–Recién decías que las "botineras" no eran todas iguales. A Wanda Nara te referís bastante, ¿qué te parece su personaje?

–A ella le encanta estar con un jugador, que me parece re bien pero no quita lo que pienso o digo sobre ella.

–¿Alguna vez te reclamó algún comentario sobre ella?

–Alguna vez me reclamó o se enojó, sí. La diferencia es que a mí cuando me preguntan si soy botinera me divierte y no me enoja. Es una chica con la que me siento identificada por la parte familiar y se ocupa de la casa, no importa si es millonaria o no. Pero con lo que no estoy de acuerdo con ella es con lo de mostrar cosas tan caras, siempre se preocupa si se ve la cartera o el anillo Cartier. ¿No tiene nada más interesante? De las carteras me entero si sigo a Hermès o a Louis Vuitton. No digo que no lo haga, pero ahí no me siento botinera.

"Las feministas van a decir que soy machista pero soy de lo más matriarcal que existe. Sí no coincido con ese feminismo talibán que lucha por todo o que genera cierto odio hacia el hombre. Yo quiero ganar lo que me merezco, no igual a un hombre. ¿Y sabés qué siento? Que lo de pedir cupo femenino te siguen discriminando"

–¿Te parece muy frívolo como usa su cuenta de Instagram?

–Ella cree que tener una cuenta de banco te enaltece. A mí me gusta entretener y tener contenido, no mostrar mi plata. No muestro mi colección de zapatos o carteras, esa frivolidad no me hace más persona que otra. Y eso que yo compro esas cosas compulsivamente pero creo que es obsceno mostrarlo. Ya sabemos lo que tenés, atrasa. No tengo diferencias pero las chicas como ella no están listas para esta crítica.

–¿Esa es una de las diferencias más básicas con vos?

–Yo también hace veinte años cuidé a mis hijos afuera como ella. Pero no sé, me gustaría que hiciera un Vivo con las mujeres de jugadores de fútbol, en todo caso, la ropa va y viene y no te la llevás a la tumba. Me deprime que se construya a partir de esa banalidad y que se lo pase mostrando el culo photoshopeado. Estamos en 2021, no hablemos del culo.

–A propósito de los derechos de las mujeres siempre tuviste una postura polémica, ¿por qué?

–Es que las feministas van a decir que soy machista pero soy de lo más matriarcal que existe. Sí no coincido con ese feminismo talibán que lucha por todo o que genera cierto odio hacia el hombre. Yo quiero ganar lo que me merezco, no igual a un hombre. ¿Y sabés qué siento? Que lo de pedir cupo femenino te siguen discriminando. Muchas veces dicen "ay, tiene que haber una comentarista mujer"; no, tiene que haber alguien que sepa. Lo que más me jodería sería sentir que me regalan mi lugar.

Por Karina Noriega.

Ph: Christian Beliera. Asist: @verolorizio.ph.

Producción y estilismo gral: Mariano Caprarola. Asist: Sofía Esther Ortiz.

Retoque digital: Gustavo Ramírez y Mariano Speroni.

Peinó: Gabriela Flores para @de_crudis. Maquilló: @marieladaguer.

Agradecemos a: Ginebra, Pompavana, Kare Design

y muy especialmente al Hotel Mítico Buenos Aires

(Manuel Balut, Javier Figueroa y Horacio Menéndez).

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