Es actor, músico y cocinero. Un verdadero performer. Así se define Mike Amigorena, uno de los artistas más versátiles de la farándula argentina. Nacido en Maipú, una localidad ubicada a 15 kilómetros de la capital de Mendoza, vino a Buenos Aires cuando tenía 18 años con el objetivo de triunfar. Pero antes de ser quien es hoy, se abrió paso en la gran ciudad con trabajos como telemarketer o repartidor de pizzas… También trabajó como modelo hasta que consiguió su primera gran oportunidad en “Despertar de primavera”, una reconocida obra de teatro.
En el medio de sus agitados días, la cocina es sin dudas un pasatiempo que le permite a Mike reconectarse con su interior. Un verdadero cable a tierra que quedó muy bien representado en la temática que el artista eligió para esta producción del Íntimo de la semana de GENTE. “Mi relación con la cocina es muy estrecha ya que siempre fue muy importante en mi familia. Desde mi abuela y mi mamá que aprendió de ella. La cocina en mi familia era un lugar de diálogo, de permanencia. Y a mí se me generó un vínculo muy amoroso con esto”, cuenta a GENTE.
-En una época hablaste de un proyecto para cocinar a domicilio, ¿te gustaría tener tu propio restaurante?
-Me gustaría algo muy personalizado, no un restaurante de 15 mesas porque sería demasiado. Me imagino algo del estilo de un negocio gastronómico más íntimo, de unas cuatro mesas con uno o dos platos para elegir y un tapeo bien práctico.
-¿Te sumarías a un reality como Masterchef Celebrity?
-Jamás me interesó participar en cualquier tipo de reality. No me atraen en absoluto, salvo que sea por necesidad… obviamente. Pero por ahora no está dentro de mis deseos formar parte de uno de ellos.
-¿Tenés algún cocinero que sea un referente para vos?
-Siempre me gustó Karlos Arguiñano, Borja Blázquez… esos son como mis referentes. Y ni hablar de Doña Petrona a la que le tengo un afecto muy especial porque el libro estaba en mi casa.
Mike Amigorena, un verdadero performer
Algunos lo recuerdan por ponerse en la piel de Rolando Martínez en “Sos mi vida”, otros por haber sido un histriónico Martín Pells en “Los exitosos Pells” y se ganó el corazón de todos con el cirujano Federico Müller en “Guapas”. En la actualidad, se encabeza junto a Pablo Echarri y Fernán Mirás “ART” en el Teatro Multitabaris Comafi y muy pronto el público lo podrá ver en “Limbo… hasta que lo decida”, una serie de diez capítulos que se verá por la plataforma Star+ y de la que no puede dar detalles por el contrato de confidencialidad.
-Contame una cosa, alguna vez confesaste que no te gusta trabajar pero tenés mil proyectos... ¿No es un poco contradictorio?
-Es que eso de ‘no me gusta trabajar’ es una expresión adolescente que seguramente alguna vez dije. En realidad soy cómodo y, para ser cómodo, tenés que trabajar mucho (se ríe).
-¿Por qué “ART” es un clásico de la cartelera porteña?
-Es una obra excelentemente terminada, atemporal y que habla de los vínculos y las relaciones interpersonales. Se hizo hace un montón de tiempo y ahora volvió dirigida por Ricardo Darín y Germán Palacios que fueron los que la estrenaron en Buenos Aires por primera vez. Todo el mundo la debería ver porque es para conocer un poco más el esquema humano de las relaciones.
-¿Cómo es la convivencia con Pablo Echarri y Fernán Mirás?
-Es pésima. Hacemos todo lo posible para no matarnos en el escenario, para no pisarnos o hablar mientras el otro está haciendo un monólogo. Son un desastre los dos. Pero, como los quiero mucho y son excelentes profesionales, no me queda otra que estar con ellos todos los días. (se rie)
-¿Qué diferencia hay entre el Mike actor y el Mike músico?
-No hay ninguna diferencia. Me considero un performer, entonces puedo hacer un plato de comida como recitar Lorca o cantar una canción. La verdad es que es todo lo mismo para mí. Soy multifacético, un impermanente y debido a eso tengo que ir de disciplina en disciplina.
Sus atrevidos looks, un sello registrado
“Para mí la moda es una forma de comunicar, un lenguaje. Se trata de un impulso estético de acuerdo a los diferentes estilos que están en tu cabeza. Valentino decía que la moda es lo que no está de moda”, dice el actor al ser consultado por los outfits con los que ha sabido llevarse todas las miradas.
-¿Qué ítems tenes en cuenta para armar un look?
-El mood del lugar al que tengo que ir, cuál va a ser su estética… cierro los ojos y me veo vestido, así que directamente voy y agarro las prendas. Es como una pintura: uno se imagina el cuadro y lo pinta. Con el outfit es lo mismo.
-¿Te animas a dar algunos trips para los varones que quieren salir de un estilo clásico?
-Las babuchas y los joggins se han impuesto para usarlos con zapatos, camisa y corbata. También te podes poner una camisa, un pañuelo y un buen jogging con zapatillas. Hasta les recomiendo usar una corbata como pañuelo envolviéndotela en el cuello. Son diferentes tips que uno tiene siempre, pero a veces la gente no se anima. Ah, los lentes de sol también adornan mucho nuestra humanidad.
-A veces te han criticado por algún look, ¿como te llevás con eso?
-Si, es verdad. A veces me han criticado. La verdad es que me tiene sin cuidado porque es una apreciación externa. A veces puedo ser más certero que otras con la elección del outfit, pero es la vida misma. Son decisiones que uno toma por gusto y no a todo el mundo le va a agradar.
El imborrable recuerdo de Guapas
“Guapas” fue uno de los grandes sucesos en materia de ficción de los últimos tiempos. La tira fue emitida por la pantalla de eltrece entre 2014 y 2015 con la historia de cinco mujeres que, después de perder todo en la quiebra de un banco, se conocen y comienzan una historia de amistad en común.
-Tenes muchos personajes emblemáticos que hasta hoy son rememorados por la gente. Uno de ellos fue el cirujano de “Guapas” y tu historia con Flor Bertotti. ¿Te genera algún recuerdo especial ese papel?
-Tengo un hermoso recuerdo por Federico Muller (el personaje que interpretaba), esa etapa de Guapas, ese proyecto hermoso… el mejor de Florencia que es una gran profesional, buena coequiper. Me encanto trabajar con ella.
La historia de amor de Mike Amigorena y Sofía Vitola
-Se sabe poco de tu vida privada, ¿como es Mike Amigorena en la intimidad del hogar?
-Soy bastante clásico. Un tipo muy normal. Me gusta estar con Miel, mi hija, y juego a las cartas con ella. Cocino, veo televisión, me siento en el balcón.... no mucho más. Generalmente en mi casa y en la vida -aclara- soy muy tranquilo.
-¿Cómo conociste a Sofia?
-En la casa de un muy amigo mío. Ella es la hija de su hija. Me dijo ‘no te vayas que viene una amiga de mi hija y ojo que te puede gustar’. Así fue.
´
-¿El recuerdo de la primera cita?
-Fue hermosa. Fue en un recital de Radiohead, que hermoso recuerdo. Me acuerdo que no encontrábamos el baño y tuvimos que hacer pis detrás de unas estatuas… ¡unos monumentos! (risas) Así que estuvo re linda la cita.
-¿Qué es lo que más te enamoró de ella?
-Su franqueza luminosa, su risa eterna y su mirada conquistadora.
-¿Es un plus poder compartir el rubro artístico con la pareja?
-No sé si es un plus. Es que no sé cómo sería si se dedica a otra cosa porque siempre tuve parejas con afinidades artísticas. Se me complica pensar en qué se sentiría estar con alguien que no se dedique a lo mismo. Es hermoso porque (Sofía) me canta como canta, toca la guitarra y me acostumbré a su voz y a su música. Pero te repito que no se cómo sería estar con una arquitecta o una escribana.
-¿Es una posibilidad hacer un proyecto juntos?
-Si, de hecho tenemos un proyecto que en algún momento va a ver la luz. ¡Es precioso!
En 2018 cuando estalló el escándalo del poliamor de Flor Peña te hicieron una nota y dijiste que lo practicarías. 4 años después y con una hija, ¿seguís pensando lo mismo?
-El poliamor o la pareja abierta me parece una elección muy inteligente si los dos integrantes de la pareja están de acuerdo, se conocen y se respetan. Es un combustible para ese vínculo, pero claro que tiene que cada uno tiene que estar seguros de sí mismos.
-¿Pero lo harías?
-Yo lo practicaría. Hay que estar disponible para eso. En mi caso ahora estoy más con la cabeza en mi familia y en Miel, aunque le haría frente al poliamor para ver qué te despierta. ¿Te aferra más a tu pareja o te desapega? Serviría para ver cómo está tu autoestima y los celos. Es un tema que no es menor porque tiene que estar todo muy sólido para experimentarlo. En otra etapa y en otro contexto sin dudas lo haría.
Mike Amigorena habla de Miel, su hija de 2 años
-¿Qué le aportó la llegada de Miel a tu vida?
-Ella me aporta otro lenguaje, es otro mundo… algo galáctico porque no se compara con nada. Llegó el momento de crecer de verdad. Eso es lo que hizo, me hizo mejor en todo y conocer mis propias limitaciones.
-¿Sos el padre que imaginabas ser?
-La verdad que sí. Un padre con necesidades de aprender. Ser un buen padre es estar atentos a las necesidades de su hijo, a sus características y que no quiera cambiarlas. Hay que ser sutil en lo que uno le quiere inculcar.
-¿Por qué eligieron el nombre Miel?
-Fue muy súbitamente. La verdad es que no se iba a llamar así. Con Sofía nos miramos después de escuchar ‘Miel’ y fue porque sí. No significa otra cosa que un bautismo tácito. El universo escogió ese nombre para ella.
-¿Les gustaría agrandar la familia?
-En este momento no tenemos planes de agrandar la familia. Estamos con otros temas.
-¿Alguna vez pensaron en adoptar?
-No, nunca lo pensamos y tampoco está en nuestro radar hacerlo.
Fotos: Fabián Uset.
Producción y estilismo: Sofía Perez y Santía.
Contenido multimedia: Elisabet Correa y Manuel Adaro.
Maquilló y peinó: Juli Sala (@julisalamakeup).
Agradecemos a: Mancini, Infinit, Giesso, Baking Cakes Delantales, Bartola Hogar, a Gisele Speroni de la agencia Paula Aisenberg por la gestión de prensa y muy especialmente al Hotel Madero (@hotelmadero) por la locación.
