Tiene todo lo que quiere. O no. Pero todo indicaría que su vida se acerca bastante a la que muchos en el mundo sueñan: logró formar una familia, tiene la libertad de desarrollarse como empresaria y seguir dedicando muchas horas a la crianza de sus hijos, viaja cada vez que quiere -aunque la pandemia limitó sus travesías- y ha logrado reconstruir el vínculo con su familia.
Sin embargo, no es del todo feliz. Wanda todavía quiere más. Lo confesó desde su casa de París, a donde se mudó para acompañar a Mauro Icardi y donde pasa el día entre paseos ultra glam y tardes de juegos y tareas con sus hijos.
Sabe que lo que quiere es imposible, pero eso no le impide compartirlo. Al contrario, contar qué superpoder anhela tener fue la excusa para abrir el diálogo con sus seguidores. "Me encantaría leer la mente de algunas personas", dijo Wanda Nara y preguntó: "¿A ustedes qué poderes les gustaría tener?".
Muchos respondieron que desearían ser Wanda (al menos por un día), otros revelaron su deseo de poder viajar en el tiempo para corregir errores del pasado o de teletransportarse, y algunos prefirieron cuestionar a la empresaria por el superpoder elegido. "Ni en pedo me meto en ese quilombo... ¡De pedo puedo con mi mente!", comentó alguien preocupado por las consecuencias que puede tener el superpoder que Wanda anhela.
