Ricky Montaner y Stefi Roitman son de las parejas de famosos que más se demuestran su amor en las redes sociales. Se casaron a principios de enero de 2022 y se podría decir que siguen en “plena luna de miel”. Y, aunque habitualmente se leen varios rumores de ruptura entre ellos, siempre se encargan de dejar en claro que siguen juntos. En esta ocasión, el cantante le escribió una canción a la modelo y ella se emocionó.
"Te quiero hacer escuchar una canción que te escribí yo”, djo Ricky. “Amor, ¿esto es en serio?”, le dijo Stef, ya con los ojos llorosos. Luego de escuchar la canción que repasa cómo nació la historia de amor entre ambos, ella se emocionó y llegaron las lágrimas, y entre asombro y risas besó a su pareja y le dijo "Es muy linda, amor".
Durante septiembre del año pasado el cantante también sorprendió al compartir un video en el que se ve el particular tatuaje que se hizo en honor a la influencer: ahora lleva en su piel la silueta de su esposa. “Amo tanto a mi esposa que me la tatué”, se escucha decir mientras se ve la imagen del dibujo en cuestión, que ahora lleva en su brazo izquierdo.
“Te amo”, le dedicó a la joven en el posteo, que rápidamente se llenó de “me gusta” y de comentarios, entre los cuales se destacó el de la propia Stefi, que también le expresó su amor junto a sugestivos emojis de duraznos, que hacen referencia a esa parte de su cuerpo que sirvió de inspiración para el tatuaje.
El amor de los jóvenes surgió a través de Instagram, dónde Riky decidió mandarle un mensaje a la modelo. "Ey guapa, ¿cómo estás? Para que sepas, soy el soltero y el menos guapo de los dos hermanos Montaner”, escribió Ricky a Stefi Roitman en Instagram. Tiempo después, ella se sinceró: “Sin saberlo, ponía delante de mis ojos al amor de mi vida” aseguró.
Así, en tiempos de redes sociales, comenzaron una relación a distancia que se fortaleció cuando en enero del 2020 ella viajó a conocerlo pero llegó la pandemia y no se separaron más. Dos años después, sellaron su amor con una gran boda en Argentina. Se trata de una historia de amor que pudo superar los siete mil kilómetros que los separaban entre Miami y Buenos Aires y que se coronó con un casamiento soñado en una estancia en Exaltación de la Cruz.
