Natalia Peluso (26) nació el 12 de enero de 1995 en Luján, Buenos Aires, y se crió en el barrio porteño de Saavedra, escuchando a grandes artistas de la música norteamericana de mediados del siglo pasado como Ella Fitzgerald o Ray Charles, y a reconocidos representantes del folklore sudamericano, como el brasileño Joao Gilberto y el argentino Atahualpa Yupanqui.
A los diez años, en el 2004, se mudó a España con su familia –su papá, su mamá y su hermana seis años menor–, y en tierras europeas comenzó su carrera musical, fusionando el jazz y los ritmos elegantes de su infancia con el hip-hop y la música urbana. Así nació un estilo que la convirtió en una de las estrellas de la escena musical contemporánea.
¿Cuándo empezó a explotar su fama? En el 2017, cuando lanzó Corashe, una canción que muchas mujeres eligieron como himno feminista y que actualmente está llegando a las 20 millones de reproducciones.
Dos años más tarde, en el 2019, publicó su primer libro, Deja que te combata, y dio rienda suelta a su potencial como bailarina, tanto en los clips de sus temas como en sus live shows, en los que se apoderó de los escenarios.
Durante la pandemia, surgió Nasty girl, el hit más grande de su carrera, y dijo: "Para todas las perras sorprendentes curvilineas y elocuentes alrededor de todo el mundo, chikitas y señoras, damas y científicos. Esto es eterno. Viva el hiphop, ¡gracias! Qué lindo todo lo que se generó mi gente".
Además, los seguidores de su cuenta de Instagram se triplicaron después de que filmó un divertido video junto a Lali Espósito y Úrsula Corberó.
Nathy Peluso, quien cantó con Fito Páez en los Grammy Latinos, hoy reflexiona: "El triunfo es ejercer una carrera y recordar que somos humanos, que nos podemos equivocar. O sea, realmente hay que entender que los artistas tenemos equivocaciones también, estamos aprendiendo".
"Y la gente es muy exigente, pero a mí eso de que me dejen de escuchar no me da miedo. Sé que no va a ocurrir, porque sé que mis principios son puros y que no tengo maldad: sé que hago esto por amor y que es mi función en la vida. O sea, ojalá nunca pase, no me gustaría, me pondría muy triste”, dice con honestidad la artista, que aprendió a bailar salsa con un noviecito colombiano y que fue a la escuela con "todos latinos, casi ningún español".
Eso sí, cuando habla lo hace con una tonada bien argentina.
