A pocos días de haber concretado el casamiento con Ariel Polaco, Natalia Lobo brindó una entrevista en donde habló del terrible momento que le tocó atravesar en 2019 cuando un problema de salud la puso en aprietos. Esta situación límite fue la que terminó motivando al flamante esposo en hacer la propuesta a su prometida.
"Con Ariel estamos juntos hace seis años y antes de que empiece la pandemia, en noviembre de 2019, fui al médico y tuve una situación difícil y me asusté mucho. Me sacaron 25 centímetros de intestino, fue una situación límite y podía estar todo bien o todo mal", comenzó a relatar en “El espectador” por CNN Radio Argentina.
"Cuando sentís a la muerte cerca, te conectás más que nunca con la vida. Ari me acompañó y se asustó mucho porque me dijeron: 'Vamos a abrir, hay que sacar 25 centímetros de intestino y ver qué pasa’”, le dijo la actriz a Andrea Taboada y Pía Shaw.
Lo cierto es que este dramático momento deribó en uno de los más felices de su vida ya que cuando salió del médico unos días antes de operarse, Ariel le dijo que se iban a casar cuando su estado de salud se resuelva.
"Yo le dije que sí. Lo abracé y fue un momento en el que sentí que la tierra se abría. Fue de mucha unión y potencia. Estuvimos muy unidos, me acompañó incondicionalmente y se quedó toda la semana conmigo en la clínica. Cuando el amor es verdadero, crece", confesó a corazón abierto.
"Luego arrancó la pandemia, todos pensamos que iba a durar dos meses y fueron dos años de encierro. Nos sirvió para convivir y ver que sí, que funcionaba. A la distancia te das cuenta de que todo lo que sucede es perfecto. El año pasado, en noviembre, me dijo que lo hagamos. Somos gente grande, tenemos hijos, sabemos lo que nos gusta y elegimos estar con el otro sin perderse uno mismo. Hicimos la ceremonia con esa consciencia", contó.
La enseñanza que le dejó esta situación a Natalia Lobo
La actriz es clara al manifestar que en la actualidad se encuentra en excelente estado luego de la intervención y reconoció que fue un susto que por suerte ya pasó. “Estuvo bueno porque cuando te asustás, te das cuenta de que tenés que parar y hay cosas que tenés que escuchar”, dijo.
“Viste que lo único que te frena es la salud y el cuerpo y ahí pensás qué querés, qué no querés, que te gusta, con quién querés estar, qué comés, qué no comés. A veces no queda otra lamentablemente que parar en esas situaciones límite de salud, que te hace tener consciencia plena de todo. Fue de un día para el otro y ni digo la palabra porque no tiene sentido. Podría haber sido cualquier cosa, fue un susto muy grande. Hoy lo puedo contar y celebrar la vida", cerró.
