El lunes 27 de marzo, con picos de 30.9 de ráting -algo inimaginable en la televisión abierta-, se transmitió la final de Gran Hermano y Nacho Castañares (19) abandonó la casa, en la que estuvo aislado durante 162 días, minutos antes que Marcos Ginocchio, el ganador del reality show de Telefe. “Fue el jugador más versátil y que mejor se adaptó al juego”, dijeron muchos y, tal vez, esa fue la razón que lo convirtió en subcampeón.
33 días después de ese “momento único e inolvidable”, como Nacho lo define, se sienta a charlar con GENTE sobre esta gran experiencia que le tocó vivir, en un bar de Puerto Madero. Eso sí: antes se saca fotos con los camareros del lugar y una familia uruguaya que está tomando algo en la mesa de al lado.
-Algunos dicen que la fama que se adquiere en Gran Hermano es efímera pero, claramente, no es tu caso: todos te piden selfies y videos
(Se ríe) Y yo feliz de fotografiarme con ellos porque, gracias a cada una de estas personas, llegué a la final del programa. Supongo que todos decimos lo mismo -porque lo hablamos siempre entre nosotros- pero estamos realmente conmovidos con el cariño de la gente: jamás imaginamos vivir algo asi. También nos sorprendió mucho la edad de los seguidores de Gran Hermano -desde nenes chiquitos hasta abuelitas- y la posibilidad de que un programa de televisión haya logrado reunir a toda la familia en el sillón de la casa para ver los debates y cada una de las galas.
Si, es un fenómeno que no suele darse… ¿Crees que el apoyo de las redes sumó para que los chicos y adolescentes se convirtieran en fans del programa?
Sin duda: fue eso. Es el primer Gran Hermano con redes y, claro, eso cambió todo: el que no podía verlo en vivo, buscaba videos de Tik Tok o un recorte en twitter. De hecho, a veces decimos con los chicos que el programa se vivía más intensamente afuera que adentro de la casa.
Nacho y su amistad con Thiago
¿Seguís charlando con tus ex compañeros? ¿Tienen un grupo de wapp?
-Si, lo tenemos pero no es muy activo. Hablamos cada tanto pero, en general, las charlas se dan más en vivo cuando visitamos algún programa de televisión, radio o viajamos a Uruguay.
¿Ya pudiste conocer la verdulería que abrió Thiago?
-¡Todavía no! Me quiero matar pero no tuve un minuto libre hasta ahora. De hecho hoy, justamente, pensé: “Esta semana paso a visitarlo si o si”. La verdad es que no paramos desde que salimos de la casa. Pero estoy feliz de que haya logrado concretar su sueño y estoy convencido de que le va a ir muy bien.
-¿Conectaste bien con Thiago desde el día 1?
-Si, total: Thiago es lo más y fue un gran compañero. Por momentos extraño esa convivencia de la casa -especialmente los momentos divertidos como los desfiles que hacíamos con los chicos, las competencias semanales y las charlas en la pileta- pero después lo pienso bien y creo que ya no podría encerrarme 5 meses otra vez.
-¿Lograste recomponer la relación con Romina que no fue del todo buena en la casa?
-Siiii… re. Estuve con ella el fin de semana pasado, conocí a su familia y volví a ver a Caramelo. ¡Tenía muchas ganas de reencontrarme con él! El tema de los vínculos en la casa es algo que hablo mucho con Juli (Poggio) y le digo: “No hay que engancharse con lo que vimos cuando el programa terminó y nos mostraron videos de situaciones que ocurrían y nosotros ni siquiera imaginábamos. Es un juego, cada uno tuvo su estrategia y la gente eligió, justamente, a los que no teníamos ninguna”. A la final llegamos los que fuimos genuinos y nos mostramos sinceros. Mi lema es: “Lo que pasó en la casa de Gran Hermano, queda allí” y te juro que lo siento asi. No le guardo rencor a ninguno de los chicos, todo lo contrario: tengo la mejor con ellos.
-¿Crees que Marcos Ginocchio (22) merecía ganar?
-Obvio. Marcos es, justamente, la prueba más clara de lo que digo: Primo es una buena persona, transparente y noble, exactamente como ustedes lo vieron en televisión. Te aclaro que yo, al principio, me preguntaba si era realmente así o sólo interpretaba un personaje y, a medida que lo fui conociendo, supe que jamás fingió o tuvo una estrategia.
-Te reencontraste con Caramelo pero con Morita te va a costar un poco más porque está en Salta…
-Ya le dije a Primo que, en cuanto tengamos unos días libre, viajo con él a Salta. En cualquier momento nos ven por allá (Se ríe)
-Decís que no tuviste estrategia pero, en algún momento, formaste parte de “Los monitos”, el grupo más odiado de la casa
-Eso se dio medio de casualidad… Entramos a la casa y, la primera semana, me uní mucho a ellos pero no fue algo pensado, ni por casualidad. Yo creo que, si tengo que definirme, básicamente soy una persona sociable: me gusta conocer gente nueva, integrarme a los grupos y no busco el conflicto. De hecho, creo que el público valoró eso: que en este Gran Hermano no hubo grandes discusiones ni enojos. Con la realidad difícil que vivimos a diario en el país… ¿Quién tiene ganas de mirar un programa de televisión en el que todos pelean sin parar?.
Nacho Castañares y su relación con "La Tora"
A diferencias de otras parejas que se formaron en la casa -como la de Juliana y Maxi, por ejemplo-, Nacho y La Tora tardaron un tiempo en empezar a salir. Si bien se los veía compartir muchas actividades juntos y admitían tener una gran afinidad, fue recién después de unos meses que la relación se “formalizó”. En algún momento se dijo que ella estaba celosa de los mensajes que Nacho recibía desde que salió de la casa pero él lo niega terminantemente: “Lu es cero celosa y yo tampoco le doy motivos para que lo sea porque estamos bien juntos”, asegura.
-¿Conviven?
-No, cada uno tiene su casa y, ahora que mi papá está en Buenos Aires, vivo con él. Nos vemos mucho con Lu, tratamos de estar siempre juntos pero cada uno tiene su departamento.
-¿Qué planes suelen compartir los fines de semana?
-Todavía no tuvimos ni un fin de semana a solas, de esos en que te pedís comida y te encerrás a maratonear series porque estamos trabajando los dos a full pero entiendo que, con el paso del tiempo, la situación se va a calmar y haremos planes de ese tipo. También nos gustaría hacer algún viaje… ¡Tenemos mil proyectos pero nos falta tiempo libre! ¿Algo positivo? Si bien convivimos mucho tiempo en la casa podía pasar que, lejos de las cámaras, descubriéramos aspectos del otro que no nos gustaran y no pasó: Lu es un amor.
-¿Cómo está tu abuela Tesi ? La conocimos cuando te visitó en la casa y nos conmovió con su cariño por vos
-Mi abuela es lo más: recibir su visita fue uno de los recuerdos más hermosos que me llevo de Gran Hermano… Lo hablamos y me emociono. No hace falta decir que la amo con locura porque entiendo que todos vieron nuestro encuentro y se notó. El tema es que yo estaba preocupado por ella porque, cuando entré al programa, no estaba muy contenta con el proyecto: creía que el aislamiento y la exposición podían afectarme negativamente. Por eso fue clave para mi verla, comprobar que estaba bien y sentir su apoyo incondicional. Lo mismo ocurrió con mi papá: compartir esos días con él me ayudaron a transitar el último tramo del programa con más energía y seguridad.
-Se nota que Rodolfo y vos son súper compinches… ¿Nunca discuten como cualquier padre e hijo?
-Si, claro: tenemos nuestras diferencias. Pero la verdad es que somos muy unidos y nos encanta ir a la cancha juntos o ver un partido, sentados en el sillón, comiendo hamburguesas.
¿Nacho y Julieta juntos en la serie Elite?
Nacho Castañares nació el 21 de octubre del 2003 en Madrid, vivió hasta los 4 años y se mudó a la Argentina con su mamá cuando sus padres se separaron.
-¿Tenés recuerdos de tu infancia en España?
-¡Muchos! Yo me mudé a la Argentina con mi mamá pero viajaba varias veces al año a Barcelona -porque mi papá se había instalado allí- y me quedaba durante 4 meses asi que tengo un grupo de amigos, jugaba a la pelota alli y es un país que amo. De hecho, me escriben fans españoles y no puedo creer que hayan seguido el programa y hasta votaron para que gane.
-¿Te gustaría volver a vivir en España?
-No es algo que hoy me plantee ya pero… ¿Por qué no? Siempre es una posibilidad.
- Julieta Poggio nos confesó que su sueño es formar parte del elenco de la serie Elite… ¿Vos cómo te ves en ese proyecto?
-¡Me encanta! ¡Excelente idea de Juli! Es más, creo que podríamos ser dos hermanitos argentinos, medio perversos, y entraríamos perfectos en la trama. Asi que productores, ya saben: acá estamos los dos. (Se ríe)
-¿De verdad te gustaría actuar y hacer ficción?
-Mi papá es actor y es trabajo que siempre me gustó pero recién me empecé a plantear seriamente la idea cuando salí de la casa. Eso sí: quiero prepararme bien antes de aceptar un proyecto de ficción porque no quiero ser un improvisado. Voy a averiguar dónde puedo tomar clases de teatro y espero arrancar pronto porque me interesa la idea de filmar una película o una serie. Por ahora me concentro en lo que estoy haciendo como streamer y generando contenido para las redes mientras defino algunos otros proyectos para el futuro.
El valor de ser auténtico
-Tu mamá falleció 5 meses antes de que entraras en la casa... ¿Qué pensás que te diría ella hoy si viera hasta dónde lograste llegar en el juego y lo mucho que te quiere la gente?
-No tengo dudas de que estaría muy orgullosa de mi y, es más, ella me hubiera apoyado -como mi papá- desde el primer día en que decidí hacer el cásting para el programa. Algo que me pasó y creo que todos los que siguieron el programa pudieron ver es que, cada vez que estaba angustiado y pensaba en ella, aparecía una mariposa y yo siempre lo relacioné con que esa era la señal que me mandaba de que aprobaba lo que estaba haciendo.
-Si alguien quiere enviar un video para quedar seleccionado en el cásting del próximo Gran Hermano te pidiera un consejo para ser elegido... ¿Qué le dirías?
-Que sea muy auténtico: que no mienta ni simule ser alguien que no es. Ya pasó la época de los grandes estregas y el juego con complots y engaños. Hoy se premia otra cosa y a mi me parece perfecto. También le diría que disfrute cada minuto de la experiencia, que no se amargue por nada y sepa que sólo es un juego en el que lo mejor es pasarlo bien.
Fotos: Alejandro Carra.
Videos: Miranda Lucena.
Producción y estilismo: Sofía Perez y Santía.
Maquilló y peinó: Natalí Pomasoncco para Sebastián Correa Estudio.
Agradecemos a: Kiwano, Bourbon y Chana Club.
