Los productores que se animan a dejar los controles para pasar del otro lado del vidrio del estudio son verdaderos aventureros de la canción. Mora es uno de ellos. El puertorriqueño de 26 años se convirtió en el nuevo ícono de la música urbana latina, desafiando a toda la industria con su frescura reggaetonera.
En diálogo con GENTE para Dar la nota, el compositor explicó cómo fue construir su camino: “Me gusta estar siempre en control de toda la situación. Y produciendo podía tenerlo pero, a última hora, la canción no es mía ¿me entiendes?”. “Terminaban usando mis pistas para cosas que a mí no me llenaban”, advirtió. Es por eso que empezó a ganar terreno sobre su propio trabajo.
Mora armó un círculo de productores fieles con los que trabajó en Paraíso, el segundo trabajo de estudio que sacó este año y que tiene apenas días circulando por internet. Sobre la técnica a la hora de componer, señaló que trabajan a modo surfista: “No hay un proceso straight. Simplemente fluimos y vemos como se da”.
Los argentinos saben de su talento y lo buscaron. Duki, Cazzu, Nicki Nicole y Tiago PZK ya trabajaron con él. “Me gusta mucho el movimiento que está saliendo de Argentina, pues porque lo más importante es que tienen su esencia. Son bien centrados en eso, y les va muy bien”, analizó. Mientras tanto, fantasea con una colaboración con María Becerra. “Me gusta el toquecito que le está dando a su flow”, expresó, preciso.
Reggaeton y amistades inesperadas: habló de su vínculo con Bad Bunny
El gran reconocimiento para Mora llegó después de la colaboración con Bad Bunny en “Volando” y “Una Vez”. El referente del género urbano lo invitó a presentarse en los dos estadios de Vélez que hizo en Buenos Aires. No solo se subió al escenario para sus featurings, sino que le cedió a la audiencia para que cantara dos de los hits de Microdosis, el disco que sacó en abril.
- ¿Por qué crees que los featurings se transformaron en un infaltable dentro de los últimos lanzamientos de la industria?
- Siempre van a ser importantes, está cool. Hay otra gente sonando por ahí, tú no eres el único artista en el mundo. Yo pienso que los featurings ayudan mucho a juntar dos públicos diferentes bajo un mismo techo, uno al que quizás yo no le he llegado todavía y viceversa. El featuring abre las puertas para esas personas vengan y escuchen lo que yo tengo para ofrecerles.
-¿Cómo ves el presente del reggaeton como género?
- Yo pienso que, desde que llegó el reggaeton, no hay quien lo saque. Llegó para quedarse. Obviamente tendrá sus altas y bajas como todo, pero pienso que ya se convirtió en una esencia y es algo que no... yo no puedo dejar de hacer reggaeton ¿me entiendes? Están saliendo cosas nuevas, pero el reggaeton siempre, siempre va a estar ahí.
Lo cierto es que con Bad Bunny más que colegas son amigos y, aunque menciona que no va a contar intimidades del vínculo, relató la dinámica entre ellos. “Él es una persona muy cool, yo ni trato de verlo como Bad Bunny, es Benito Martínez. Me hice muy cercano a todo su círculo, ya es una vibra diferente: llego y soy uno más del corillo”, reveló con una sonrisa.
“Desde el principio me abrieron las puertas y nunca han tenido un 'no' para mí. Son parte de mi círculo de amistades. En todo lo que me pueda ayudar, lo va a hacer, y yo con él también”, sentenció. “Es como si no fuese famoso, es mi amigo y ya. No lo veo como un Dios, trato de verlo como una persona normal, y creo que eso es lo que me ha hecho ganar su confianza y la de su círculo entero”, reflexionó.
El día en que Mora no reconoció Bizarrap
Con este mismo espíritu, recordó el (des)encuentro que tuvo con Bizarrap en un estudio de Miami: no lo reconoció porque no estaba con su look característico de anteojos y gorra. “Salí a los pasillos, él se me pegó y me saludó. Yo lo saludé por cortesía porque no sabía... Él vio que yo me había quedado con cara de confusión. Lo reconocía pero no lo reconocía. Fue bien raro. Y entonces me dice: ‘Soy yo, el Biza’ y yo me quedé como ‘¡¿qué?!’”, relató entre risas sobre el encuentro inesperado que forjó la amistad entre los colegas.
