Mateo Sujatovich (31) es popularmente conocido como 'El Ruso' gracias al proyecto musical que creó hace tan solo cuatro años: Conociendo Rusia. Como una necesidad de encontrarle una 'vuelta de tuerca a las melodías'-con las que convivió desde que llegó al mundo-, se transformó en una de las nuevas figuras del rock nacional. Nacido para rockear, Mateo es el protagonista de la sección Dar La Nota de GENTE esta semana.
"La música era muy natural en mi casa, era como hablar castellano", asegura, sin poder recordar aquel primer acercamiento a una canción. "Mi relación con el piano, con ese mueble, es un poco lo que para mí representa el inicio de mi relación con la música", añade luego.
Sentado en los camarines de la redacción de GENTE, con un café negro en mano, revela que nunca tuvo interés en dedicarse a otra profesión. Todos sus trabajos estuvieron relacionados a lo artístico: fue profesor de guitarra, tocó como músico sesionista para otros artistas, hizo canciones para la televisión, produjo jingles publicitarios y formó parte de una banda de 'eventos'.
"Tocar en fiestas estuvo bueno, fue muy divertido. Toqué en millones de casamientos, Bar Mitzva y cosas así. Fue de mis primeras changas, me fui a vivir solo con un amigo y fue uno de mis primeros trabajos. Tenía 18 o 19 años, creo. Me gustaba, hacíamos canciones de rock nacional (se ríe)"
Una familia de artistas
La familia de Mateo está integrada por su papá Leo Sujatovich, pianista, tecladista y compositor, su mamá María Alejandra, psicoanalista, y su hermana Luna, cantante, y un año mayor que él. La casa de los Sujatovich se encontraba en el barrio porteño de Belgrano y fue el epicentro del universo musical en el que 'El Ruso' creció, aunque ese deseo por ser un artista, se despertara más tarde en la adolescencia.
De pequeños, los hermanitos Sujatovich, tomaban clases de piano con la abuela Pichona, mamá de Leo, quien fue una docente de piano que tuvo entre su alumnado a cientos de artistas porteños, entre ellos, a un muy joven Charly García.
Por su parte, Leonardo Fabián Sujatovich, más conocido por su nombre artístico Leo Sujatovich, es reconocido por sus trabajos junto a Luis Alberto Spinetta, principalmente en Spinetta Jade, y varias bandas de rock nacional como PorSuiGieco y grupo Tantor; y famoso por haber introducido en la música argentina el uso del sintetizador. Herramienta muy utilizada hoy en día.
-¿Alguna vez sentiste que era tu destino dedicarte a la música?
-Nunca tuve presión por ser músico, la música siempre fue algo muy natural. Creo que cuando tenés como ejemplo a un padre y una madre que hacen lo que vos hacés, siempre hay un punto de comparación, que a veces puede ser negativo, pero la música siempre fue algo muy fluído para mí.
-Cuando decidiste crear Conociendo Rusia, a tu papá le mostraste tu primer álbum recién cuando estuvo terminado ¿por qué?
-Porque venía trabajando mucho con él y al ser mi primera apuesta propia quería que no esté influenciada. Mi viejo es una persona que quiero, de la cual aprendí mucho, compartí mucho, siempre fue muy generoso conmigo pero nunca nos planteamos tener un proyecto juntos ni nada. Con mi hermana tampoco.
-¿Cómo es tu relación con Luna?
-Somos simplemente hermanos que se dedican a lo mismo y que por supuesto, al ser los dos músicos, hablamos de música, como dos hermanos arquitectos hablarían de arquitectura (se ríe) pero no, cada cual va con lo suyo. Obvio nos mostramos cosas, nos tiramos centros y buena onda siempre.
-¿Qué influencia tuvo tu abuela en tu vida?
-Mi abuela fue una persona muy querida y querible, era divina, fue una gran abuela hasta mis diez años. Tomé clases de piano con ella cuando tenía 6 o 7 años, era muy chiquito. Fue una gran abuela el tiempo que la tuve.
Su vida en España y la fantasía de jugar al fútbol
A los 12 años, Mateo, debió mudarse junto a su familia a Madrid. Era el año 2003 y Leo Sujatovich le propuso 'probarse' en el Real Madrid para desarrollar otra de sus pasiones: el fútbol. Hincha de Boca y simpatizante de Atlanta, 'El Ruso', confiesa que como todo niño quería jugar profesionalmente hasta que se dio cuenta que "no era algo para él".
"Cuando jugaba era de hacer goles, estar ahí adelante, en plan delantero… pero me gusta jugar en cualquier posición", asegura, aunque detalla que actualmente no lo hace más porque tiene una "rodilla rota". Sin embargo, practica otros deportes, como el golf, el tenis y el pádel, para distenderse.
-¿Volverías a vivir en España?
-Si, pero la verdad, me cuesta pensarme viviendo en otro lado. Creo que no lo voy a hacer nunca (se ríe). Por ahí también viviría en México, que es otro lugar importante para hacer música, pero sino me quedo acá. Me parece increíble este país.
-¿Cuándo viviste en Madrid te influenciaba la cultura de alla?
-Cuando viví en España fue el momento que más rock argentino escuché. Era mi modo de estar cerca, yo extrañaba Argentina, quería vivir acá, y entonces me nacía cada vez más sentirme cerca de Buenos Aires.
-¿Cómo fue tu regreso a Buenos Aires y el surgimiento de tu deseo por hacer música?
-Volví a Buenos Aires y entré a estudiar en segundo año en el colegio secundario, ahí conocí a Joaquín Carámbula (Hijo de Berugo Carámbula), él era músico, tenía sus proyectos y quería armar una banda, entonces me invitó a participar. Con Detonantes (banda que formaron) empecé a transitar las primeras veces de exposición, yo era un poquito más tímido y con el tiempo me fui encontrando en todo eso. Aprendí a tocar, a producir una banda, a combinar dos guitarras, a poder transmitir a los demás lo que yo quería, aprendí a tocar arriba de un escenario y expresarme.
-El año pasado combinaste tus dos pasiones: cantaste el himno en un partido de Argentina ¿cómo fue esa experiencia?
-Fue divino porque mezcló todos los gustos: fútbol y música. Cantar el himno en la cancha con la Selección ante Brasil, fue buenísimo.
-¿Te gustaría que alguna canción tuya se use en la cancha para alentar?
-Sería increíble ¿no? ¡Ojalá! Yo creo que todas mis canciones se pueden futbolizar. A mi me gusta mucho el fútbol, soy hincha de Boca y tengo simpatía por Atlanta, gracias a Conociendo Rusia que me acercó mucho a Villa Crespo.
Conociendo Rusia: un proyecto que surgió por causalidad
En 2018, Mateo Sujatovich presentó 'Conociendo Rusia' un EP homónimo que sin imaginarlo lo puso en boca de todos. Él tenía 27 años, venía de trabajar en proyectos musicales junto a su padre y junto a otros músicos, pero se encontraba 'perdido'. En ese momento, la separación de una novia con la que convivía, fue determinante para que decidiera hacer sus propias composiciones. "Entré en crisis en todos los aspectos de mi vida y ese fue un disparador para mí, para salir a escribir", confiesa.
Luego del éxito de su primer álbum, llegó 'Cabildo y Juramento', disco que terminó de posicionarlo dentro de la nueva escena de referentes del rock nacional. "Como al primer disco le había ido bien -pero era muy corto- y yo estaba empezando a hacer conciertos grandes acá ¡Necesitaba más canciones! (se ríe). En esa época me las tenía que rebuscar para hacer al menos una hora de show, tenía que sacar otro disco porque no podía hacer un show largo. Fue esa necesidad (se ríe)", asegura.
El año pasado, Mateo presentó 'La Dirección', su último trabajo discográfico con el cual emprendió su primera gira con banda a México, y en breve partirá hacia España, Ecuador, Colombia y Paraguay, entre otros países. Además, el próximo 5 de noviembre Conociendo Rusia se presentará por primera vez en el estadio Movistar Arena. "Falta mucho, pero lo tengo todo en mi cabeza. Estamos a full con la organización y un mes antes del show, voy a empezar a ensayar", detalla.
-¿Sos una persona que se propone componer y lo hace? ¿O surge más natural?
-En ese momento (Cabildo y Juramento) fue así, hoy ya es todo distinto. En esa época me propuse hacer el disco, empecé a componer y aparecieron las canciones. Lo produje con Nico Cotton, y sin saber muy bien qué estábamos haciendo, hicimos ‘Cabildo y Juramento’.
-¿Es un desafío hacer canciones en esta era de trap y música urbana?
-No lo pienso así. Yo escucho los músicos que me gustan, más allá del género. Aunque me considero un porteño bastante tradicional y clásico, por eso siento que mi música transmite eso. Pero la verdad es que no escucho tanta música, entre los conciertos, los viajes y componer… me hice bastante fan del silencio (se ríe). A veces la música me desconcentra un poco. Por ejemplo: no puedo leer y escuchar música al mismo tiempo, siento que es una cosa o la otra.
-¿Sentís presión a la hora de sacar música? ¿Como si tuvieras que superar cada trabajo?
-Cada vez siento un poco más de presión, lamentablemente.
-¿Le das importancia al tema de las reproducciones y los números?
-Es algo que es importante, bah es parte de mi trabajo, pero no siento que sea lo principal a la hora de hacer música. La música se hace y todo lo otro viene después, yo prefiero pensarla sin contemplar los números. Eso no tiene nada que ver con el arte. Una obra no se mide por eso, que una obra sea exitosa, buena o interesante, para mi no está relacionada con los números.
-¿Cómo te llevás con las colaboraciones?
-Siento que no tengo nada que ver con eso, yo formo parte de otro modo de hacer música. Para mí, en este momento, colaboré con muchos músicos (Leiva Fito Páez, David Lebón). Conociendo Rusia tiene cuatro años e hice canciones con gente súper importante. Donde haya algo lindo para hacer: yo encantado.
-¿Con quién te gustaría hacer algo?
¡Con miles! Con Andrés Calamaro, con Julieta Venegas, Mon Laferte, Natalia Lafourcade, Wos, Bándalos Chinos, Zoe Gotusso, Rosalía y Paul McCartney (se ríe).
-¿Mostrás mucho de vos en tus canciones?
-Totalmente. Todo es personal, hasta lo ficticio es personal. Si sale de mi muñeca es porque tiene que ver conmigo.
-¿Qué hay de cierto en que ‘El Ruso’ es tu alter ego?
-Yo creo que nunca dije eso verdaderamente. Cuando empecé con la banda me apodaron así, antes solo un par de amigos me decían Ruso. Lo cierto, es que eso me permtió jugar un poco más con la ropa, en un principio, y con una imagen que era muy distinta a la de Mateo un martes a la tarde. Era todo en un plan más personaje, pero con el tiempo todo se fue entrelazando y ahora no existe tal división.
La exposición: entre las redes sociales y un proyecto televisivo
Mateo mantiene un perfil bajísimo con respecto a su vida privada. A diferencia de muchos artistas, él utiliza sus redes sociales para mostrar sus procesos musicales y comunicar el día a día de Conociendo Rusia. Sin embargo, en breve, dará un paso muy importante en su carrera: se sumará como coach vocal en La Voz Argentina, el reality de canto que mantiene en vilo al país, y formará parte del Team Lali.
Luego de que un joven interpretara su propia versión de 'Cabildo y Juramento' (sencillo que lleva el mismo nombre que el álbum) y quedara seleccionado en el equipo de Lali Espósito, la propia artista lo convocó para la etapa de batallas del certamen musical. "Me invitaron a sumarme como coach vocal en el equipo de Lali y obviamente dije que si, me pareció un planazo. La conocí, es una genia absoluta. Una copada total", reveló.
-¿Estás preparado para la exposición televisiva?
-A mi el universo de las cámaras me parece muy divertido. Vamos a ver cómo repercute. Es una locura.
-¿Te gustaría hacer ficción?
-Si me llega una apropuesta buena y que cuadra con las cosas que estoy haciendo… puede ser. Si, me gusta.
-¿Cómo te llevás con las redes?
-Bien y horrible (se ríe). A veces las odio, y a veces las necesito y las quiero. Me da fiaca usar las redes, me gustaría no tener que mostrar nada de mí. Por otro lado, me parece que está buenísimo porque me sirve para comunicar lo que quiero comunicar, es un buen canal. Ahí sí me gustaría que existan El Ruso y Mateo (se ríe).
-¿Lees los comentarios?
Si, la gente es muy cariñosa conmigo. Ahora, por suerte, hace mucho no me hatean, o quizá hay gente de mi equipo que me borra los malos comentarios (se ríe), pero hace mucho que no recibo cosas feas.
-¿Te afecta?
-Todo afecta. Creo que por más que estés bien parado, que alguien te diga algo feo nunca es lindo. Obviamente yo intento darle la menos cantidad de bola posible a aquellos que tienen mala intención.
Ph: Fabián Uset
Audiovisuales: Manuel Adaro
Productora: Caro Gagliardini
Make Up: Elizabeth Flecha para Sebastian Correa
Estilismo: Renata Maccione
Agradecimientos marcas: Raimondi, Protesta, Ay not dead
