Bizarrap es el nombre artístico de Gonzalo Julián Conde, el productor más exitoso del momento. El joven de 22 años inició su carrera con una laptop Lenovo y un programa de prueba del software FL Studio. Actualmente es el DJ con el que todos los artistas quieren trabajar, pero para eso deben ir a grabar a la casa de sus padres en Ramos Mejía, puntualmente a su habitación.
El pasado mes de diciembre Bizarrap se convirtió en el argentino más escuchado en el mundo, superando a Paulo Londra. Sus números de reproducciones crecen de manera exponencial y su futuro en la industria parece no tener techo. Sin embargo, Julián Conde, es un joven de bajo perfil, algo tímido y que adora su barrio como nadie.
Biza comenzó a construir su "imperio musical" con una idea sencilla: invitar músicos de la escena actual para hacer canciones en su casa. Sin embargo, sus famosas BZRP Music Sessions tuvieron tanta repercusión que logró colaborar con artistas internacionales como Nathy Peluso y Nicky Jam.
Sin embargo, la esencia de sus sesiones es siempre la misma. Todas las Music Sessions se graban en su habitación, el cuarto donde duerme desde que nación y en donde ha dado sus primeros pasos en la música. “Todos ya conocen el empapelado de mi pieza porque lo tengo desde los doce años. Todo es muy orgánico, no es que fue pensado por alguien, sino que se dio solo y me brindó la identidad que tengo hoy”, contó en una entrevista con Julio Leiva en La Caja Negra.
Por qué Bizarrap no quiere dejar de grabar en su cuarto
Hace un tiempo atrás el productor explicó los motivos por el cual, a pesar de su gran éxito, sigue grabando las sesiones desde su habitación. Actualmente el trapero vive con sus padres, quienes según él "ya están acostumbrados al ruido" a pesar de grabar "a los gritos" a la madrugada.
"Mi cuarto es toda mi vida" aseguró el artista en diálogo con Generación Perdida, programa que conducían Santiago Maratea y Sofía Carmona en Vorterix. Al ser consultado por el interés de la gente en conocer su habitación, Bizarrap aseguró que se lo toma de manera muy profesional y solo deja ingresar músicos.
"Desde que empecé con las sesiones yo lo tomo como 'mi estudio'. Ya no entra nadie, solo entran los artistas" afirmó a pesar de confirmar que continúa durmiendo en ese mismo lugar, y que tiene su ropa y sus objetos personales a la vista.
"Yo arranqué en ese cuarto, sigo en ese cuarto y no me quiero ir" aseveró sincero mientras confesaba que desde su explosión recibió infinidad de propuestas para mudarse a "un mejor estudio de grabación". Sin embargo, el productor aclaró que no cree que se va a quedar toda la vida en su cuarto pero que considera que es un ambiente "intimista" y que desde su casa tiene la posibilidad de hacer canciones que se escuchan en todo el mundo.
