Cacho Fontana, una de las voces más icónicas de la radiofionía argentina, murió este martes 5 de julio. La noticia tiene una triste coincidencia: se da a pocas horas de la muerte de Liliana Caldini, la madre de sus hijas, que tenía 70 años.
"Cuento con una voluntad de adolescente –una palabra que quizás no me corresponda–, pero la elijo porque tengo muchas ganas de trabajar. Puede parecer un poco insólito considerando las posibilidades que el país les da a los hombres y mujeres con voluntad a esta altura del partido. Pero yo me siento bien y me gustaría trabajar, para tener mi mente ocupada. Quiero evolucionar en lo mismo que he realizado hasta ahora", decía Fontana a GENTE en 2020 cuando se le preguntó si pensaba que iba a vivir tanto.
Nacido en el barrio porteño de Barracas el 23 de abril de 1932, Fontana fue una voz inconfundible de la radio entre 1950 y 1990, aunque su permanencia en los medios perduró y perdurará para siempre.
Sus inicios se dieron como animador en el cabaret Chantecler, que estaba emplazado en Paraná al 400 y en el café Tango Bar: pero, hay que decirlo, su gran salto profesional se dio cuando pisó por primera vez un estudio de radio.
Su primer trabajo fue como locutor suplente de Julio César Barton y reemplazó al entonces notorio Jaime Font Saravia como animador de "El relámpago", programa que se desarrollaba en la redacción de un diario.
Entre 1955 y 1966 fue la voz de Radio El Mundo, una de las emisoras más lengendarias de la argentina y luego se pasó al equipo de Radio Rivadavia en donde relató junto a José María Muñoz y Enzo Ardigó el mundial que se jugó en Inglaterra, el único que no contó con transmisión televisiva en el país. En esa frecuencia hizo "Fontana show", uno de los grandes hitos de su carrera.
