Si bien la relación entre Luciana Salazar y Martín Redrado siempre estuvo rodeada de sombras, cada vez van saliendo más datos a la luz. En pleno litigio judicial, ya sin nada que los una en lo que refiere al amor, se tiran con munición pesada y no se tienen piedad.
La relación entre ellos comenzó en marzo de 2010, mientras ella estaba dando sus primeros pasos en el Bailando por un sueño. Fue tan sorpresivo como contundente. Los medios hablaban en aquel entonces de “el romance del año”. Sin embargo, un año después tuvieron su primer distanciamiento.
Redrado no tenía cerrada su separación de Ivana Pagés, madre de sus dos hijos, y eso se transformó en un conflicto. Tras un año distanciados –en ese lapso a Luli se la relacionó con Luis Miguel- se reconciliaron en marzo de 2012. Una vez más empezaron a mostrarse juntos y felices.
Estuvieron dos años juntos y en 2015, una vez más la misma historia. Martín la dejó y empezó una relación con Amalia Granata que duró tan solo unos meses. Finaliza, regreso a los brazos de Salazar. Como en cada oportunidad, con tormentos en el medio, a mediados de 2017 se volvieron a separar. Sin embargo, aquí comenzó un nuevo capítulo.
Transitando caminos diferentes, ella eligió ser madre a través de la subrogación de vientre. Y aquí empieza una de las dudas existenciales que aún, pese al paso del tiempo, nadie tiene claro. Si bien los protagonistas hablaron en más de un oportunidad del tema, hasta es complejo creerles.
Cuando iniciaron los trámites y eligieron a la mujer gestante, se dijo que él había sido el donante de esperma, pero lo negaron. En contrapartida, a través de Ana Rosenfeld, abogada y amiga de Salazar, se supo que lo que sí había hecho Redrado, era pagar el elevado costo del tratamiento.
En diciembre de 2017 nació Matilda y desde entonces hasta hace no mucho, el economista fue a verla varias veces, le hizo innumerables regalos. En el medio, los rumores que multiplican, a la par de las negativas constantes de Luciana reiterando, una y otra vez, que él no es padre biológico. Si se reconoce que existe un millonario acuerdo entre los dos en bien de la nena.
Este verano pasaron por la enésima reconciliación y separación. Todo fue muy rápido, pero, al igual que las anteriores, en medio de un escándalo. ¿Lo distinto? Que ahora van a ir a juicio, hasta las últimas consecuencias. Todo indica que esta vez sí no habrá marcha atrás, como en anteriores ocasiones.
A propósito de esto, Luli contó en Agarrate Catalina (La Once Diez) por qué desea ir hasta las últimas consecuencias. “Ir a juicio es una demostración para que puedan salir a la luz cosas tapadas. Me viene perfecto... Por eso no quise conciliar. Además, contrademandé, dijo y agregó: “En lo penal hay una querella que no nos llegó, pero a eso también va a haber una respuesta”.
