Fue un año con importantes logros profesionales para Laurita Fernández quien se dio el lujo de pasar por todos los rubros con éxito. Su labor en “Bienvenidos a bordo” por el trece, el papel que realizó en la película “Granizo” junto a Guillermo Francella y “El Método Grönholm”, la obra que la mantuvo sobre las tablas hasta este fin de semana. Y mientras se prepara para un 2023 que la tendrá al mando de “Matilda, el musical”, la artista habló con GENTE de su presente laboral y de su flamante relación con Peluca Brusca.
Más allá de la actuación, sin dudas, la gran revelación la dio al encabezar un ciclo diario en uno de los canales más importantes de la tevé abierta. “Fue una sorpresa enorme la aparición de este proyecto y cómo se fue desarrollando. Era por dos semanas y terminamos estando todo el año. Es una alegría enorme porque nos divertimos mucho haciéndolo con mis compañeros y las familias que vienen a participar”, confiesa.
“Me encanta porque los que vienen los veo re conectados con el programa y tienen muchas ganas de jugar, más allá de ganar. Es muy increíble y agradezco cada día porque me identifico con el momento en el que yo iba a la tele para poder ser parte de un programa. Hoy tengo la posibilidad de estar de este lado y trato de hacer todo lo posible para que se sientan cómodos”, agrega Laurita.
-Además de conducir, ¿sos de las que se involucra en las decisiones de producción?
-Si, a full. Estoy súper involucrada y hay que decir que también me dan el lugar para hacerlo. Yo me fui animando con el tiempo porque al principio no me metía tanto, pero cuando fui ganando experiencia y me sentí más confiada me fui haciendo parte. Al estar empapada en lo que vamos a hacer a mí me permite desarrollarme mejor. El de estar delante de cámaras es un trabajo que me encanta, pero detrás también. En ese sentido, fue un avance este año el hecho de poder aprender de distintos colegas.
-¿De quiénes tomas tips?
-Estoy siempre en contacto con Guido Kaczka y le pregunto un montón de cosas. Él es el productor general de mi programa y, como el resto del equipo que trabaja conmigo, me ayuda un montón. Después también veo a otros conductores como televidente y tomo algunas cosas. De la misma forma lo hago con las cosas que no me gustan tanto porque de todo se aprende. Trabajo en la tele y me gusta ver la tele. No soy como esas a las que le pasa lo contrario. Entonces todo me sirve.
-¿Hay algo en la conducción que para vos represente un límite y que por eso no harías?
-No me sentiría cómoda haciendo espectáculos o chimentos porque no es un terreno en el que yo me muevo. Ese es uno de los rubros que no haría y tampoco el de las noticias porque tampoco me imagino en eso. Me gusta más el entretenimiento.
-¿Cómo se vive la competencia por el rating?
-Uno está todo el tiempo atento porque entendemos que la tele ronda en base a eso, pero no es algo que me vuelve loca si va como espero o si no va tanto como se pretende. Siempre busco quedarme conforme con el programa que hicimos. Después, en base al recibimiento que tuvo, puede girar para un lado u otro con el objetivo de ajustar algunas cosas. Nosotros buscamos un buen número, pero a raíz de algo que nos guste hacer.
Laurita Fernández cuenta cómo nació su historia de amor con Peluca Brusca
Entre extensas jornadas de grabaciones y charlas vía celular post programa, una cosa llevó a la otra y la conductora se terminó enamorando de su productor. Ella confiesa que todo se dio naturalmente. Se gustaron y dijeron ‘por qué no intentarlo’. Y así se transformaron en una de las parejas más candentes del segundo semestre de 2022.
“Yo soy relajada a la hora de vivir el día a día y encontré a alguien que vive de la misma forma. Eso a mí me gusta. Me siento acompañada, acompaño y nadie interfiere con nada. Es importante porque el otro tiene que entender las aristas más lindas y complicadas de la profesión”, afirma mientras se ruboriza.
-¿Cómo dieron el primer paso para pasar de ser compañeros de trabajo a comenzar una relación afectiva?
-Se fue dando. La verdad es que todo el año hablamos porque yo estaba muy metida en el programa, tal como te decía hace un rato. Somos dos fanáticos del trabajo que estábamos involucrados todo el tiempo. Empezó a pasar que hablábamos más de lo común, me preguntaba cómo me iba en otros trabajos y, a partir de ahí, nos dimos cuenta que nos gustaba la compañía del otro. Un día nos encontramos fuera del trabajo… y de pronto vi a alguien que no estaba viendo. Alguien a quien quizás esquive mirar todo el año. Hoy la verdad es que es una persona hermosa y agradezco a la vida haberla conocido. Yo soy muy feliz.
-Se te nota en la sonrisa.
-De eso se trata la vida. Hay que disfrutar. Todo es sorpresa y felicidad.
-¿Cómo reaccionaste el día en el que te invitó a salir?
-Cuando me invitó por primera vez a vernos en privado le dije que no daba por quiénes somos y el rol que ocupamos cada uno en el programa. Lo negamos, lo negamos y lo negamos hasta que dijimos ‘no le estamos haciendo mal a nadie’ y ahí nos relajamos.
-¿Es un desafío poder manejar el hecho de trabajar con una pareja?
-Sabemos manejar muy bien el vínculo laboral y personal. Eso era muy importante. La realidad es que tenemos roles diferentes en el programa y eso me gusta. No ocupamos el mismo papel así que nuestras tareas, horarios y obligaciones son distintas. Nuestro vínculo laboral es el de siempre. La única diferencia es que elegimos vernos en la vida personal también.
-¿Qué te enamoró de él?
-Su alegría, sin dudas… y su manera positiva de ver las cosas. Él tiene eso de ir para adelante siempre. Me encanta la buena vibra que tiene todos los días.
-¿Es algo que necesitabas o que te faltaba para “brillar” en este año?
-No. Yo soy partidaria de que quizás una persona no necesita de otro. Y yo tampoco es que estaba buscando algo. Nos encontramos y eso es lo lindo de esta relación. ¡Fluyó!
Fotos: Christian Beliera y Fabián Uset.
