El príncipe Harry rompió un record de ventas al vender más de 1 millón y medio de ejemplares en un día de su libro autobiográfico llamado En la Sombra. En esta publicación cuenta toda su vida y experiencias ocultas como miembro de la realeza británica.
El duque le dedicó varios capítulos al trato que recibió su esposa, Meghan Markle, por parte de su familia: “No había previsto este nivel de mentiras sin límite. Ante todo no me había preparado para el racismo. Ni para el racismo soterrado, ni para el racismo evidente, vulgar y escupido a la cara”.
También apuntó a la prensa y los múltiples titulares que le dedicaban: “No daba crédito. Se me heló la sangre. Estaba furioso, aunque sentía algo peor: vergüenza. ¿Mi madre patria? ¿Actuando así? ¿Con ella? ¿Con nosotros? ¿En serio?".
El libro, publicado en más de 15 idiomas y ya considerado best seller, cuenta con una tierna dedicatoria: “Para Meg, Archie y Lili... y, por supuesto, mi madre”.
La confesión del príncipe Harry sobre la muerte de Lady Di
El príncipe Harry reveló que “solo lloró una vez” durante el icónico entierro de Lady Di. La entrevista a corazón abierto que brindó a la cadena británica ITV promete ser una verdadera bomba en donde confiesa que se siente “culpable” por la incapacidad de conmoverse ante esa situación.
En esa charla, contó que cuando su padre le comunicó la noticia él estaba en el castillo escocés de Balmoral y ni siquiera lo abrazó. Un verdadero golpe que tuvo que transitar en soledad y ante la fría actitud de su progenitor.
Otro de los hechos incómodos que tuvo que sortear también tiene base familiar: su tío, Carlos Spencer, se opuso a que él y William escolten el ataúd que contenía los restos de la princesa en el último adiós. El Conde consideró que era “una barbaridad” la presencia de los menores en ese momento.
“Había 50.000 ramos de flores para nuestra madre y ahí estábamos, estrechándole la mano a la gente, sonriendo…”, fue el primer recuerdo que se le vino a la cabeza a Harry. Es que esa situación se contraponía a la realidad: ellos apenas eran capaces de llorar a su propia madre.
“Todo el mundo pensaba y sentía que conocía a nuestra madre, y las dos personas más cercanas a ella, las dos personas que ella más amaba, no pudieron mostrar ninguna emoción en aquel momento”, lamentó.
