Las tradiciones van mutando de acuerdo al país. Cada región tiene sus propias teorías y costumbres, que van pasando de generación en generación. Incluso eso se aplica a los tiempos que corren, con la llegada de Navidad y Año Nuevo. Si nos enfocamos en estas fechas, sobre todo en la primera, en Estados Unidos los regalos se abren el 25 a la mañana.
No hay imposición ni persona que se aleje de este ritual que marca a los estadounidenses. Festejan, se van a dormir, y al otro día, a medida que los integrantes de la familia se van levantando, se acercan al arbolito y recogen lo que les dejó Papá Noel. Algunos, sobre todo los más chicos, hasta ponen el despertador, para encontrarse con el presente lo antes posible.
Manu Ginóbili, quién se fue a vivir allá en el 2005, cuando debutó en San Antonio Spurs, retirándose en 2018, quiso imponer esa dinámica en Argentina, pero no tuvo éxito. Defendió su teoría, pero no logró su cometido. ¿Lo curioso? Su entorno fue su principal contra.
Todo comenzó con una iniciativa del periodista Sebastián Campanario. “Arranco con la campaña pro hábitos saludables de sueño. ‘El 24, Papá Noel llega 22:15’”, comentó y citó a Ginóbili en su declaración.
Con sus palabras buscó cambiar la tradición de los argentinos, que marca que pasadas las 12 de la noche, luego del brindis, todos corren a abrir sus regalos. Ante esto, Manu entró en juego: “¡25 a la mañana, Seba! Me extraña. Desayuno familiar, regalos y 8 horas de sueño”, escribió sin atenuantes.
Sin embargo, un día después el ex basquetbolista cambió de opinión. ¿Lo habrá debatido con su familia y lo hicieron cambiar de idea? Lo cierto es que, como si nada hubiese pasado, se echó para atrás en cuanto a su afirmación. “De la intención a la acción hay un largo trecho. Fui bochado contundentemente en mi propuesta”.
A continuación, agregó: “El Juez determinó que se abrirán los regalos pasada la medianoche y por ende no alcanzaré mis preciadas 7 horas y media de sueño. Debía aclararlo”.
