Ana Roselfed (66) atravesó su peor momento tras la muerte de su esposo Marcelo Frydlewski, de 67 años que se encontraba internado hace más de un mes en una clínica de Miami, Estados Unidos, luchando contra el coronavirus.
A pesar de estar vacunados, Ana y Marcelo se habrían contagiado con la variante Delta en medio de un viaje familiar a la ciudad estadounidense.
Si bien la abogada transitó la enfermedad sin complicaciones, el empresario terminó entubado e internado en terapia intensiva. Frydlewski pertenecía al grupo de riesgo tras haber sido operado hace tres años por cáncer de pulmonar.
Cabe recordar que Rosenfeld, apodada 'El terror de los maridos', ganó mucho prestigio en los medios de comunicación por ser la abogada de muchas famosas que se separaron de sus parejas como, por ejemplo, Wanda Nara y su ruptura con Maxi López.
La letrada y su esposo eran unas de las parejas más consolidadas del ambiente artístico y los negocios ya que se casaron hace 36 años, teniendo 31 y 30 años respectivamente, y al poco tiempo tuvieron a sus hijas Pamela y Stephanie, quienes también estudiaron abogacía como su madre.
Una de ellas vive en Estados Unidos, mientras que la otra reside en Buenos Aires. Ambas están casadas y tiene hijos pequeños.
Ana Rosenfeld y Marcelo Frydlewski son dueños de un lujoso departamento en Miami, donde adoraban pasar largas temporadas juntos y rodeados de sus hijas y nietos, y de uno de los yates más exclusivos de Punta del Este, donde también solían vacacionar.
Ambos eran fanáticos de viajar por el mundo y disfrutaban hacerlo juntos arriba de su costoso yate. Cuando cuplieron 31 años de casados, Rosenfeld y su marido festejaron con un viaje inolvidable a la India y Maldivas.
Al respecto, durante una entrevista, contó emocionada: “Fui con Marcelo porque cumplimos 31 años de casados. El programó todo, con una agencia de turismo del 20 de febrero al 20 de marzo. Nos alojamos en hoteles hermosos, antiguos palacios que los maharajás ya no pueden mantener. Estuvimos 3 semanas en la India y una en Maldivas y Sri Lanka. Volvimos por Doha, Qatar, que me resultó fascinante”.
