Doña Clotilde, también conocida como La Bruja del 71, es uno de los personajes más icónicos del Chavo del 8. El supuesto amorío de Angelines Fernández, la actriz, y Ramón Valdés, el actor que le dio vida a Don Ramón, es uno de los principales rumores que más los acompañó hasta su muerte. De hecho, están enterrados uno junto al otro en el cementerio de Coayacán.
Más allá de ese dato, hay otro muy importante de Angelines que estuvo guardado durante varios años. Ella, nacida en Madrid en 1924 con el nombre de María de los Ángeles Fernández Abad, fue parte de la Guerra Civil Española.
A los 14 años, la actriz vio cómo se desataba la contienda y no fue ajena a ello. Fernández siempre se caracterizó por tener un carácter fuerte y su adolescencia no fue la excepción. Casi de inmediato al estallido social, se hizo miliciana de la Confederación Nacional del Trabajo conducida por los anarquistas.
Las fotos de los historiadores la registran con otras chicas, todas de fusil y mameluco, el clásico uniforme militar de la época. Angelines Fernández estuvo en la defensa de Madrid en 1939, cuando Franco dijo: “La guerra ha terminado”. Sin embargo, ella siguió en la Resistencia y, según cuentan, fue el enlace con las personas que se refugiaron en los bosques para realizar ataques de guerrilla.
Cuando en 1947 el líder comunista Santiago Carrillo ordenó el final de la lucha armada contra la Guardia Civil. Ese mismo año, ya veinteañera, se fue de España rumbo a México y nunca más volvió a su tierra natal.
En tierras aztecas conoció a Ángel Caraza, otro madrileño que se había mudado en 1937. El actor la introdujo como partiquina en el teatro y radioteatro. Primero empezó a trabajar en Cuba y luego se mudó definitivamente a la capital mexicana donde continuó trabajando hasta conocer a Roberto Gómez Bolaños en la década del '70 y se transformó en la Bruja del 71 del Chavo del 8.
