Cuando Juana Viale, aún no estaba enterada de la feliz noticia. Fue allí cuando confesó que había perdido su celular tiempo atrás, y que no estaba en sus planes volver al plano de la conectividad virtual.
Asimismo, en el primer programa de La noche de Mirtha, la actual conductora sorprendió a sus invitados, y a más de un televidente, al explicar que hace ya más de tres meses que está desconectada del pequeño dispositivo móvil, algo bastante extraño e inusual en la modernidad de hoy en día.
La actriz también confesó que tanto la producción del programa como sus familiares están alterados con esta decisión, ya que encuentran sumamente complicado poder comunicarse con ella y arreglar los últimos retoques, tanto del programa como de los conflictos cotidianos que surgen día tras día: “Se me extravió, y ahora toda la producción que trabaja conmigo está a punto de una crisis de nervios”.
Ante la mirada atenta de Darío Barassi, Diego Leuco, Matías Martin y Martín Bossi, Juana aclaró que de volver a tener un celular en su bolsillo se inclinaría por uno de los retros, sin el deseo de comprarse un smartphone: "Si vuelvo, tengo muchas ganas de volver al sapito. Ése que es solamente teléfono”.
En la misma línea, Viale aclaró que sus redes sociales –en las cuales se muestra activa– son manejadas por su hija Ámbar, aunque sí dejó en claro que la joven no le lee sus mensajes privados y le informa cuando tiene que responder algo urgente.
“Hay vida. Es vida. Yo la paso, real, mucho mejor. Y me doy cuenta, por la observación de no tener teléfono, el consumo de teléfono en el otro", dijo Juana.
Además, la conductora se comunica vía mail con su hermano y el resto de los productores del ciclo de Eltrece, quienes le ruegan que vuelva a la comunicación 2.0.
Lejos de mostrarse preocupada o con ansiedad por volver a tener un teléfono móvil en sus manos, Juana manifestó lo contenta que está de sentirse desconectada de aquel mundo que causa adicción en más de una persona: “Hay vida. Es vida. Yo la paso, real, mucho mejor. Y me doy cuenta, por la observación de no tener teléfono, el consumo de teléfono en el otro. Te llama mucho más la atención. Yo estoy subsistiendo bien... El resto no. Pero bueno... me hace feliz”.
De esta manera, la nieta de Mirtha Legrand se sumó a la filosofía conocida como JOMO, The Joy of Missing Out, que significa la alegría de no estar presente, la cual promueve una fuerte desconexión con la tecnología y volver a los viejos hábitos de relacionarse con las personas mediante los encuentros cara a cara, las charlas y en todo caso, las llamadas por teléfono fijo desde la comodidad del hogar.
