La participante hizo público su enojo tras reiteradas cancelaciones.
Sofi Morandi (23) y Bruno Coccia integran una de las tantas parejas que por cuestiones de tiempo han tenido que ser reprogramadas para actuar en el Cantando 2020 (eltrece). A diferencia de algunos de sus compañeros que habían hecho público su malestar, la participante nunca había formulado críticas al respecto. Pero esta semana decidió descargarse, luego de ser dejada afuera de dos galas.
El pasado lunes, la influencer tenía que actuar en la ronda de Ritmo Libre del certamen e incluso protagonizó un pequeño cruce con Cachete Sierra. En su aparición, Sofi ya estaba lookeada con un catsuit, lista para presentarse. Sin embargo, no hubo tiempo suficiente y la pareja se quedó sin presentación.
Quedaron entonces reprogramados para el miércoles, pero la actriz no tenía mucha fe en poder llegar a presentarse, y no dudó en compartir su malestar en las redes sociales. En los comentarios, sus seguidores notaron que si cantaba Esmeralda Mitre, Morandi no iba a llegar a su performance.
Durante el programa, Sofi fue comentando minuto a minuto, y su humor cambió durante la previa de Luisa Albinoni. La actriz reconoció amar a los influencers y Sofi demostró su emoción. Sin embargo, mientras pasaba el tiempo, el malestar se hizo notar nuevamente en sus redes: "Ojalá el universo quiera que hoy entremos", escribió.
La influencer se tomó la situación con humor y compartió divertidas imágenes que acompañó con leyendas muy irónicas.
El buen humor de la participante finalmente se acabó al ser dejada nuevamente afuera de la emisión. Lejos de los divertidos memes que había compartido momentos antes, declaró que lo que le hicieron esta semana le molestó mucho: "Falta de respeto es que tengas que venir 3 o hasta 4 veces al pedo".
Sus seguidores apoyaron el reclamo de la cantante y trataron de calmar su enojo. El descargo alcanzó rápidamente más de 27 mil likes y montones de comentarios de aliento.
Para finalizar la seguidilla de tuits de la noche, Sofi compartió dos fotos con su vestuario, y le regaló a alguien su dedo del medio.
