Los dueños de una lavandería en Taiwán se convirtieron en influencers cuando comenzaron a producir fotos con las prendas abandonadas en su local.
Durante muchos años, los dueños de WanXiu Laundry, Chang Wan-ji (83) y Hsu Sho-er (84), se dedicaron al negocio de forma tradicional. Tanto que la vida podría haberse tornado monótona. Pero hace un mes algo hicieron algo que les cambió la vida.
Junto a su nieto, Reef Chang (31), realizaron una producción de fotos con ropa que los clientes dejan olvidada en el negocio. Y, en tiempos en los que la moda busca modelos diferentes, que desafíen los estereotipos de belleza marcados -entre otras cosas- por el culto a la juventud, no tardaron en convertirse en estrellas.
Subieron la primera imagen el 27 de junio y, un mes más tarde, ya tienen más de medio millón de seguidores atentos a los looks que proponen, con ropa usada y combinando estilos, Chang Wan-ji y Hsu Sho-er.
"Want show as young" (un juego de palabras en inglés que tiene que ver con mostrarse cómo jóvenes pero al mismo tiempo, por la fonética, remite al nombre del local) es el nombre de la cuenta que conquistó a los amantes de la moda alrededor del mundo. A eso siguió una serie de tomas con looks que incluyen desde camperas de cuero hasta delantales escoceses pasando por faldas midi, pantalones anchos y remeras oversize, entre otras prendas.
Los comentarios de los looks le suman su impronta a cada una de las piezas gráficas: "La miró como si estuviera hablando de algo, pero ella de repente se echó a reír. Este vestido de aspecto femenino fue olvidado por el dueño por alguna razón, pero la abuela lo levantó de nuevo. Además, quiero hablar sobre los anteojos de Wanji: un anciano de 83 años solía usar anteojos con montura dorada, pero un día cuando regresó de casa, se fue con un par de monturas negras", cuentan.
Aparte de contar la historia de la toma, dan detalles de las prendas: la camisa a cuadros fue olvidada hace más de 7 años, la de rayas, lleva 5 en el local, "los pantalones son propios y aunque son de trabajo están impecablemente planchados", el vestido y la camisa de flores están en la lavandería hace más de una década.
El proyecto comenzó con la idea de reactivar el negocio tras el freno impuesto por la pandemia. A eso se sumaba el hecho de que Reef veía que a sus abuelos cada vez les daba más miedo salir. "Los ví aburridos y quise alegrarlos", contó el impulsor de la cuenta devenido productor y fotógrafo.
