Se escandalizaron y la señalaron por su nude en el baño y en muletas a los 61 años, en otro gesto de adoctrinamiento patriarcal e ignorancia. Historia de un ícono rupturista que hoy sigue ejerciendo la libertad que siempre predicó.
Hace unas semanas y al borde de la censura de Instagram, con una publicación que obtuvo casi 900 mil likes y más de 31 mil comentarios, Madonna (61) sorprendió a sus más de 15 millones de seguidores. Con una “mirror selfie” en su baño, en topless, con un culotte negro a la altura de la cadera y sombrero estilo Piluso, la Reina del Pop se mostró “al desnudo”. “Cada uno tiene una muleta”, escribió con gracia la cantante, quien padeció y se recuperó de Covid-19 durante el mes de mayo. Ese posteo le valió mensajes adoctrinadores que indicaban que “estaba muy mayor” para mostrarse tal cual es –como si los cuerpos fueran algo a debatir–, y otros tantos empoderados de quienes la celebraron.
“La gente siempre dice que soy polémica, pero creo que lo más polémico que he hecho es seguir viva"
Madonna Louise Veronica Ciccone, fruto de la relación entre Silvio Ciccone (ingeniero de diseño en Chrysler y General Motors) y Madonna Louise Fortin (ama de casa, que murió de cáncer de mama cuando Madonna cumplió 5), nació en Bay City (Michigan) el 16 de agosto de 1958. En 1977 se mudó a NY y estudió danza contemporánea mientras posaba como modelo.
Su álbum debut fue en 1983, titulado Madonna, que vendió más de 10 millones de copias en el mundo. Su segundo disco, Like a Virgin (1984), con la producción de Nile Rodgers, la catapultó como popstar.
Después de desafiar a la Iglesia en su época de Like a prayer (su cuarto disco, 1989), la chica que supo trabajar como vendedora de donuts y hamburguesas fue más lejos y los noventa la encontraron sexualmente liberada. Lo volcó en el álbum Sex (1992), secundado por el polémico libro de fotografías de Steven Meisel que funcionó como un catálogo de todas sus fantasías.
“Las cosas eran sencillas cuando vivía en Detroit. No me preocupaba de nada excepto de mis novios. ¿Cómo podría ser algo distinto a lo que soy llamándome Madonna? Era ser esto o ser una monja”.
“Sé que no soy la que mejor canta ni la que mejor baila. Pero no estoy interesada en eso, sino en provocar al público y despertar su conciencia política”, decía por ese entonces. Tiempo después afirmó: “Si fuera otra vez una niña, me gustaría ser como mis fans: querría ser Madonna”.
El legado de Madonna incluye más de un récord en el Libro de Guinness Por ejemplo "Álbum femenino más vendido de la historia", "Video musical más caro" (Express Yourself) y "Mayor número de cambios de ropa en una película" (Evita). Después de 335 millones de discos vendidos, el año pasado lanzó Madame X, su decimocuarto disco de estudio.