A fines de marzo y arrancado el aislamiento obligatorio, la pareja de Cabaleiro, encontrada muerta hoy, ya se manifestaba muy angustiada.
"Gelly al 3300. Hallan muerta a la novia del Mago Sin Dientes. Ana Patricelli (49) tenía la cabeza cubierta con una bolsa. Investigan ingesta de alcohol y pastillas", así dio hoy la noticia el periodista policial Mauro Szeta en su cuenta de Twitter.
La novia de Pablo Cabaleiro, dueña del estudio aduanero Patricelli, fue hallada sin vida esta mañana en su casa del barrio de Palermo. Su hija, Sofía Antonella, fue quien encontró el cuerpo en la cama y con una bolsa de plástico negro en la cabeza.
Ahora se conoció que la pareja del Mago sin dientes desde 2015 atravesaba una difícil situación económica que fue agravada debido al freno de la actividad a partir de las medidas sanitarias ante el Covid-19.
Es por eso que la mujer, cuyo estudio se dedicaba a la importación y exportación, asesoría en comercio exterior, inversiones mineras y cargas marítimas, aéreas y terrestres, entre otros servicios, había publicado una carta, fechada el 27 de marzo, en la que contaba sus dificultades para pagar sueldos y en la que aclaraba: "no soy una empresaria, soy una trabajadora más que apuesta y da trabajo".
Preocupada por el complicado horizonte de las pymes en medio de la pandemia, Patricelli comenzó su carta explicando: "Quiero aclarar que priorizo la vida antes que la economía". Pero también hizo catarsis acerca de las dificultades que afrontaba: "Estoy harta de arriesgar, de apostar al trabajo, de contratar gente, de tratar de generar nuevos negocios y empleos".
"Tengo una mini Pyme en el mercado hace más de 30 años, que antes tenía 20 empleados y, dada la situación, fui achicando hasta solo quedarme con lo básico. Hoy sólo tengo 7 trabajadores, que tienen que alimentar a su familias”, continuaba Petrucelli en su escrito.
Enojada por la falta de apoyo por parte del Gobierno y desesperada, continuaba así su descargo: "Tengo que pagar los sueldos al 100% sin siquiera estar generando dinero. Mis hombros no soportan más".
Aunque este escrito lo publicó en la primera parte de la cuarentena y antes de las medidas de asistencia a las Pymes, la mujer de Cabaleiro contaba: "Ya no duermo pensando en los problemas de cuando empiecen a entrar los cheques, los cuales, sin actividad no podré cubrir".
