La sorprendente transformación de la hija de Ozzy Osbourne, quien siempre sufrió el señalamiento por su cuerpo.
Vivió años sufriendo el señalamiento por su peso, muchas veces víctima de las presiones de la industria y de los medios. Kelly Osbourne (35), quien supo decir que había sufrido "más estar gorda que ser drogadicta" o "me odio pero no pienso arreglarlo", sorprendió con su drástico cambio tras bajar cuarenta kilos.
Enseguida, el caso de la hija del legendario Ozzy Osbourne fue comparado con el de Adele, cuya transformación impactó en redes al compartir una foto el día de su cumpleaños número 32.
Tras algunas de las nuevas publicaciones de Kelly no faltan los comentarios sorprendidos de figuras como Chrissy Teigen –modelo y pareja de John Legend–, quien le escribió, sin poder creer lo que veía: "Me estás cargando".
Incluso uno de sus amigos se enteró de su actual apariencia a partir de una de sus nuevas fotos y le escribió: "Oh, Dios, perdiste un montón de peso". A lo que Kelly respondió: "Así es. Perdí como 40 kilos desde que te vi. ¿Podés creerlo?".
La actriz y presentadora de Fashion Police ya había perdido peso durante su participación en Dancing with the stars, en 2009, pero el efecto rebote de sus dietas le hizo recobrar peso. El cambio se dio cuando se hizo vegana en 2012.
Ahora en cuarentena, tal como publica Page Six, Kelly logró equilibrarse. Recordemos que, según una fuente citada por ese tabloide, siempre tuvo miedo a "que regresen todos los kilos con los que ella luchó tanto para perder". Tanto es así que evaluó hasta usar un cinturón gástrico, detalle que finalmente descartó.
"Ella está desesperada por mantener su peso. Tiene miedo a perder contratos y ser reemplazada por alguien más joven", decía hace unos años una allegada, que remarcaba las presiones sufridas por Kelly.
Así esta hoy, en sus fotos más recientes... ¡irreconocible!
