La autora de Harry Potter compartió un artículo que habla de construir una sociedad más justa para las "personas que menstrúan" y provocó un debate entre activistas de diversas corrientes.
La británica J. K. Rowling compartió un artículo de Devex.com que invita a reflexionar en torno a la construcción de una sociedad más justa a partir de la pandemia de COVID-19. Al hacerlo puso el foco en la expresión: "personas que menstrúan" utilizada en el título.
Es más, incluyó una comentario con cierto tono de ironía: "Estoy segura de que había una palabra para esa gente". Enseguida comenzó a circular una catarata de mensajes apoyando y criticando la postura de la autora que aprovechó la ocasión para expresarse al respecto.
Comenzó respondiendo algunas de las críticas que le hacían por no entender a la comunidad trans. "He pasado gran parte de los últimos tres años leyendo libros, blogs y artículos científicos de personas trans, médicos y especialistas en género", sentenció en uno de sus tweets la autora de Harry Potter. "Sé exactamente cuál es la distinción. Nunca suponga que porque alguien piensa de manera diferente, no tiene conocimiento", apuntó reclamando el derecho de tener un pensamiento autónomo.
Y entonces sí, escribió un breve -aunque no tanto ara la red social de los 280 caracteres- descargo. "Si el sexo no es real, no hay atracción hacia el mismo sexo", señaló marcando el terreno del debate. "Si el sexo no es real, la realidad vivida de las mujeres a nivel mundial se borra. Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo elimina la capacidad de muchas personas de discutir sus vidas de manera significativa. No es odio decir la verdad", detalló la británica.
Pero su discurso no quedó allí. "La idea de que las mujeres como yo, que hemos sido empáticas con las personas trans durante décadas, sintiendo parentesco porque son vulnerables de la misma manera que las mujeres -por ejemplo, a la violencia masculina-, 'odian' a las personas trans porque piensan que el sexo es real y tiene consecuencias es un sinsentido", expresó.
Finalmente, y aun abierta a seguir respondiendo, señaló: "Respeto el derecho de cada persona trans a vivir de cualquier manera que se sienta auténtica y cómoda. Marcharía con alguien si lo discriminaran por ser trans. Al mismo tiempo, mi vida ha sido moldeada por ser mujer. No creo que sea odioso decirlo".
Entre múltiples crítcias y mensajes de apoyo, muchos la declararon TERF, sigla de una expresión inglesa cuya traducción es Feminismo Radical Trans-Excluyente. A esto la autora respondió utilizando palabras que es común escuchar en relación a las manifestaciones feministas: "‘Feminazi’, ‘TERF’, ‘perra’, ‘bruja’. Los tiempos cambian. El odio hacia la mujer es eterno", remató.
