Britney Spears vive un trauma del que no puede escapar. En el peor momento de su vida, la Justicia le otorgó su tutela a su padre, Jamie Spears. Sin embargo, lo que tendría que haber sido una grata noticia para su recuperación de las adicciones –ella estuvo de acuerdo en 2008-, se terminó convirtiendo en una pesadilla.
En 2014, a través de su abogado, Samuel Ingham, la artista intentó que se revierta esta situación, pero la jueza que entiende en la causa no le dio lugar pese a las pruebas y lo expuesto. Hay puntos oscuros, ella no pude disponer de su dinero y su padre sí. Entre otras cosas, y pese a ser su hija, ella debe pagarle una mensualidad por su labor como tutor.
Britney sostiene que su progenitor solo le interesa su fortuna, cobrar todos los meses, y que no la está ayudando en nada. No puede tocar su riqueza sin el consentimiento de su padre. Hasta le prohibió hacer remodelaciones en su casa porque le dijo que era un gasto innecesario. “Sin el permiso de su padre no se puede comprar ni un dulce”, contó el abogado.
Incluso, aquella vez, comentó que estaba dispuesta a que alguien se haga cargo de ella, pero necesitaba que fuera otra persona de su confianza. Ella creía que necesitaba ayuda, compartía lo que le habían indicado, pero no estaba conforme con el trabajo de su papá.
FreeBritney
Durante la jornada de este miércoles 22, la cantante tuvo una nueva audiencia virtual con la jueza de la Suprema Corte, Brenda Penny. Su intención es poder liberarse y poder tener control de su vida, de su fortuna que se estima es de unos 60 millones de dólares.
Según informó CNN, la charla duró 20 minutos y durante ese lapso se enojó, no ocultó su tristeza y frustración. “Estoy traumatizada. No estoy feliz, no puedo dormir. Solo necesito recuperar mi vida, esta tutela me está haciendo mucho más daño que bien. Necesito liberarme de esto sin que me evalúen”, fue parte de lo que pronunció ante quien debe decidir cómo sigue la cuestión.
“Han pasado muchas cosas desde hace dos años, la última vez que estuve en la corte. No he vuelto a la corte porque no sentí que me escucharan. Estoy enojada y deprimida por todo esto. No quiero ser más la esclava de nadie”, comentó y agregó que la manera en la que la tratan es abusiva. En este punto, se desespera porque no es escuchada.
Por otra parte, comentó que le están suministrando litio, una droga muy fuerte y sin su consentimiento. Está preocupada por lo que le pueda generar. “Es una droga fuerte. Puedes dañarte mentalmente si lo tomas por más de 5 meses. Me sentí borracha, ni siquiera podía tener una conversación con mi mamá o mi papá sobre nada. Me tenían con seis enfermeras diferentes”.
