Argentina, 1985: Axel Kuschevatzky habla sobre las cábalas y los nervios de cara al Oscar – GENTE Online
 

Axel Kuschevatzky, camino a los Premios Oscar: "'Argentina, 1985' muestra lo mismo que encarna Messi"

Axel Kuschevatzky, camino a los Premios Oscar: "'Argentina, 1985' muestra lo mismo que encarna Messi"
El productor del film habló en exclusiva con GENTE sobre la nominación a Mejor Película Extranjera y los desafíos a los que se enfrentó el equipo para abordar la historia de Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo, los fiscales que llevaron a juicio a las Juntas. Además, cuál fue su estrategia para evadir los nervios: "Con Santiago (Mitre) hacemos como si no estuviese pasando". 
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Axel Kuschevatzky (50) sabe lo que significa estar de los dos lados del mostrador: este domingo 12 de marzo, durante la primera parte de la noche, conduce la alfombra roja de la 95° edición de los Premios Oscar 2023 que se llevará a cabo en el Dolby Theatre de Los Ángeles.

Luego, ingresa a la gala porque "Argentina, 1985" -su última película, que aborda el Juicio a las Juntas en la última dictadura militar- está nominada como Mejor Película Extranjera. El guionista de Casados con Hijos (también productor de grandes éxitos como Un cuento chino y El hilo rojo, entre otros) volverá a dar el presente en representación del cine local.

Aunque es la tercera vez que llega a esta instancia (antes lo logró con El secreto de sus ojos, que resultó ganadora en 2010, y con Relatos salvajes, en 2015), los nervios lo acompañan como si fuese la primera vez. "Me encantaría ser cabulero o creyente, pero no lo soy lamentablemente. Yo la paso mal (Risas) porque no le puedo pedir ayuda a nadie. Mi mujer es creyente, un poco la envidio", lanza desde Los Ángeles, en diálogo telefónico.

Operativo Premios Oscar: "Con Santiago Mitre hacemos de cuenta de que no está pasando"

A pesar de tener mucha experiencia en las alfombras rojas de los Premios Oscar –tanto como entrevistador y productor– Axel Kuschevatzky intenta no pensar en la nominación de Argentina, 1985, que compite con Sin novedad en el frente (Alemania), The Quiet Girl (Irlanda), Close (Bélgica) y EO (Polonia).

"Todos estamos tratando de no hablar del tema más allá de lo inmediato. Con Santiago (Mitre) hacemos como si no estuviese pasando: hablamos de qué otra película queremos hacer y nos imaginamos los pasos siguientes. Nos hacemos los boludos a niveles épicos", cuenta.

–Estuviste en la alfombra roja por tres películas distintas, ¿cómo viviste cada nominación?

Todas las nominaciones fueron distintas. El Secreto de sus ojos era la primera película de la que era parte. Lo vivía como si fuese una experiencia de otro. Fue un descubrimiento total. En Relatos Salvajes, por el tipo de relación que tenía con la película -que no la había iniciado yo- acompañé y miré con mucho interés pero no sentí que tuviese una responsabilidad particular con lo que pudiese pasar. En Argentina, 1985 es distinto: esta película nació con Santiago (Mitre) y conmigo. Viví desde adentro todo el camino y toda la estrategia. Lo vivo muy estresado.

–¿Qué siente el que pasa por la alfombra roja?

–Lo más interesante de la alfombra roja es que todo el mundo está empatado: todos están nerviosos. Una de las cosas más lindas que tiene es que ahí te das cuenta que todos chivan: no hay uno que no tenga olor a sudor, que no esté ansioso. A veces nosotros estamos expuestos a la faceta pública de seres humanos y se nos escapa que los que pasan por la alfombra están atravesando lo que cualquier otro atravesaría en ese lugar. La gente cree que una entrega del Oscar es esencialmente una alfombra roja y lo que no ve es todo el trabajo que hay detrás para que las películas sean vistas.

Chino Darín, Axel Kuschevatzky, Santiago Mitre, Peter Lanzani, Ricardo Darín y Federico Posternak en el Festival de San Sebastián, el año pasado, donde ganaron el premio del público. Foto: Fotonoticias.

"Me encantaría ser cabulero o creyente, pero no lo soy lamentablemente. Yo la paso mal (Risas) porque no le puedo pedir ayuda a nadie. Mi mujer es creyente, un poco la envidio"

Argentina, 1985 recibió la "bendición" de Lionel Messi

La película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani se estrenó tres meses antes de que la Selección ganara el tercer Mundial de su historia. Paradójicamente, podría traer -al igual que el equipo de fútbol con la Copa del Mundo- el tercer Premio Oscar a nuestro país, sumándose al triunfo de La Historia Oficial (en 1986) y El Secreto de sus Ojos (en 2010).

Días después de la enorme gesta futbolística, Lionel Messi compartió en sus redes sociales un claro mensaje con respecto al film: "Qué gran película 'Argentina, 1985'. Vamos por el tercero", expresó.

–¿Qué te produjo el mensaje de Messi?

–Me generó mucho amor. Argentina, 1985 es la historia de, como todos los que parece que no pueden ganar, ganan. La película muestra cómo el equipo del final de la tabla gana el campeonato. Que Messi, que pudo contra el prejuicio, contra su historia personal, contra la gente que decía que estaba grande y contra los que decían que no tenía capacidad para ganar un Mundial, haya recomendado la película fue muy emocionante. Argentina, 1985 muestra lo mismo que encarna Messi.

El camino al Oscar: "Estar entre los mejores 5 de 92 es una de las mejores caricias que te pueden hacer en tu vida"

La Academia de Cine Argentino –que reúne a más de 500 miembros, todos de la industria– es la que vota qué película de la industria local competirá por los Premios Goya, los Premios Ariel y los Premios Oscar.

Los miembros de la Academia de Hollywood votan en base a un sistema preferencial. "Todas las teorías que la gente tiene sobre los votos rondan el 'va a ganar tal porque es una película que toca tal tema' y nunca tiene que ver con eso. La razón por la cual los votantes de la Academia eligen las cinco nominadas es porque fueron las que más les gustaron de las 92 películas que vieron. No tiene nada que ver con las temáticas", resalta Axel.

Hasta el momento, Argentina, 1985 ganó el Globo de Oro como Mejor película de habla no inglesa, el Premio del Público del Festival de San Sebastián y el Premio Goya en la categoría Mejor Película Iberoamericana. Por lo tanto, es una de las favoritas de cara a los Premios Oscar.

Axel Kuschevatzky durante una producción en Estados Unidos antes de los Premios Oscar 2023.
Foto: @MariteDeJesus

–Sin contar la propia, ¿qué película votarías?

–Sin quitarle mérito a las otras nominadas, votaría Close, la película belga. Lukas Dhont es un director extraordinario. Todo el equipo se hizo amigo de él, lo queremos mucho. Todas las películas nominadas se encargan de temáticas relevantes y, en algún lugar, todos entendemos que estar entre los mejores cinco de 92 es una de las mejores caricias que te pueden hacer en tu vida. Pase lo que pase, sea cual sea el resultado, estoy convencido de que los cinco directores van a tener una carrera muy grande hacia adelante.

–¿Pensaste que Argentina, 1985 iba a llegar tan lejos?

–Una película es una búsqueda. En cuanto al resultado, lo que no dudaba era que iba a generar discusión: sabía que iba a ser sólida y entretenida. La taquilla o la nominación a los premios era un interrogante porque no dependía de nosotros. Siempre supe que era una película especial porque lo que se contaba no se había contado, las herramientas que teníamos eran increíbles y armamos un elenco maravilloso. Fantaseaba, pero lo hago con cada proyecto en el que me involucro. La parte más complicada para los que hacemos películas -que siempre estamos tratando de tener el control- es la aceptación: aceptar que no tenés control.

“En una película de esta escala tenés que lidiar con que hay millones de puntos de vista posibles. Fue un hecho muy trascendente. Tuvimos un año entero de laburo, entre investigación y lectura”

¿Cuál fue el desafío más grande que tuviste como productor en este rodaje?

-El desafío más grande fue que Argentina, 1985 se grabó durante la pandemia. Además, en una película de esta escala tenés que lidiar con que hay millones de puntos de vista posibles: cada persona que atravesó el juicio tiene una opinión diferente acerca de cómo sucedió. Fue un hecho muy trascendente. Tuvimos un año entero de laburo, entre investigación y lectura. En la película, además de materiales de época, se usaron decenas de testimonios en primera persona de la gente que fue parte: desde la fiscalía y los jueces hasta el periodismo que lo cubrió. Hubo una investigación muy profunda.

Julio Strassera (Ricardo Darín) y Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) durante el Juicio a las Juntas. Foto: "Argentina, 1985"

“Peter (Lanzani) tiene un hambre por descubrir el mundo que es muy contagiosa. Peter no tiene una gota de vanidad: le decís 'tenés que engordar', va y engorda, le decís 'tenés que pelarte', va y se pela. Le divierte probar”

Ricardo Darín y Peter Lanzani: el detrás de escena de los protagonistas

La película recibió elogios de miles de artistas consagrados en el mundo: desde Ricky Martín hasta Eva Longoria. Sin embargo, uno de los mensajes que más revuelo causó fue el de la actriz Cate Blanchet, quien se cruzó con Darín y lo felicitó.

"Ricardo es muy humilde y jamás va a decir nada de esto, pero como yo no soy Ricardo puedo decir cualquier cosa. Todos conectan con Ricardo: creo que su actuación en esta película está a la altura de los cinco actores nominados. Es la primera vez que interpreta un personaje de la vida real y eso tiene mucha presión. Lo maravilloso que tiene como actor es que logra que vos sientas que estás viendo algo latente, íntimo. Son muy pocos los que lo han logrado", reconoce Axel.

–¿Te preguntan mucho por Darín?

–Siempre. Cuando vengo acá (Estados Unidos) es impresionante la cantidad de estudios y productores que me preguntan "¿Ricardo querría hacer una película? o ¿Ricardo tendrá ganas de hacer una película en inglés?". Mi respuesta es siempre la misma, 'pregúntenle a él' (Risas). Ricardo no va a hacer nada con lo que no conecte emocionalmente, nada que no le resulte interesante, nada que no le resulte un desafío.

–El otro protagonista es Peter Lanzani, que rompió todos los estereotipos con los que saltó a la fama. ¿Qué pensás de su evolución como actor?

–Soy poco objetivo con Peter porque es mi amigo hace muchos años. Es una suerte de ahijado y mis hijos lo aman. Siempre lo banqué, desde Casi Ángeles. Es muy agradecido con Cris Morena, asume que las herramientas que le brindó lo trajeron hasta acá. Tiene un hambre por descubrir el mundo que es muy contagiosa. Peter no tiene una gota de vanidad: le decís 'tenés que engordar', va y engorda, le decís 'tenés que pelarte', va y se pela. Le divierte probar. Es un tipo con mucha sensibilidad, una persona hermosa. Es imposible no quererlo. Siempre estoy tratando de volver a hacer cosas con él porque la pasamos bien juntos.

“Todos conectan con Ricardo (Darín): creo que su actuación en esta película está a la altura de los cinco actores nominados. Es la primera vez que interpreta un personaje de la vida real y eso tiene mucha presión”

Ricardo Darín y Peter Lanzani, protagonistas de ‘Argentina 1985' durante el Festival de San Sebastián.

El cine argentino: entre el mito de la desaparición y la supervivencia

Argentina, 1985 fue la película más taquillera del cine local durante 2022. Vendió 197.276 entradas a menos de diez días de su estreno y se quedó con el 44% del total de espectadores que fueron al cine. Ya en su quinta semana de proyección, superó el millón de espectadores.

"Todos los análisis que están haciendo las propias cadenas de cine más los organismos que estudian audiencias dicen que estamos volviendo a los números prepandémicos. Hay un fantasma que es ridículo: primero se decía que la radio iba a matar al cine, que la televisión iba a matar al cine, que el VHS iba a matar al cine, que la piratería iba a matar al cine y sin embargo ahí está. El cine es Highlander, se bancó hasta una pandemia", reflexiona Kuschevatzky.

“La parte más complicada para los que hacemos películas –que siempre estamos tratando de tener el control– es la aceptación: aceptar que no tenés control”

–¿En qué situación ves al cine argentino?

–Está en una situación más complicada porque, esencialmente, el valor de las entradas está planchado, muy lastimado por la inflación. Los costos para hacer una película no bajan y los fondos públicos son cada vez menos representativos, tienen menos capacidad para financiar las películas de perfil más alto. El cine argentino está viviendo una suerte de tormenta perfecta: ninguno de los elementos que lo sostienen hoy tienen la escala o el peso que tenían hace cinco años.

–Pero las salas para ver Argentina, 1985 estaban llenas...

La venta de entradas del cine argentino no tiene capacidad de pagar ni el 25% de una película grande, ni siquiera aunque tengas un éxito gigantesco. Cubrir los costos en las condiciones actuales es entre muy difícil e imposible. Quienes hacemos cine en Argentina lo hacemos porque conseguimos inversiones privadas.

Strassera y Moreno Ocampo junto a los jóvenes que trabajaron codo a codo con la Fiscalía para juntar las pruebas que demostraron la responsabilidad de los excomandantes en el plan sistemático de represión ilegal. Foto: "Argentina, 1985".

El impacto de Argentina, 1985 en el mundo y "la necesidad de justicia para sostener la democracia"

"A medida que íbamos presentando la película nos dimos cuenta de que no solo nos afectaba a los argentinos o a los latinoamericanos. Empezamos a ver que gente de todo el mundo se emocionaba cuando se escucha el alegato final de Strassera", señala el productor.

Además, agrega: "Los argentinos siempre estamos hablando de las que no nos salen, del padecimiento o de lo que no pudimos ser. De esta -que nos salió bien- nos cuesta hablar. El Juicio a las Juntas es un hecho histórico que cambió la Justicia Universal. Este juicio disparó, entre otras cosas, la creación de la Corte Internacional, algo que no existía antes. Los argentinos no nos damos cuenta. Cuando nos preguntan qué inventamos decimos la birome y el dulce de leche, no mencionamos el Juicio a las Juntas. Lo más importante es haber podido juzgar el abuso de poder".

–¿Qué sensación te dejó el impacto que tuvo la película a nivel internacional?

–Descubrí que todas las sociedades tienen una deuda no resuelta con la Justicia, no solo Argentina. Los norteamericanos nos hablaban del ataque al Capitolio, los españoles nos dijeron 'nosotros no pudimos juzgar los crímenes de la Guerra Civil'. Ahí te das cuenta de que la película no es solo sobre Argentina en 1985, sino sobre la necesidad de Justicia para sostener la democracia y las libertades individuales.

Fotos: @MariteDeJesus y Fotonoticias.

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