Susana Giménez, además de su casa de Buenos Aires, en barrio Parque, tiene una propiedad en Miami, Estados Unidos, y otra en Punta del Este, Uruguay. A la hora de hablar de su preferida, no duda. Su respuesta llega inmediatamente, casi sin pensarlo: es "La Mary", la chacra que está emplazada en Rincón del Indio, en la parada 24 de la exclusiva zona de La Barra, en el país vecino.
Por tal motivo, en pleno confinamiento por el coronavirus en 2020, apenas consiguió la ciudadanía uruguaya cruzó el charco. Esto ocurrió hace un año y, si bien vino esporádicamente, como cuando se tuvo que operar el codo, apenas le dieron el alta se volvió. Allá siente la tranquilidad que en ningún otro lado se da.
Cuando la adquirió, hace 30 años, no dudó en bautizarla como "La Mary", en honor a la película que protagonizó en 1974 junto a Carlos Monzón, su novio tiempo después. Durante un tiempo la dejó tal cual la compró, pero con el correr de los años le fue haciendo ampliaciones. Allí recibe a familiares y a los amigos, por eso siempre buscó la comodidad para todos.
Respetado el casco original, a esa construcción de estilo colonial, le agregó más habitaciones, amplió el living y la galería, llevando las dimensiones a unos 1500 metros cuadrados.
También hizo refacciones en el exterior de la propiedad. Aprovechando las 9 hectáreas de campo, agrandó las dimensiones de la pileta a 120 metros cuadrados, pero también hizo un lago y unos bañados que son parte de su paseo cotidiano. Allí tiene patos, gansos, peces de colores y otros animales silvestres que llegaron y se quedaron. Susana, cuando está allá, es la encarga de alimentarlos y cuidarlos. En su carrito de golf recorre el campo, acompañada de sus perros, y se fija que todo ande bien.
Se encuentra en una zona muy tranquila, en la que no hay ruidos, solo el canto de los pájaros y las ramas de los árboles golpeándose entre sí. Las calles son de tierra, porque lo que, salvo alguna que otra camioneta, casi no hay tránsito. Incluso, para los días que busca otra cosa, sobre todo en verano, tiene la playa a unas cuatro cuadras. Toda una zona donde el confort está a su disposición.
La entrada al campo es una de las más reconocidas. Todo visitante que llega por primera vez a Uruguay suele ir a ver ese portón de madera y el arco, con ese rosa viejo que nunca cambio y el nombre "La Mary" allá arriba, con la misma tipografía del afiche de la película.
En cuanto a su interior, el living está pintado de color rojo y luce un imponente cuadro de Frida Kahlo sobre la chimenea que, para algún desprevenido, tuvo que aclarar que no es una pintura original. En ese lugar aprovecha para tomar el té y leer hasta el atardecer. Gracias a su gran ventanal, tiene una vista única en la que siempre observa la puesta del sol. La suite de la diva se encuentra en el segundo piso y cuenta con un balcón terraza.
Además, el periodista uruguayo Gustavo Descalzi le contó a GENTE que la mansión está habitada durante todo el año. Aunque no esté Susana hay personal encargado de la mantención. “La casa es muy grande, tiene capacidad para recibir a 16 huéspedes”, contó. “Históricamente tenía dos empleadas, el matrimonio casero y tres empleados externos. El jardinero y el encargado del mantenimiento de la piscina. Había un jefe o encargado de personal, imaginate que para tener todo eso en condiciones y prolijo, se necesitan de muchas manos”.
