La espera terminó. Hyundai presentó la nueva Hyundai Santa Cruz. Se trata de una pick-up compacta -la marca coreana prefiere definir su segmento como Sport Adventure Vehicle (Vehículo Deportivo de Aventura)- desarrollada, en principio, para el mercado norteamericano.
La Santa Cruz está concebida a partir de la plataforma de Tucson, modelo del que también hereda su frontal. Tiene 4.971 mm de largo, 1.905 mm de ancho, 1.694 mm de alto y 3.005 mm de distancia entre ejes.
El interior se destaca por su diseño envolvente de doble cabina que encapsula a cada pasajero. Sus diseñadores se centraron en la facilidad de entrada y salida y la comodidad ergonómica en viajes largos.
El tablero es el mismo que el Tucson e incorpora una enorme pantalla táctil de 10 pulgadas para operar el sistema multimedia. Debajo de la misma se ubican los comandos táctiles de climatización.
La Santa Cruz está disponible en el mercado norteamericano con dos motorizaciones nafteras de cuatro cilindros. La primera opción es un 2.5 litros aspirado con inyección directa de 190 CV y 244 Nm de torque que está asociado a una caja automática de 8 velocidades. La otra es un 2.5 litros turbo de 275 CV y 420 Nm acoplado a una caja automática de doble embrague y 8 marchas.
Ambas tienen sistema de tracción integral con modos de conducción HTRAC (distribuye potencia y torque en cada eje según la demanda). Aunque la capacidad de carga no fue suministrada, remolcaría 1.587 kg en la versión con motor aspirado y 2.267 kg en la versión con motor turbo.
