De la mano de los creadores del Wuling Hong Guang Mini EV, el auto eléctrico chino más barato del mundo, llega ahora el Baojun Kiwi EV, que se destaca por su lujo, tecnología y, obviamente, bajo precio.
El Kiwi EV es todo un bubble car (coche burbuja), diferenciándose en este aspecto del Mini EV. Este vehículo de tres puertas y una capacidad para cuatro pasajeros. Mide 2.894 milímetros de largo, 1.655 de ancho y 1.595 de alto, mientras que la distancia entre ejes se sitúa en 2.020 milímetros.
Cuenta con un motor eléctrico de 54 CV con 150 Nm de par motor que consigue la energía de un pack de baterías de 31,9 kWh de capacidad. La velocidad máxima del Kiwi EV, que es ideal para la ciudad, es de 100 km/h.
La autonomía está en el orden de los 265 kilómetros, unos 100 kilómetros más que su hermano menor. Además, gracias a un sistema de carga rápida las baterías se cargan por completo (de 0% a 100 %) en menos de dos horas y del 30% al 80% en una hora.
A nivel equipamiento cuenta con sistemas más exclusivos que el Mini EV con elementos como el sistema electrónico de estabilidad de la carrocería (ESC), asistente de arranque en pendientes (HHC), sistema de aparcamiento autónomo, sensores de marcha atrás, monitorización de presión de neumáticos y estacionamiento automatizado.
Tiene también otros aspectos que refuerzan su estética Premium como el salpicadero y las puertas con paneles tejidos en 3D y el logo de la marca impreso en los cinturones de seguridad y los reposacabezas.
Tal como ocurrió con el Mini EV, que en China se convirtió en un furor que hizo tambalear a Tesla, el Kiwi EV tuvo una aceptación inmediata entre el público al punto de recibir 3.000 reservas en pocos días tras su lanzamiento. El Kiwi EV que ronda los 10.000 dólares, el doble del Mini EV.
