Elogia a Carlín Calvo, a Ricardo Darín, a Osvaldo Laport: "Empezaron de pibes
como galancitos y ahora son actorazos. Eso demuestra que la facha no es lo más
importante. Bah, yo digo eso de envidia, miráme, soy una mezcla del tigre de la
Esso y Martín Karadagián". Mientras juega con sus hijos Imanol y Felipe en las
playas de Cariló, Miguel Rodríguez (43) se ríe de sí mismo, y confiesa que los
claritos que le hicieron en el pelo lo divierten. "Tenía que cambiar el look
para poder cortar con el personaje de Son amores". Allí fue Sánchez, un árbitro
de fútbol que junto a sus sobrinos -Mariano Martínez y Nicolás Cabré-
convirtieron a la tira en uno de los sucesos televisivos de los últimos dos
años. Hoy debe ponerse en la piel de Adalberto -para su familia será simplemente
Tito, un fletero del Mercado Central devenido en millonario- y protagonizar Los
Roldán. Esto significa que pasó de Pol-ka a Ideas del Sur, o, para ser más
claros, de Adrián Suar a Marcelo Tinelli.
-Pavada de cambio, ¿no? ¿Cómo preguntarle para que me diga la verdad? A ver,
puede ser un inocente "¿Adrián aceptó el cambio?", o un "¿Suar lo quiso matar
porque lo abandonó?" Usted elige…
-No, je, je. El Chueco es un capo. Fue el que me tuvo fe, el que me dio la
oportunidad de ser protagonista en una novela. Yo venía de hacer humor, y él me
abrió las puertas para recibirme de actor. Digo esto porque la comicidad era mi
fuerte, donde yo me sentía como pez en el agua. Y la verdad era que tenía ganas
de rendir esa prueba de fuego. Creo que mal no me fue. Son amores anduvo muy
bien durante estos dos años.
-¿Y cómo es volver con Tinelli?
-Nos conocemos mucho. El me dio el empujón que todo muchacho que está en esto
necesita. Eso no me lo voy a olvidar mientras viva. Además es amigo, familiero,
buen tipo. Un placer esta vuelta. ¿Tiré flores para los dos lados, no?
"Rodríguez un chupamedias", ya me imagino un posible título.
-¿Lo asusta un poco el cambio?
-No, me encanta que nos reencontremos con Marcelo. Además también me viene muy
bien renovarme. Eso explica el cambio de look. La barba me la dejo todos los
veranos, un poco porque me gusta andar así, más reo, pero también para que la
cara descanse de la afeitada. Y, además, están los claritos…
-¿No lo tiene muy convencido?
-Ahora no hay drama, pero al principio dudé un poco. Viste cómo es esto. Yo soy
un muchacho de barrio, y de golpe, ir al peluquero para teñirme el pelo. ¿Vos me
entendés, no? -exagera cerrando un ojo-. Al final me decidí. Dije en voz alta:
"Eramos tan pobres", como repetía el querido Negro Olmedo, y me mandé. Pero la
verdad es que esta melena de león causó un efecto bárbaro.
-No me diga que…
-Sí, a las minas les encanta. Aunque parezca raro me dicen: "Estás bárbaro. Te
queda divino". Y yo me lo creo, qué le voy a hacer. Si ellas están locas no es
mi culpa...
-¿Ahora sólo acepta papeles de galán?
-Dejate de hinchar las p… (Sonríe). Yo sé que no tengo nada que envidiarle a
Pablito Echarri, pero no me gusta abusar de mi físico trabajado… Trabajado en la
cocina, je. No, en serio, ahora me estoy cuidando, ya bajé como cien gramos.
Pero por sobre todas las cosas creo que soy un atorrante que juega a ser galán.
Es que para la gente común soy un galán posible. No soy lindo, vengo con algo de
pancita, cara de yuppie no tengo… Quizá por eso la gente se siente identificada.
El Sánchez de Son amores era un tipo normal que demostró que podía enamorar. O a
ver si creen que sólo los lindos ganan minas…
-Tito, el personaje de Los Roldán, ¿tendrá mucho de usted?
-Y, por sobre todas las cosas, el barrio. Esos códigos se llevan en la sangre.
Me divierte mucho el personaje que voy a hacer. Es un loco lindo, como yo.
-La fama y el protagonismo fuerte le llegaron de grande, ¿cómo hizo para manejar
situaciones peligrosas en las que muchos caen, como por ejemplo, la soberbia?
-Será porque vengo de una familia humilde, de trabajadores, que me enseñó a
respetar a todos sin importar su condición. Creo que el barrio me ayudó. Qué sé
yo, te aviva un poco, te hace menos pel… Además siempre estuve bien rodeado. La
familia de Maribel también es espectacular, igual que ella. Llevamos seis años
de novios y dieciocho de casados. Todo lo que te rodea influye. Además soy un
tipo feliz, sin envidias. Creo que por todo lo que te conté pasa la clave.
-Vamos Miguel, ¿nunca se la creyó ni un poco?
-Te juro que nunca. No entiendo a los que primero luchan por convertirse en
famosos y después les molesta el público o el periodismo. Sabés cuántas veces
pensé cuando empezaba en esto, ¿llegará el día en que me hagan una nota? Después
no te podés quejar. Hay que tener memoria.
-¿Usted cómo se definiría: cómico, galán…?
-Je, galán me da risa (pone voz seria, y dice). Por sobre todas las cosas soy un
actor serio. Je, no viejo, soy un laburante, un enamorado de lo que hago. Viste
que algunos te preguntan: "Si volviera a nacer, ¿qué profesión elegiría?". Yo
digo que sería de nuevo actor. Total, mientras nadie se avive, seguimos con el
curro…
No es uno de los guardavidas de Baywatch. Es Miguel, con su nuevo look -barbado y teñido- y una remera con la imagen de su gran ídolo: El Beto Acosta. Ni en Cariló deja de lado su pasión por San Lorenzo.
El Chueco -por Adrián Suar- me tuvo fe. Yo venía de hacer humor, y él me abrió las puertas para recibirme de actor. Marcelo -por Tinelli- me dio el empujón inicial que todo muchacho que está en esto necesita. Eso no me lo voy a olvidar mientras viva".">
"El Chueco -por Adrián Suar- me tuvo fe. Yo venía de hacer humor, y él me abrió las puertas para recibirme de actor. Marcelo -por Tinelli- me dio el empujón inicial que todo muchacho que está en esto necesita. Eso no me lo voy a olvidar mientras viva".
