Las tomas salen como tiro. Se ensayan una vez, se graban, se ven en edición y
listo. El feeling del fuera de escena se refleja en el Estudio 2 que
Pol-ka tiene sobre Jorge Newbery al 3300. Allí Adrián Suar no es Suar. Y
Nicolás Cabré tampoco es Cabré, por supuesto. El primero está metido en la piel
de Gabriel Nielsen, el dueño de una empresa de seguridad que intenta rearmarse
tras padecer un fuerte golpe económico. El segundo es Axel, el más cabrón y fiel
de sus empleados. Juntos, forman la dupla titulada Sin código II. En esta
segunda parte (el año pasado debutaron con la primera versión y tuvieron 22
puntos de rating), harán el mismo policial, pero con el agregado de la
comedia. Y ahí están, riéndose frente al monitor de la última ocurrencia que
tiraron en plena escena.
Suar: Bol…, casi me besás...
Cabré: Pero quedó bueno.
Suar: Me gustó. Dale, ¿seguimos?
Cabré: Vamos…
Graban entre 12 y 14 horas diarias. La nueva apuesta de Pol-ka saldrá
al aire el martes 16, a las 21, por Canal 13. No estarán solos, claro. Una mujer
irrumpirá en escena para coprotagonizar la tira: ella es Nancy Dupláa, Antonia
en la ficción, una ex policía que se sumará al equipo. En el dato agregado
(cuenta la síntesis argumental que está en plena crisis matrimonial) se adivina
la cuota romántica de la historia. Por cierto, la pareja Suar-Dupláa tiene
buenos antecedentes: un millón y medio de espectadores en 1997 con la película
Comodines y 23 puntos de rating promedio en tevé durante el 2001 con 22,
el loco.
Ahora "el Jefe" -como lo apodan los empleados- o "el Chueco"
-como lo llaman sus amigos- se toma unos minutos entre escena y escena para
hablar de su vuelta. Sentado en un living de mentira, le pregunta al
director (Rodolfo Antúnez) cuánto falta para la próxima escena. Acto seguido,
anuncia que Cabré se sumará a la charla no bien termine de quitarse el
maquillaje. Después, arranca la nota con una aclaración: "El año pasado
hicimos un policial con mucho suspenso. Ahora tendrá el agregado de la comedia.
Va a estar bueno".
-Pregunta obligada: ¿qué esperás para…?
Suar: (Interrumpe) Ya sé: querés saber qué me pasa con la competencia y el
rating. Ante todo, yo espero hacer un buen programa. En televisión, los
logros dependen siempre del trabajo de uno. Ahora no pienso en la competencia.
En este momento estoy abocado a hacer un buen producto. Una vez que esté en el
aire, veremos cómo repercute la historia en la gente. Ahí sí estaré más atento a
los números.
-¿Cómo hacés para producir, actuar, elegir a la gente con la que trabajás…?
Suar: ¿Para estar en todo, decís?
-Sí.
Suar: No estando en todo. Delego, siempre delego. Gracias a todo lo que
construimos en Pol-ka en estos últimos diez años, puedo delegar. Hay
mucha gente detrás de mí. Pero me siento un verdadero privilegiado por poder
hacer lo que me gusta. Soy consciente de que no todos se pueden dar esos gustos.
Ese es un privilegio que me da Dios, y disfruto muchísimo. Siempre, ante todo,
trato de disfrutar.
Cabré (Se suma a la nota): Perdón, ya estoy.
Suar: Todo bien. Le contaba que uno, ante todo, disfruta haciendo esto.
Cabré: Coincido. En eso nos parecemos mucho. Yo a este programa lo
llamaría "El disfrute II". El año pasado nos divertimos mucho, estuvo
buenísimo. Estoy contento de volver. Yo creo de verdad que para que una comedia
salga bien, primero nos tenemos que reír nosotros, después el director y los que
están acá detrás de escena… Si eso funciona, casi seguro vas a lograr que el
humor traspase la pantalla. Si te reís vos, se ríe la gente. Lo bueno de este
trabajo es que no es trabajo, porque lo hacés con placer.
-Que como actores disfruten, se los acepto. Ahora, en el caso de Adrián,
que además produce y se juega con nuevas apuestas, el estrés está…
Suar: No, yo no niego la responsabilidad enorme que tengo. Soy muy
consciente de eso, y me hago cargo. Pero la clave, el equilibrio, está en no
perder el cable a tierra. Cuando trabajo, lo hago con pasión, a full. Cuando
descanso, me desenchufo a full también: me reúno con la gente que más quiero, me
relajo, me distraigo. El secreto está en el trabajo y la responsabilidad. Pero
también en confiar en la gente, en escuchar a los que saben, para poder no
estar. ¿Se entiende? Si tengo que ir a buscar a mi hijo Toto al colegio, voy,
porque confío ciegamente en mi gente.
-Vos, Nicolás, ¿confiás en alguien?
Cabré: Sí, claro. Yo soy de confiar, y también de escuchar. Pero no dependo
mucho de eso. No hay nada ni nadie que me tranquilice del todo. Si algo no me
gustó un cien por ciento, no me tranquiliza que me digan: "Estuvo bien".
Por ahí soy un tipo muy exigente; ésa es una particularidad mía, pero me gusta
que las cosas salgan bien y necesito estar tranquilo conmigo mismo, más allá de
lo que me digan. Confiar y escuchar me ayuda, no me condiciona.
-¿Cómo se llevan hoy con la prensa, con el periodismo de espectáculos?
Suar: Bien. Muy bien. Siempre tuve una relación buena, respetuosa.
Cabré: Ese es un trabajo que ya no me divierte tanto. A mí no me gusta el
circo. Yo hago lo que me gusta, que es mi laburo. Pero hay cosas que no las
entiendo y no me cierran. Yo no actúo para verme en las revistas.
-¿Lo padecés?
Cabré: No, no… ¿Cómo te lo puedo resumir? Si hay algo que me enorgullece es
que cada vez que leo las cosas que escriben, confirmo que la prensa no sabe nada
de mí. Y nunca tuve que llegar a mi casa y explicarle alguna publicación a mi
mamá. La gente que me rodea tiene todo muy claro.
-Adrián, si tuvieras que definirlo, ¿qué dirías de Cabré?
Suar: Que es un tipo con el que me llevo muy bien. Que lo quiero mucho. Que
lo respeto mucho. Que me siento muy cómodo trabajando con él, porque es un actor
muy relajado. Está todo bien. Un placer, de verdad. Lo conozco desde que
hacíamos Carola Cassini y siempre fue igual. Es tranquilo, buena persona, buen
actor.
-Nico: ¿cómo es Suar?
Cabré: Adrián es una persona que… No sé, es difícil definirlo sin quedar
como un chupamedias…
Suar: Ya está, Nico, ni te molestes. Con eso dijiste todo.
Cabré: No, no. Después de tus halagos, una flor te tengo que tirar… Creo
que tiene demasiadas virtudes como persona. Lo respeto, y mucho. Respeto la
libertad que te da a la hora de trabajar, que está siempre abierto a divertirse
y a ver qué idea le tiran los demás. Da placer trabajar para él y con él. Te
escucha… Y si bien tiene mil responsabilidades, cuando le hablás, siempre lo vas
a encontrar mirándote a los ojos, prestándote atención. Adrián no tiene puesto
ningún cartel, él es así: una persona admirable en todos los sentidos.
-¿Se ven fuera del trabajo?
Cabré: Nos vemos, sí...
Suar: A veces nos juntamos fuera del laburo para cenar o tomar algo por
ahí. Ya te digo, a Nico lo considero un amigo, es un tipo al que quiero mucho.
-Y ahora, además, es casi tu yerno…
Suar: Ya somos como parientes. Yo lo siento parte de mi familia, sí.
-¿Ya lo sentís así?
Suar: -Sí, total. Flopy está contenta con él, yo estoy contento. ¿Vos
estás contento?
Cabré: Yo estoy contento.
Suar: Eso es lo que importa… Bueno, ¿volvemos? Nos llaman a estudio.
Cabré: Sí, sí. Gracias jefe, vamos. Terminá con eso, poné que es lo único
que importa…
Confían que los divierte y les da placer trabajar juntos. En un alto de las grabaciones de Sin código II, el policial que reestrenarán por el 13, hablan del trabajo, la amistad y una chica en común: Florencia Torrente, para Adrián Suar la hija de su ex a la que quiere como propia; para Nicolás Cabré, su novia.
Suar: a nico lo quiero mucho. flopy esta contenta con él, yo estoy contento. ¿vos estas contento?
Cabre: yo estoy contento.
Suar: eso es lo que importa.
