«Ya no soy tan rebelde…Ahora, hasta pienso en casarme» – GENTE Online
 

"Ya no soy tan rebelde…Ahora, hasta pienso en casarme"

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-Brédice, volviste con Suar…
-Sí, para mí es un gran placer.

-Para él también, supongo. Por algo pensó en vos y volvió a elegirte para que fueras su pareja…
-…Nos llevamos muy bien. Con Adrián nos divertimos mucho…

La compatibilidad se nota desde la primera escena. Porque volvieron así:

Es de noche. Leticia Brédice acaba de llegar de Europa y sólo piensa en reencontrarse con él. Lo sorprende en el jardín de su casa. Adrián Suar se deja llevar hasta la casita del árbol, esa que compartieron cuando eran chicos, esa que presenció aquel primer beso.
El cuadro lo insinúa todo: en El día que me amen, la nueva película de Pol-ka que promete estrenarse en junio, habrá una historia de amor que dará que hablar.

Hoy es su primera tarde libre. Mientras se ceba unos mates, cuenta que se acaba de levantar, que anoche terminaron de rodar a las cinco de la mañana, y que se siente cansada pero feliz. Está en la cocina del departamento que comparte con el empresario Alan Faena, ubicado en el corazón de Puerto Madero. "En realidad, vine a pasar solamente dos o tres días y todavía no me fui", confía divertida. Desde el living llega un tema de Anita Alvarez de Toledo, la guitarrista de Fito Páez. "Estoy embelesada con su voz, la defino como una de las más bellas de esta época. Quiero estudiar canto con ella. Siempre me gustó cantar, me cura todo. De chica imitaba muy bien a Mercedes Sosa y a Sandra Mihanovich", revela entre más risas.

Sin que nadie le pregunte, saca el primer tema de la nota: Europa, el continente que -a fines del año pasado- recorrió en avión, auto, moto y a pie. "Más que un viaje, viví un tránsito interior donde me re-descubrí…".

-¿Qué, acaso te despediste de la chica rebelde?
-Ella está y va a estar siempre. Pero me renové. Viví la felicidad, con el mar y el cielo como únicos testigos. Me descubrí estudiando pintura en París, cocina en Madrid, paseando en moto por Roma, nadando en las aguas turquesas de la isla de Capri, rodeada de amigos, disfrutándolo todo.

-¿Hablás de crecimiento?
-Sí, de cambios y crecimientos. De nuevas metas, nuevas ideas, nuevos caminos. Hoy hago mucho por cuidarme, por ser mejor persona, por ser más bondadosa y humilde. Quiero vivir sin prejuicios acerca de las personas ni de mí, porque no sirven de nada. Quiero poder recibir y dar.

-¿Y qué lograste cambiar cuando volviste de Europa?
-Muchas cosas. Desde cuidar más mi cuerpo -ahora hago gimnasia en Figurella y me obligo a caminar-, hasta descubrir que hacer nuevos amigos es mi deporte favorito. También me di cuenta de que no me falta nada en la vida. Sólo me quedan cosas por hacer, como aprender idiomas, andar bien a caballo, cruzar ríos, tomarme un Martini en Tifanny's, hacer un musical en cine, tanto… Por ahora, me propuse estudiar metafísica y escribir un guión con mi amiga Marina Belaustegui antes de que termine 2003. Cambié desde el exterior hasta lo más profundo: ahora hasta… pienso en el matrimonio (ríe con ganas).

-Y lo decís en serio…
-Sí, claro. Estoy esperando que me sorprenda, que me lo proponga… Me gusta la idea, siempre vivo amores locos…

-¿Hablás de Alan, no?
-Sí, por supuesto. Hablo de ese mago poderoso que logró hechizarme con sus efluvios.

-¿Ya descubriste qué fue lo que te atrapó de él?
-Todo. Es un alma vieja, de esas que hace muchos años están en este mundo. El me enseña la manera de vivir gozando positivamente la vida. Y me enloquece su amor, su elevación...

-No suena muy carnal.
-Porque es amor puro. Con él vivo un enamoramiento cósmico. Me atrapa permanente con su sencillez, con su sensibilidad, con su energía, su generosidad. Por eso estoy tan contenta y con ganas de seguir aprendiendo a su lado.

-Y en las relaciones cósmicas, ¿se perdonan las infidelidades?
-(Piensa) …Es muy difícil responder a eso, explicarlo en una nota. Para sintetizarlo, te diría que cada uno se acepta como es, lo más importante es ser fiel con uno mismo.

Definitivamente no es la misma que en el 2002 se ganó el Martín Fierro como mejor actriz de tevé. Quizá la explicación esté en que entre aquel premio y este regreso al cine, le pasó de todo: debió enfrentarse a los rumores que la señalaron como la "culpable" de la separación entre Araceli González y Adrián Suar (relación que se encargó de desmentir en su momento), a sobrevivir seis meses lejos de sus afectos y su tierra, a recorrer miles de kilómetros sin saber con precisión qué la esperaría al día siguiente.

-Te fuiste justo cuando te vincularon sentimentalmente con Suar y ahora volvés a trabajar con él. Frente a eso, ¿Alan también reacciona de manera espiritual?
-Se lo tendrías que preguntar a él, pero creo que Alan no se hace problema por eso. Se lo toma bien.

-¿Y qué opina de Adrián?
-Alan lo quiere mucho. Comemos asados juntos, salimos y a los dos nos gusta integrarlo a nuestras amistades.

-¿No existen los celos?
-Para nada.

-¿Cómo fue tu reencuentro con él?
-En realidad, todo se gestó el año pasado: cuando estaba en el set de grabación de 22, el Loco, yo le había comentado que quería hacer cine otra vez y él me habló de esta película. Después me fui a España y pensaron en Nanchu (se refiere a Nancy Dupláa), pero justo ella se enteró de su embarazo y… ahí, volví yo.

-En enero…
-(Interrumpe). ¡Ay! De paso, quiero aprovechar para mandarle un beso grande a Nanchu y a Pablito (por Pablo Echarri, el futuro papá), que todavía no pude hablar con ellos para felicitarlos y decirles que los quiero mucho, que les deseo lo mejor…

-Vuelvo: en enero Suar estuvo en Punta del Este y fue a verte. ¿Qué pasó ahí entre ustedes?
-Vino para presentarme a Dany Barone, el director de la película. Que, por cierto, me sorprendió: encontré en él a un ser sensible, que le gusta mucho trabajar con cámara lenta y rápida, usa lentes raros, respira arte y logra conmover. Nos reunimos todos en la casa que Alan tiene camino a José Ignacio, donde pasamos las últimas vacaciones. Imaginate, estuvo todo más que bien, nos divertimos mucho, la pasamos re lindo…

-¿Hasta ese momento no habías tenido contacto con Adrián?
-Habíamos hablado por teléfono. Incluso llegó a mandarme el guión a España para que lo leyera. Cuando nos reencontramos, empezamos a trabajar sobre los roles hasta que salió la película... Después, nos pusimos a ensayar muchísimo para que el trabajo fuera interpretado hueso a hueso.

-Y darán que hablar, una vez más…
-Me encanta que hablen de nosotros. Con Adrián nos reímos de nuestro supuesto romance. Supongo que los que no se ríen son las otras partes.

-¿Te referís a Araceli?
-Y a Alan. Ellos se llevan la parte más dura. Nuestro romance es sólo cinematográfico. Que la gente hable es parte del juego. A mí me encanta generar fantasías y misterio, por eso elegí esta profesión… Si me pongo a aclarar cada una de las cosas que dicen, la magia se pierde.

-En estos momentos Suar debe ser el soltero más exitoso y codiciado del país. Más de una mujer te debe estar envidiando…
-Puede ser… Tengo amigas a las que les gusta Adrián. Pero el soltero más codiciado del país está conmigo, y ese es Alan.

-¿Acaso con vos no ejerce ningún poder de seducción?
-No. Pero reconozco que tiene muchas virtudes: te puedo decir que me maravilla la manera en que piensa proyectos tan creativos, su manera amable y bella para con los actores y el resto del equipo. Adrián es un ser abierto, libre. Y como actor, noto que está cambiando: lo veo interpretando su rol con mucha serenidad y riesgo a la vez. Es la primera vez que hace un papel tan jugado, de un hombre encerrado en sí mismo porque sufre ataques de pánico, y me encanta poder acompañarlo en este cambio, poder estar a su lado en esta nueva etapa.

-Todavía no hablaste del hombre.
-¿Qué puedo decir de él? Adrián me sorprende todo el tiempo: nunca pensé que nos podíamos llevar tan bien en todo. Reconozco que tenía un concepto más frívolo de él. Pero no, Adrián es una persona preciosa. Lo quiero mucho. Es mi amigo.

Todavía faltan cinco semanas para que termine el rodaje. El guión asegura que a partir de aquella escena en la casita del árbol, las vidas de Mara (Leticia Brédice) y Joaquín (Adrián Suar) darán un vuelco inesperado.

por Mariana Montini
fotos: Santiago Turienzo
producción: Sofía Delger e Inés Azumendi
Maquilló Betina Frumboli para Lancôme, peinó Margarita Porto para Impagliazzo-Lamensa. Agradecemos a María Vázquez

Cambié y crecí mucho. Desde el exterior -ahora cuido mi cuerpo-, hasta lo mas profundo: estoy esperando que Alan me proponga matrimonio"">

"Cambié y crecí mucho. Desde el exterior -ahora cuido mi cuerpo-, hasta lo mas profundo: estoy esperando que Alan me proponga matrimonio"

Con Adrián nos reímos de nuestro supuesto romance. Supongo que los que no se ríen son Araceli y Alan, que se llevan la parte más dura. Nuestro amor es sólo cinematográfico"">

"Con Adrián nos reímos de nuestro supuesto romance. Supongo que los que no se ríen son Araceli y Alan, que se llevan la parte más dura. Nuestro amor es sólo cinematográfico"

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