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“Ya no hay vuelta atrás”

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En la era de la aldea global, las relaciones empiezan y terminan con la velocidad de un simple clic. Ciento cuarenta caracteres pueden anunciar un romance y también destruirlo. Si no, vean el ritmo vertiginoso que impone la web. El jueves 10 de marzo, Diego Forlán (32) y Zaira Nara (23) dieron la buena nueva vía Twitter: “Queremos compartir esta noticia con ustedes”, empezó el delantero. “¿Lo decimos?”, continuó la modelo y remató: “¡Nos vamos a casar!”. Abril. Mayo. Junio. Apenas tres meses y llega el otro clic. Diez de junio, una cero tres de la madrugada (1.03 AM). Zaira hace estallar la bomba en su cuenta de Twitter. Y sus 486 mil seguidores leen: “Ahora lo que les puedo decir es menos mal que no me casé”. Punto final.

CUANDO TE CONOCI. Zaira ya no va a tener que renegar contra ese mote que tanto le molestaba. “Yo no soy una botinera”, decía cuando la incluían entre algunas chicas que lustran botines por amor... al euro.
Vamos al inicio: jueves 29 de mayo de 2008. La modelo preparaba el vestido para la boda de su hermana Wanda –que se casaría un día después con Maxi López en una millonaria fiesta en el Alvear Palace Hotel–, pero tuvo tiempo para elegir otro para una primera cita. Diego Forlán y Zaira se habían conocido a fines de 2007 en Rumi, en una especie de cita a ciegas organizada por Germán Paoloski. Pero la primera vez que estuvieron a solas fue aquel jueves a la noche, también la noche de su primer beso. ¿Cuando llegó la confirmación del romance? Unos seis meses después. El lugar fue Punta del Este y el último fin de semana de aquel año habilitaron las primeras fotos. Una pareja más que potable para este Big Brother constante que genera el showbizz: ella, modelo, jóvenes 20 años, impecables 90-58-90. El, futbolista exitoso, dos veces Botín de Oro de Europa, millonario. Sí, parecían la pareja perfecta...

DIVISION MIAMI. El lunes 30 de mayo de 2011 Zaira y Diego viajaron desde Madrid a Miami –justo a tres años y un día de su primera cita–, un pequeño break antes de volver para el Río de la Plata. La modelo le puso un rótulo a esas minivacaciones: “Son nuestras últimas vacaciones como novios”, sin saber que también serían las últimas como pareja.

Ellos venían de su convivencia más larga en Europa, que coincidió con la peor temporada de Forlán en la Liga Española. El mejor de Sudáfrica 2010 se peleó con el DT del Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores, y “comió” banco todo el final de la temporada. ¿Cómo fue la experiencia de convivencia? En palabras de la menor de las Nara “estoy súper adaptada a mi nueva vida, y muy feliz”. Nos contaba Zaira que dejó contratos, campañas y la conducción de La cocina del show para vivir en España con Forlán en 2011. “Esto lo hice por amor: dejé todo para estar con él”, remataba.

Pero parece que en sus días en Miami ya no fueron la pareja feliz de otros viajes. El martes 31 de mayo, un paparazzo los fotografió discutiendo. Y ésa no habría sido, se supo luego, la única discusión fuerte que habrían tenido en el último mes. Ella lloraba y él se mantenía distante: le hablaba, trataba de explicarle algo, y por momentos buscaba consolarla. ¿Qué discutían? “Diego le explicaba que las cosas ya no eran como antes. Cuando volvieron de Miami, los dos ya sabían que la relación no seguiría adelante, pero a Zaira le costaba aceptarlo”, cuentan del lado del futbolista.

Pero en el regreso todo siguió su curso: el sábado 4 de junio, Diego acompañó a Zaira al bautismo de su sobrino, Constantino (hijo de Wanda Nara y Maxi López), y un día después viajaron a Uruguay. “Me voy con Diego a Montevideo porque queda concentrado con la Selección, y quiero estar con él todo lo que puedo”, había contado Zaira.

Pero aquéllas fueron sólo apariencias. Unos días después, en distintas versiones, ambos les dijeron a sus amigos y familiares que la relación había terminado.

FUEGO CRUZADO. Estaba todo dicho: el final fue de aquel lado del Plata. Zaira le devolvió a Forlán el anillo que él le regaló la noche que le ofreció matrimonio –se puso de rodillas para pedir su mano– en lo más alto del exclusivo Eurostars Madrid Towers. Y ya no volvieron a hablar.

Aquí es donde empiezan a escucharse diferentes voces. Y donde las versiones son cruzadas y difieren, dependiendo de quién sea el interlocutor.

“Vi cosas que nunca le podría perdonar. Algo que me desilusionó mucho. Se suspendió el casamiento, mi relación con Diego está terminada. La situación no tiene marcha atrás”, les explicó Zaira a los suyos, entre llantos, el lunes 6. Y miró el teléfono hasta el miércoles, esperando un llamado de Diego que nunca llegó. “El no reaccionó. No llamó ni para pedir que habláramos”, les dijo a sus amigas más íntimas. Sus familiares aseguran que estaba destruida, muy triste, que no paraba de llorar. Por eso, su hermana Wanda organizó un viaje a Pinamar para el fin de semana junto a su marido, sus dos pequeños hijos, y las amigas de Zaira. Allí les reveló algunos detalles de la separación. Y contó algo que los sorprendió a todos: que había recibido dos cartas con remitente europeo, y que una le había mostrado “una evidencia” imposible de eludir. “Vio algo que la desilusionó muchísimo. Está destruida”, insisten en su entorno.

¿Qué pasaba del otro lado del río? El fin de semana empezaron a escucharse los primeros ecos de la separación, pero el domingo el papá de Diego terminó de confirmarlo en el programa Punto penal: “La verdad, nunca recibí la invitación al casamiento. Y ayer Diego nos confirmó que se había separado. Uno quiere la felicidad de sus hijos. Diego está bien, de Zaira no sé nada... Pero son cosas de ellos”, dijo Pablo Forlán.

De a poco, también empezaron a hablar los íntimos del jugador uruguayo: “Diego le dijo a Zaira que ya no estaba enamorado de ella: así no podía casarse”. Y dicen que la voz de Forlán fue contundente: “Es doloroso, pero todo iba muy rápido. Prefiero terminar la relación ahora y no con un gurí de por medio. La decisión fue mía y no hay nada raro: la dejé porque no la amo”.

El domingo por la noche, cuando Zaira Nara regresó con sus amigas de la costa atlántica, se reunió con sus managers de Multitalent Agency, Willy y Paul García Navarro, y el resto de la familia. Allí trataron de cerrar el tema y mirar para adelante. “En una semana necesitamos que Zaira esté recuperada. Ya nos pusimos a trabajar para reinsertarla al trabajo en la Argentina”, dijeron sus representantes.

ASUNTOS PENDIENTES. Muchos se preguntan si el móvil de la separación de Diego y Zaira puede haber sido económico. Aquí está la respuesta: “Ella había firmado un contrato prenupcial, donde quedaba claro que no le correspondía nada de lo que Diego había ganado antes del casamiento, ni tampoco lo que generara mientras estuvieran juntos”. Es lo que juran en el entorno de Zaira. También dicen que él había cambiado en el último tiempo, lo que no sería extraño, sobre todo si el futbolista venía madurando la idea de suspender la boda. Pero los amigos de Zaira insisten: “Ella se sentía asfixiada. El había cambiado: de apoyarla en su profesión pasó a no dejarla hacer casi nada. Hasta le dijo que no aceptara un trabajo en la tevé española. Zai creía que una vez terminados los años de fútbol en Europa volverían al Río de la Plata. Pero Diego le dijo que no iban a vivir aquí, y eso también la lastimó”.

Finalmente, enla madrugada del lunes 13, la propia Zaira puso luz ante malintencionados rumores: “Les pido dejar de circular las versiones que lastiman, el inventar sólo puede hacer mal, no busquen + respuestas, es un momento muy nuestro”, escribió ella en su twitter.

Está claro que no habrá fiesta en diciembre para quinientos invitados en Carmelo, ni arroz en el Registro Civil de Montevideo el 30 de julio. Pero quedan trámites por cerrar. Hasta el domingo, nadie les había avisado a las event planners de la fiesta de casamiento –Bárbara Diez– y de la despedida de soltera –Antonella Di Pietro–, que no quedaban razones para festejar.

Lo último será la división de bienes. Zaira deberá traer todo lo que dejó en la casa del barrio privado Las Rosas, de Madrid, y tendrán que vender el departamento de cien metros cuadrados que la pareja compró este verano en el edificio Yoo, de Punta del Este.

En eso sí coincidieron Zaira y Diego: “La situación no tiene vuelta atrás”. El martes 31 de mayo, la pareja discutió en una playa de Miami. El le dijo que las cosas ya no eran como antes. Se venía la ruptura.

El martes 31 de mayo, la pareja discutió en una playa de Miami. El le dijo que las cosas ya no eran como antes. Se venía la ruptura.

La secuencia es elocuente: Zaira escucha a Forlán y rompe en llanto. Primero el futbolista la observa, y después la abraza para consolarla. “Ella se negaba a creer que todo se estaba terminando”, dicen los amigos de Diego.

La secuencia es elocuente: Zaira escucha a Forlán y rompe en llanto. Primero el futbolista la observa, y después la abraza para consolarla. “Ella se negaba a creer que todo se estaba terminando”, dicen los amigos de Diego.

Zaira y Diego estuvieron cinco días en Miami y pararon en el Delano, propiedad de Madonna. “Son nuestras últimas vacaciones de solteros”, definió Zaira su paso por Miami. Finalmente, fueron sus últimos días con Forlán.

Zaira y Diego estuvieron cinco días en Miami y pararon en el Delano, propiedad de Madonna. “Son nuestras últimas vacaciones de solteros”, definió Zaira su paso por Miami. Finalmente, fueron sus últimos días con Forlán.

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