“Ya llegué a Cannes; ahora voy por Hollywood” – GENTE Online
 

“Ya llegué a Cannes; ahora voy por Hollywood”

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No lo puede creer. Cuenta que si alguien le hubiera vaticinado semejante historia, su respuesta habría sido: “¡Andá!”. Pero sí. Le pasó a ella. A Luz Cipriota: la chica que se hizo acróbata para convertirse en modelo y devenir actriz de cine.

Y el cuento dice así: con mayoría de edad (21 cumplidos el 6 de setiembre del año pasado), voló a Cannes para pisar la alfombra roja en el Festival de Cine más importante de Europa. Y entró nada menos que del brazo del máximo bombón mexicano, Gael García Bernal. Como si fuera poco, recibió los elogios del mismísimo director Alfonso Cuarón. Y por si algún broche de oro le faltaba, el final fue de hadas: se cruzó con Leonardo Di Caprio en una de las tantas fiestas a las que estuvo invitada y… colorín colorado…

Pero hubo un antes, por supuesto. Y ese comienzo no fue menos fantástico que el The End. “Yo era acróbata y un día me descubrió Pancho Dotto y me invitó a formar parte del staff. Siendo modelo empecé a coquetear con la actuación. Entonces, me puse a estudiar en el Centro de Investigación Cinematográfica, para ser actriz y directora de artes escénicas. Mi primer trabajo fue en la tele: El refugio para Canal 13, un programa muy divertido, que me permitió hacer de chica mala. Después vino Reinas magas, un infantil en el que me descargué con eso del baile y la acrobacia. Hasta ahí, me consideraba una afortunada. Todo lo que vino después, creo hoy, se lo debo al toque mágico de algún hada…”.

–¿Tan milagroso fue?
–Sííí. Yo te cuento la historia y después vos me decís: en el 2005 me presenté a un casting para una película que produciría y dirigiría el actor mexicano Gael García Bernal. Se trataba de Déficit, su primer largometraje. Buscaban a una argentina para el protagónico femenino; el masculino lo tendría él. No te miento: había trescientas chicas, entre las que reconocí a muchas actrices ya consagradas. Quedé entre diez. Me volvieron a llamar. Esa vez, el mismo Gael se vino de México para la elección. Quedamos dos. Y cuando me llamaron, fue para decirme que la afortunada era yo. Y ahora, ¿qué me decís…?

–Que seguramente el hombre habrá encontrado alguna virtud actoral en vos...
–Sí, sin duda. En el casting de acá yo estaba súper nerviosa, porque la escena que debíamos hacer juntos terminaba con un beso en la boca. ¡Era mi primer beso de ficción! Jamás había dado uno. Y cuando llegó el momento, me besó en la frente.

–Una desilusión...
–No, al contrario. Me pareció súper caballeroso de su parte. No era necesario el beso en ese momento, porque no se trataba de la verdadera película. Después, en México, sí. Ahí cada escena fue al pie de la letra y hubo beso, de todo…

–¿Sos su amante?
–¿En la vida, decís? Ah, sí, en la película sí: él está de novio y tiene una aventura conmigo, que soy una argentina recién llegada a México.

–Como en la vida.
–Sí, ése fue mi primer viaje allá; no conocía. Me pareció genial. Pasamos dos meses juntos, grabando en Tepoztlán y Morelos. Conocer a Gael fue lo mejor que me pasó en la vida: me dio una gran oportunidad a nivel personal y profesional, porque me abrió las puertas hacia el mundo del cine. Siempre le voy a estar agradecida.

–¿Y qué onda con él?
–Increíble. Me contuvo muchísimo. Fue mi primera vez fuera de casa y extrañaba. Un día me agarró un bajón y él se dio cuenta. Entonces me dijo algo así como: “Si esto es lo que amás, vas a tener que acostumbrarte a la soledad. El actor es solitario: pasa tres meses intensos con un grupo de gente al que jamás vio y, seguramente, jamás volverá a ver, para quedarse un tiempo con las manos vacías esperando a que alguien se acuerde de él y todo vuelva a empezar”. Y es así.

–Tuvieron buena química, intimidad...
–(Interrumpe) Sí, pero como sé que se dijo que andábamos juntos, te aclaro: entre Gael y yo no pasó ni pasa nada. Es un tipo encantador, que puede enamorar a la mujer que quiera. Pero no se tomó ese trabajo conmigo. Yo no tengo novio y ni pienso en eso ahora. Con él tengo la mejor, pero no pasó nada. Es más, ni estoy a la altura de Dolores…

–¿Qué Dolores?
–Fonzi. Mi personaje en el film se llama Dolores y es una argentina de la que se enamora estando de novio y… ¿a vos te parece que él piensa en mí? El mismo me reconoció que a la hora de escribir mi papel se inspiró en Dolores Fonzi. Yo no digo que pase algo entre ellos, pero no tengo dudas de que entablaron una fuerte amistad.

–¿Cómo sigue lo tuyo?
–Estoy dispuesta a todo, hasta me iría a vivir un tiempo al exterior con tal de convertirme en una gran actriz. Tengo todas las ganas y la voluntad. Sólo me falta tiempo. Ya llegué a Cannes, ahora voy por Hollywood. Hasta los Oscar no paro… Pero trato de vivir el hoy. Y todavía estoy disfrutando de este sueño que no termina: porque nos reencontraremos para presentar la peli en México y después en la Argentina. Hay un buen capítulo escrito, pero siento que mi historia recién comienza.

Brilló en la red carpet del Festival de Cannes junto al máximo bombón mexicano: Gael García Bernal. Luz  jura que lo suyo recién empieza y los que más saben de cine ya le auguraron un futuro prometedor.

Brilló en la red carpet del Festival de Cannes junto al máximo bombón mexicano: Gael García Bernal. Luz jura que lo suyo recién empieza y los que más saben de cine ya le auguraron un futuro prometedor.

“Estoy dispuesta a todo: hasta me iría a vivir un tiempo al exterior con tal de convertirme en una gran actriz. Tengo todas las ganas y la voluntad. Sólo me falta tiempo. Hasta los Oscar no paro”

“Estoy dispuesta a todo: hasta me iría a vivir un tiempo al exterior con tal de convertirme en una gran actriz. Tengo todas las ganas y la voluntad. Sólo me falta tiempo. Hasta los Oscar no paro”

Con un diseño exclusivo de Benito Fernández y zapatos de Ricky Sarkany, impactó en el Festival de Cannes. Gael García Bernal la esperaba para ver juntos y en primera fila Déficit, su primer protagónico en cine. “<i>Me pasé toda la película llorando, aferrada a la mano de Gael. Era la primera vez que veía mi trabajo completo, ¡y en el cine! Fue súper fuerte, inolvidable</i>”, cuenta la morocha de Pancho Dotto que ahora sueña con conquistar Hollywood.

Con un diseño exclusivo de Benito Fernández y zapatos de Ricky Sarkany, impactó en el Festival de Cannes. Gael García Bernal la esperaba para ver juntos y en primera fila Déficit, su primer protagónico en cine. “Me pasé toda la película llorando, aferrada a la mano de Gael. Era la primera vez que veía mi trabajo completo, ¡y en el cine! Fue súper fuerte, inolvidable”, cuenta la morocha de Pancho Dotto que ahora sueña con conquistar Hollywood.

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