Nos abre las puertas de su residencia francesa para compartir lo que nadie vio de su fastuoso cumpleaños número 33 y revela los secretos de un matrimonio en países separados: “la distancia enciende aún más nuestra pasión”.
Con base en Milán, pero con una “media vida” en París, donde Mauro Icardi juega como futbolista en la capital de Francia, charlamos con Wanda Nara sobre la aventura que podría resultar compatibilizar el matrimonio a distancia.
“Trato de que el límite del tiempo de no dormir juntos no supere los tres días. Pero llegado el caso, nos resulta muy bien el avance tecnológico de las videollamadas”, dice entre carcajadas.
Y admite “aún no tuvimos ese tiempo de novios, ciento por ciento a solas. Cada tanto le reprocho que, desde esta nueva vida en París, todavía no tengamos la foto romántica con la torre detrás”, bromea, un tanto en serio.
Respecto de los temores de que este lifestyle atente contra el vínculo, Wanda es categórica: “cuando la pareja es sólida, con dos adultos seguros, es todo lo contrario. La vida en países separados suele encender mucho más la pasión”.
Minimiza las prejuicios corrientes de una pareja a la distancia. “Mauro dirá que soy celosa, pero no es así. Estoy tan segura de mí misma, de todo lo que hice y formé con él, que…¿de qué mujer podría sentir celos?”, dispara.
Fotos: Gentileza WN by Cristian Welcomme.
