"La historia empieza en Heathrow. La tradicional delegación de 30
jugadores, cuerpo técnico y dirigentes que se juntaba en Ezeiza para iniciar
formalmente una gira, ha dado paso, debido al gran numero de jugadores que se
desempeñan en Europa, a un nuevo estilo de organización para la convocatoria,
donde cada uno va aterrizando proveniente de su lugar de residencia.
Así, entonces, arribaba de Francia un gran grupo de gente, con Mauro
Reggiardo, Omar, Nacho Fernandez Lobbe, más todos los que jugamos en el Narbonne,
para juntarnos en el aeropuerto con Gonza Camardon, que venía de Italia,
y el grupo que viajaba desde Buenos Aires.
Una vez reunidos, nos subimos al bus y completamos el largo recorrido hasta
Cardiff. El viaje fue una buena excusa para ponernos al día. Tras varios meses
en los que nos mantuvimos fuera de contacto, compartimos las primeras anécdotas
e historias, y descubrimos de a poco las primeras sensaciones que nos generaba a
unos cuantos volver a Gales por primera vez después del Mundial. Era claro que
el clima interno del grupo estaba cargado de ansiedad y ganas de llegar...
Cuando el vehículo estacionó en el Marriot, ubicado en pleno
corazón de la ciudad, nadie pudo ocultar la sorpresa: ¡ya no estaríamos a
diez minutos del centro como había ocurrido la última vez! Eso permitió que,
a pesar del doble turno de los entrenamientos, pudiéramos realizar algunas
escapadas para caminar por la city después de las comidas, y engañar a
la rutina del hotel. La gran prueba del éxito de estos pequeños paseos fueron
las pocas partidas de Podrida que se jugaron. El clásico grupete
que, desde hace varios años, aprovecha cada rato de tiempo libre para jugar a
las cartas, compuesto por Mauricio a la cabeza, el Yankee, Tati, Chalo,
Mario, Nacho, y algún invitado, comprobó, tras cinco días de gira, que
prácticamente no había avanzado en su competitiva liga.
El hotel, que ofrecía los servicios de gimnasio, pileta, jacuzzi y
sauna, permitió que se impusiera una nueva modalidad. Cuando finalizábamos el
segundo turno de entrenamiento tomábamos el té, y poco después un grupo se
juntaba con el fitness coach del plantel, Nacho Fernandez Madero,
para realizar un suave trabajo basado en la fuerza explosiva, que culminaba
siempre en la pileta, donde se recuperaban los músculos en vistas de la
siguiente jornada de trabajo físico. Martín Durand y Lucas Ostiglia fueron los
seguidores más fieles de la disciplina, dos entusiastas que demostraron en todo
momento sus ganas de progresar y entrenar duro.
Siempre se dice que es fundamental comenzar ganando y jugando bien para
lograr el éxito en una gira. Por eso esperamos con ansiedad el primer partido
contra Gales "A", un duro obstáculo que debíamos superar en
Pontypridd.
Luego de cuatro días de entrenamientos, el martes 6 a la noche, llegó la
hora de la verdad. Y enhorabuena, porque pudimos desplegar durante todo el
partido la estrategia que se había definido en el vestuario. Gracias a eso
dimos un firme primer paso, imponiéndonos por 30 a 14.
Estos días en Gales también contaron con una particularidad. Como Loffreda
y Baetti son buenos amigos del antiguo entrenador del seleccionado inglés, Less
Cussworth, lo invitaron a colaborar con nuestro equipo durante unos días. No
sólo que aceptó, movilizado sólo por su calidad de persona y el sentimiento
de amistad, sino que además debemos asegurar que brindó una ayuda grandísima.
Siempre apuntando a enriquecer y mejorar nuestro juego, aportó técnicas de
entrenamiento, el uso de los videos para analizar el juego, y distintas ideas
específicas acerca del juego moderno.
Mientras tanto, la prensa galesa sólo hablaba de una cosa: el debut contra
los Pumas de Iestyn Harris, la flamante y millonaria incorporación del
seleccionado Gales, estrella de rugby league. Las expectativas eran
enormes. Su figura hacía esperanzar a todo Gales. Era el impulso que la
selección necesitaba para superar el mal momento que estaba pasando.
Pero Los Pumas nos habíamos preparado bien. Vivimos una semana previa con
mucha intensidad, sintiendo en todo momento la confianza que nos teníamos. Y
finalmente las cosas se dieron como esperábamos. El sábado 10, el 10 y
estrella de camiseta colorada no pudo estar a la altura de las circunstancias.
Como era de esperarse, le costó acostumbrarse al timing y a los pocos
segundos con los que cuenta un apertura: el tiempo que tenía cuando jugaba como
fullback en rugby league para decidir y llevar a cabo una jugada, ya no
estaban; por eso, se autopresionó y cometió errores que castigaron duramente a
su equipo. Además nosotros estuvimos fuertes en todos lados. El pack de
forwards jugó un partido increíble, demoliendo y sometiendo al pack local en
todas las formaciones. La pareja de medios manejó el partido y se lució en
todos los aspectos. Y los tres de atrás mostraron la gran evolución en la
definición que se venía viendo en los últimos tiempos.
Escocia nos recibiría con algunos cambios. Luego de un viaje que se nos hizo
interminable, nos encontramos con un hotel pintoresco, pero ubicado en las
afueras de Edimburgo, y con un clima hostil, muy frío y ventoso. Sin embargo,
nos acomodamos rápido, y pasada la euforia por aquella victoria en el Millenium,
era tiempo de pensar en Escocia "A".
Como el estadio estaba a más de una hora de viaje del hotel, se optó por
salir después de almorzar y hacer una colación en otro más cercano. Con un
equipo muy parecido al de la semana anterior, salimos a mantener la racha de
victorias y el buen nivel de juego de los dos encuentros previos.
A pesar de que durante muchos pasajes del match pudimos imponer nuestro poderío
y plan de juego, nos encontramos con un compacto team escocés. Muy sólido, muy
veloz en el juego y determinado al máximo. Fue una verdadera batalla. Cada uno
intentaba imponer su estilo, hacerse fuerte en lo suyo. El scrum argentino fue
lo más destacable, se terminó obteniendo dos tries penal, y no hubo más,
sólo porque el arbitro, de bajísimo rendimiento, no quiso darlos.
Terminamos perdiendo por muy poco, y si se hubieran dado un par de
circunstancias al final, seguramente hubiéramos obtenido esa victoria. Aunque
de todos modos fue interesante ver cómo el equipo se pudo reponer, mas allá de
estar abajo en el tanteador por mucha diferencia en varias oportunidades.
Ahora tenemos en la cabeza el partido contra Escocia. El domingo será un
desafío durísimo. Los escoceses no regalan nada, y además, sabiendo de las
victorias en Gales, no van a subestimarnos en absoluto...
Será un choque fantástico. Confiamos en nuestro juego y nos preparamos con
todo. Lo esperamos con ansiedad y el espíritu intacto."
por Gonzalo Quesada, para Rugbytime.com
foto: Rodrigo Vergara
Todo un símbolo de esta exitosa era del seleccionado argentino de rugby. Sus patadas también se hicieron sentir del otro lado del Atlántico. Para el próximo domingo, en el que enfrentarán a Escocia, los Pumas están ansiosos: "Confiamos en nuestro juego y nos preparamos con todo".
