«Vivo con mi novio desde el primer día» – GENTE Online
 

"Vivo con mi novio desde el primer día"

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Marina Vollmann (31) lleva seis meses bajo panic attack. O más o menos. O menos. ¿O más? Pero calma: el agua no llega al río. Ataque de pánico se llama la pieza que protagoniza desde el 2000 en el Club d
el Vino con Daniel Aráoz y Coco Sily. La cosa va por otro lado. Por su

"fogoso romance" (ah, la prensa rosa y sus lugares comunes…) con Darío Lopérfido, del
"grupo sushi", del gobierno, subsecretario de Cultura, ex de María Gabriela Epumer, rockera de profesión. Y ahora, parar la oreja (el ojo, mejor): la charla viene de confesiones. 

-Casi siempre hizo de chica fácil. Y en Ataque… hace de prostituta. ¿Por qué?
-Me encanta. Son personajes… agradecidos.

-¡Vaya que sí! En teatro hay una verdad: "Lo mejor que puede tocarle a una actriz es un papel de borracha o de
prostituta
". 
-Tal cual. Pero en 22, el loco, hago otro tipo de personaje: una chica conservadora…

-Preguntilla de cajón: y en la vida real, ¿cómo es? 
-Hum. Nada pacata. Más bien lanzada. 

-Bruce Willis es duro de matar. ¿Usted es dura de conquistar?
-Un poco, digamos. Encontrar al otro no es fácil. Es único y maravilloso.

-¿Y encontrarse a sí mismo?
-Nunca terminé ese trabajo. Por eso tengo ocho años de terapia encima. 

-Freud dijo que con siete bastaba. ¡Le ganó al maestro!
-Sí. Pero la dejé hace tres meses. Era hora de tomarme un respiro. Además…

-Me imagino, pero cuente.
-Estoy en un muy buen momento. Basta de melancolía y de fantasías. Ahora todo es más real. 

-Sospecho que todo tiene, en este caso, la misma cantidad de letras que amor.
-Sospechás bien. Porque lo mejor para el amor es el trabajo. Nosotros estamos juntos, pero cada uno hace su trabajo. 

-¿Les molestó la imitación de Darío en Gran Cuñado?
-¡No! Nos reímos mucho. Marcelo es muy creativo…

-¿Y Suar?
-Bárbaro. Nunca te hace sentir que es el jefe.

-Los políticos vienen muy golpeados. Basta mirar las encuestas. Y vos estás con un político. La 
pregunta se cae a pedazos de tan madurita…

-Creo en la política, pero…

-¿Pero?
-No me gustan los políticos.

-Seria contradicción. Porque, hasta donde se sabe, Lopérfido no es plomero…
-No hay mucho problema, porque Darío no se va a dedicar a la política toda la vida. Es un hombre de la cultura y quiere y respeta mucho al Presidente, pero tiene otros proyectos. 

-¿Cómo se conocieron?
-Fue hace seis meses, en un recital de Divididos, nuestro grupo preferido. Y nunca más nos separamos.

-¿Viven juntos? 
-Sí. En su casa de Palermo Hollywood. Vivo con él desde el primer día. Nos veíamos siempre en los recitales de Divididos. Pero una noche, en Obras, mientras Ricardo Mollo cantaba Spaghetti del rock, nos dimos cuenta de que lo nuestro… era. (Tararea el tema).

-Así dicho, parece una historia muy simple.
-Me equivoqué muchas veces. Me metí en relaciones complicadas. Pero eso no era amor.

-¿Y esto?
-Esto sí. Seguro. 

-¿Por qué está tan segura? ¿No puede ser otro error?
-No. Nunca. Me enamoré profundamente. Es compañero, amigo, amante, novio, todo. Antes nunca viví con nadie. Pero esta vez…

-Esta vez…
-Hubo conexión desde el alma. Podíamos mirarnos a los ojos, llorar juntos, ser vulnerables sin vergüenza…

-Una señora locamente romántica, digamos.
-No tanto. Tengo mis días. Me pongo romántica cuando veo una película como Castillo de hielo o leo un libro como Luna amarga.

-Entonces, cena con velas y todos los chiches…
-No, porque no me gusta cocinar. Para eso está Lina, mi mamá, que me hace maravillosas fuentes de vittel thonné. 

-Buenas o malas lenguas juran que Darío dejó de comer sushi por la comida casera que usted le prepara. Triunfo de Occidente sobre Oriente. 
-Bueno…, preferimos quedarnos en casa. Pero él no come sushi, y a mí me encanta…

-Primer gran conflicto de pareja. ¿Entonces?
-Nos peleamos. Y al final yo pido delivery de sushi, y él está feliz si le hago milanesas con papas fritas.

-Y después, a plancharle la camisa… Capítulo dos del Manual de la perfecta ama de casa.
-¡No! Tampoco me gusta planchar. Mi única obsesión es el orden. Que todo esté en su lugar. 

-¿Los objetos y las partes del cuerpo? 
-En eso soy… natural. Hago gimnasia, yoga, y uso muchas cremas, pero en casa vivo en pijama, remera, y cuando salgo no me arreglo demasiado.

-¿Bisturí?
-Hasta ahora, nunca. 

-¿Hay planes de casamiento y de bebés? 
-Ojalá siempre estemos juntos. ¿Casamiento? No sé. Nunca fui muy Susanita. (Nota: personaje de Mafalda, de Quino, obsesionado por la boda con libreta y muchos, muchos, muchos hijos). Si vienen los hijos, ¡que vengan! 

-¿Qué los atrajo? 
-No sé. Porque él es fana de River, y yo de Boca. Yo soy polvorita y él es remanso… 

-Y bueno: será un loco amor, tipo Cumbres borrascosas… 
-No sé. Porque él está más enamorado de Nicole Kidman que de mí. 

-Caramba. Enmudezco…
-Pero no me importa: yo también estoy enamorada de Nicole Kidman.

-Enmudezco por segunda vez. ¿Dualidades, quizá? 
-Todos somos duales. Todos.

Marina con todo. Con su espectacular arsenal de belleza. Jura que está realmente enamorada por primera vez,  que dejó de hacer terapia, que no le importa casarse con libreta", y que "si llegan los hijos, que lleguen".">

Marina con todo. Con su espectacular arsenal de belleza. Jura que está realmente enamorada por primera vez, que dejó de hacer terapia, que no le importa casarse "con libreta", y que "si llegan los hijos, que lleguen".

Darío Lopérfido y Marina en un  <i>tête à tête</I> más que íntimo. Se conocieron en un recital, pero los unió algo más que su pasión por el grupo Divididos… Más divina que nunca, se siente feliz con su trabajo: en teatro hace de prostituta en <i>Ataque de Pánico</i>; en tevé, de chica conservadora en <i>22, el loco</i>.

Darío Lopérfido y Marina en un tête à tête más que íntimo. Se conocieron en un recital, pero los unió algo más que su pasión por el grupo Divididos… Más divina que nunca, se siente feliz con su trabajo: en teatro hace de prostituta en Ataque de Pánico; en tevé, de chica conservadora en 22, el loco.

Antes, en materia de amor, me equivoque muchas veces. Pero esta vez es distinto. Estoy con un verdadero hombre. Sensible, hiperinteligente y comprensivo. ¿Que mas puedo pedir?"">

"Antes, en materia de amor, me equivoque muchas veces. Pero esta vez es distinto. Estoy con un verdadero hombre. Sensible, hiperinteligente y comprensivo. ¿Que mas puedo pedir?"

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