«Vengamos las derrotas del fútbol y del vóley» – GENTE Online
 

"Vengamos las derrotas del fútbol y del vóley"

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El césped en la Catedral del polo devuelve la imagen de un grupo de hombres que galopan detrás de una bocha. Y aunque son ocho los que mont
an sus yeguas en el verde Palermo, hay dos que logran sobresalir del resto. Uno muestra tanta elegancia en el juego que por momentos parece que tuviera un imán para hacer lo que quiere con el taco. El otro transmite tanta garra que provoca que los rivales, vestidos de amarillo, se pongan pálidos ante cada cruce. Por suerte los dos tienen los colores celeste y blanco en su camiseta y un 10 enorme en su puntuación de hándicap. Por suerte, Adolfo Cambiaso (hijo) y Eduardo Heguy son argentinos.

El jueves 14, después de muchos años, se volvió a disputar un nuevo desafío del clásico entre Argentina y Brasil ¿El resultado? Una obviedad: por más que el albiceleste puso en la cancha un equipo inferior (27 goles de hándicap para igualar al de los brasileños) manejó el partido a su gusto, volvió a demostrar dónde está el mejor polo del mundo y marcó un abultado resultado: 11-6. Y aunque Adolfito y el Ruso sabían de antemano que tenían la victoria en el bolsillo, se abrazaron y besaron la copa como si fuera el trofeo más preciado: "Así cierro una semana espectacular. Primero, porque hace ocho días nació Mia, mi primera hija, y ahora por este debut y triunfo con la selección", dice Cambiaso, la figura con siete goles, uno de los mejores jugadores del planeta.


-Digan la verdad: ¿tomaron este partido como una especie de revancha ante Brasil por sus últimos triunfos en otros deportes?
Cambiaso:
-Si perdía este partido, me iba caminando y llorando a casa (risas). No me hubiese bancado ni un poquito la derrota. Sufrí sus triunfos en el fútbol primero, y después en el vóley. Por eso siento que esto es una especie de venganza. ¡Y eso que les dimos ventaja poniendo a dos jugadores de bajo hándicap!

Heguy:
-El secreto es que nosotros tenemos un ritmo muy competitivo. Pero la enorme diferencia que tiene Argentina con el resto es Adolfito. Es un marciano en este juego. Es una bestia. Tiene potencia, habilidad, velocidad y un talento inigualable. Es más que Maradona en el 86.


-Después de tantos elogios, ¿cómo lo definirías a Eduardo?
Cambiaso:
-Es como Blas Armando Giunta (carcajadas), o el Passarella del Mundial 78. Juega bien atrás, y si lo pasás, te siembra. Tiene un juego lindísimo.

-Volviendo a la ventaja que les dieron a los brasileños, ustedes dos no llegaron muy bien descansados. Uno, porque se casó hace poco y el otro por su reciente paternidad.
Cambiaso:
-Es verdad. Cada noche con María dormimos menos. Pero estoy feliz. Fue todo muy emotivo: presenciar el parto, elegir el nombre, prepararle su cuarto en Cañuelas. Aunque de eso se encargó la mamá. Yo lo único que hice fue comprarle la camiseta de Nueva Chicago.

Heguy:
-Lo mío es parecido en cuanto a las horas de sueño, pero distinto (sonríe con picardía). Tenía mucho miedo porque a los 36 años había adquirido las típicas mañas de un soltero. Pero está muy bueno eso de tener siempre a alguien que te espere, te malcríe y te acompañe en todo momento. Ahora el partido de solteros contra casados lo juego del otro lado. Por suerte, cuando miro para adelante, Adolfito también está en mi equipo.

Adolfito y el Ruso, lo máximo en hándicap para los mejores polistas del mundo.

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Junto a Facundo Pieres y Gonzalo Bourdieu levantaron la copa Roberto Cavanagh y Quilmes después de ganarle muy cómodamente a la selección de Brasil.

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