La verdad, ella es muy, muy sexy.
–Lo mismo acaba de declarar ella respecto de usted...
–¿Qué dijo Vanessa de mí?
–Sostuvo que es muy muy hot y un gran gran besador.
–Ahhh, menos mal (resopla). Me habías asustado. Se divierte Zachary David Alexander Efron (dato destinado a sus fans), ya sea aquí, durante el junket de prensa que organizó Disney en Los Angeles, “como en mi noviazgo, en mi trabajo, en mi vida toda, man”, puntualiza el muchachito de 1,75 metro, ojos celestes, cabello castaño claro, sonrisa contagiosa (para el periodista. Para esas fans nombradas sería “sonrisa cautivante”). “Imposible pedir más. Tengo una pareja adorable (Vanessa Hudgens), una familia divina (integrada por su hermano menor, Dylan, y sus padres, David, mecánico, y Starla Baskett, secretaria) y un trabajo increíble. Pecaría de ingrato si me quejara de algo. ¿Podría quejarme de algo?”, consulta enfático.
Aparentemente de nada, al menos en lo público, en lo laboral: Zac Efron (natural de San Luis Obispo, California), que explotó al mundo a través de High School Musical 1 y 2 (estrenadas en la pantalla chica) y el filme Hairspray, hoy monopoliza la taquilla internacional a través de HSM 3: La graduación (que llegará a los cines argentinos el jueves 27 de noviembre), acaba de firmar contrato para incorporarse a Hairspray II y Piratas del Caribe IV y para encabezar la remake de Footloose, y ¿negocia participar en la cuarta High School Musical, a cambio de diez millones de dólares?
–... Prefiero concentrarme en un tema, luego lo estudiaré. Deja que Troy (Bolton, su personaje en tal saga) disfrute las cosas paso a paso.
–¿Y se disfruta o pesa demasiado repetir un papel que la gente adoptó tan efusivamente?
–Disfruto una barbaridad. Resulta divertido. No existe mejor desafío a que vengan las muchachitas y me pidan una firma, una foto (carcajada).
–Muchachitas y no tan muchachitas. En cada alfombra roja asombra la diferencia de edad entre las que empujan y se apretujan por acercársele.
–Mira, una fan siempre es una fan, sume 15, 20, 35, 40 ó 60 años. Y a la fan hay que respetarla. Apenas se te acerca una niña, una adolescente, una madre o una abuela, debes firmarles, posarles. El trabajo de uno apunta a la gente. Los artistas necesitamos del público.
–Fácil sostenerlo pero difícil recordarlo en medio de la histeria femenina, el dinero ganado y la condición de celebridad. ¿Coincide? Aparte, habiendo cumplido la mayoría de edad el 18 de octubre, recién un mes atrás...
–Depende de la crianza. Me siguen rodeando los mismos amigos de la infancia, a quienes ni les preocupa qué hago en mi trabajo, y me siguen marcando de cerca mis padres, bajándome del techo si oso sacar los pies de la tierra. Aparte, no conocí la fama y el éxito hasta los 18 de edad. Aunque intervine en bellas obras teatrales durante mi preparatoria y de adolescente colaboré en varios productos televisivos (ejemplos, Firefly –2002–, ER Emergencias –03–, El Guardián –04–, C.S.I.: Miami –05– e If You Lived Here, You’d Be Home Now –06–), el volcán estalló hacia 2006, al lanzar HSM por Disney Channel. Una sorpresa. Siempre consideré a la interpretación un hobby.
–¿También al canto y el baile, sus fuertes en la trilogía de High School Musical?
–Igual. Y no planeo sacar ningún disco. Me lo ofreció Simon Cowell (el malo de American Idol), y me negué. Apunto a actuar. Me decidí sólo por la actuación.
–¿Entonces aceptará nomás quitarse la ropa en Equus, reemplazando a Daniel Radcliffe (Harry Potter), según leímos la otra semana?
–Olvídalo. Me falta coraje para desnudarme frente al público... Por ahora. 
“No me considero un tipo lanzado como Romeo, pero sé tratar a una mujer como si fuera Julieta”, define galante.
De vacaciones con Vanessa Hudgens.
Además del campeonato de básquetbol, la fiesta de graduación, el imponente musical de primavera y los pasos universitarios a seguir, en el cierre de HSM 3 se sabrá si Troy Bolton y Gabriella Montez (Vanessa) continuarán amándose.
