«Un tipo que se permite mostrarse vulnerable, es un macho de verdad» – GENTE Online
 

"Un tipo que se permite mostrarse vulnerable, es un macho de verdad"

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Carlos Calvo bebe esporádicamente su medida de whisky y Juan Leyrado fuma
algo parecido a un habano: cosas de hombres. Rodolfo Ranni camina sobre el borde
de la pileta y Maximiliano Ghione se prueba lentes oscuros. En la terraza del
hotel, el calor se cuela bajo los parasoles y los cuatro se juntan, se separan,
se vuelven a juntar según lo requiere la foto. Se quitan las camisas, se prueban
las batas blancas, se acomodan, los cuatro, que serán los mismos cuatro
protagonistas de Los Machos, la nueva tira de América.

-Buenas tardes señores machos… ¿machos o machistas?
Ranni:
Leyrado la tiene muy clara con la idea de lo machista, lo no
machista. Juan, por favor…
Leyrado: Hay quienes confunden al macho con el machismo, y son cosas
distintas. El macho es parte de un género y el machismo un comportamiento
bastante poco deseable. Por ejemplo, yo soy hombre, me gustan las mujeres y me
gustan las mujeres que les gustan los hombres, pero eso no me hace machista,
sino alguien del género masculino. Lo mejor de este programa es que intenta
descubrir lo vulnerable del macho.

-Ranni, en la primera etapa de Los Machos, tu personaje metió al hombre en la
cocina y lo que era un territorio asignado a la mujer pasó a ser un lugar de
seducción masculina…
Ranni:
No sé si habré logrado algo con eso, no estoy muy seguro, lo que sí
puedo decir es que de esa época a estos diez años que pasaron, la actitud de los
tipos ha cambiado muchísimo, y en lo que tiene que ver con la cocina también.
Hay tipos que hoy seducen a una mujer haciéndole un buen plato de langostinos. Y
antes eran las minas las que generalmente decían "los gano por el estómago".
Lo que pasa es que la vida va cambiando y ahora los hombres cocinan mucho más.
Eso está muy bien contado en el personaje de Maxi, que es un tipo que se ocupa
de los hijos, lava los platos, hace las camas, porque él está sin trabajo y la
que labura es la mujer…

-En sus vidas cotidianas, ¿qué cosa los hace sentirse machos?: ¿Insultar al
árbitro? ¿Ganar la mirada de una chica? ¿Tomar cerveza entre amigos?
Ghione:
Para mí, pasar a caminar del lado de la calle cuando voy con una
mujer, o correrle la silla para que pueda sentarse…
Calvo: Es que el macho es macho en la caballerosidad, ahí es donde se ve.
Abrir la puerta de un ascensor, darle el paso, esos pequeños gestos definen,
para mí, a lo que podríamos llamar un macho. Un tipo que se permite mostrarse
vulnerable es un macho de verdad.

-Algunos tienen una idea más rudimentaria y creen que ser macho es agarrarse a
piñas…
Ranni:
Yo creo que eso es sólo un estereotipo…
Leyrado: Un macho es un tipo que puede llorar, que puede acariciar a sus
hijos, escuchar a su mujer, hacer las compras en el supermercado. Un tipo que
puede ser débil, que se permite la debilidad… ahí está la hombría.

-¿Qué hay con las cargas sociales por ser hombre?
Leyrado:
Bueno, es que debimos comernos muchas galletitas, nosotros. Los
hombres tuvimos que hacer la colimba, estábamos obligados a ser seductores todo
el tiempo, teníamos que tener la guita para invitar a la mina a comer, entonces
mantener ese personaje cultural que nos impuso la sociedad fue muy insoportable.
Creo que el gran logro de los hombres, y lo veo más que nada en los adolescentes
de hoy, es haberla ido terminando con todo eso.
Calvo: Hay una cosa que siempre me pareció maravillosa de este tema de
ser o no ser macho. Cuando hacíamos Amigos son los amigos, yo a Pablo Rago lo
empecé a saludar con un beso. Y un día vino un gerente y me dijo: "Tratá de
no besarlo tanto
". Y yo le pregunté por qué, por qué no lo iba a saludar con
un beso si yo lo quiero. A un amigo que quiero voy y le doy un beso, un abrazo,
lo que sea. A partir de ese programa, me acuerdo, los chicos empezaron a
saludarse con un beso.
Ranni: El flaco Aroldi siempre decía que Troilo había hecho que los
hombres se besaran porque, es cierto, el gordo en donde te veía te daba un beso.
Y fijate que te estoy hablando de tangueros, nada menos. Por suerte cambió.
Cuando nosotros éramos pibes te despedías de tu hermano y no sabías si darle la
mano, darle un beso o salir corriendo.
Leyrado: Qué bueno sería recuperar… ¿se acuerdan cuando dos amigos iban
por la calle del hombro? En mi barrio era de lo más común.
Ranni: Yo iba del hombro con mis amigos y no pasaba nada.

-¿Qué mirada tienen ustedes de la mujer argentina?
Calvo:
Yo siento una gran admiración. Y lo digo después de haber pasado por
etapas en donde tal vez la subestimaba, subestimaba su creatividad, su criterio.
Y no sé si será porque me casé o qué, pero pasé a tener un visión totalmente
diferente y respetuosa, y a asumir la lucidez de la mujer en relación al hombre.

Leyrado: Lo que pasa es que este es un país en donde o ponés creatividad
e inteligencia para salir adelante o te morís, y la mujer entendió eso y sale y
va al frente y da pelea, pero ni siquiera en competencia con el hombre sino como
compañera del hombre al que tiene al lado y al que ama.
Ranni: En otras partes del mundo, en Europa y en Estados Unidos ni
hablar, la mujer labura pero en desmedro de la pareja, en competencia con el
hombre, y si lo puede pisar, lo pisa. No sucede aquí en la Argentina.
Leyrado: Hay tipos que a los 50 años perdieron el trabajo y no pueden
conseguir y aflojan, y la vida los empieza a vencer. Ahí aparecen las minas, y
hay muchas que salen a dar la batalla y realmente son impresionantes porque no
sólo mantienen todo desde el punto de vista de la guita, también mantienen el
espíritu de la casa, porque se ocupan de los chicos, porque hay cosas de los
chicos que los padres no sabemos cómo manejar.

-¿Por ejemplo?
Leyrado:
Y… estamos todos a último momento del día juntos en casa, y los
chicos empiezan a hablar del colegio y los compañeros y la señorita, y a la
media hora ¡ya me agoté! Y la veo a María, mi esposa, que sigue y se transforma
en un pilar para la continuidad de mis pibes en el colegio…
Calvo: Pero además, te comprende a vos…
Leyrado: ¡Claro! También entiende que me harte y termina entendiéndonos a
todos, así que en el tema del cuidado de los chicos, me saco el sombrero ante
las mujeres argentinas.
Ranni: Sin duda.

-Estas serían sus grandes virtudes. ¿Y qué es lo que más les molesta?
Ghione:
Que sepan que las admiramos tanto, que tengan tanta conciencia de
nuestra admiración hacia ellas.
Calvo: Lo que más molesta es cómo quieren demostrarle al hombre que todo
lo pueden. Aunque de verdad, a veces pueden todo y más.

La tira marcará el regreso de Carlín a la televisión. Ghione interpretará a un desocupado que debe ser mantenido por su mujer.

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Leyrado vivirá una historia de desencuentros amorosos, se hará el duro, pero se derretirá ante el llamado de su ex. Ranni explorará las buenas y malas de estar solo.

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