Un día en la vida de Fabiola Yáñez: su infancia, la política y los anhelos de la Primera Dama – GENTE Online
 

Un día en la vida de Fabiola Yáñez: su infancia, la política y los anhelos de la Primera Dama

Poco antes de dar a luz, Fabiola Yáñez habló con Gente desde la Quinta de Olivos. En una entrevista exclusiva repasa su vida como actriz y como periodista y pide disculpas a los argentinos por la fiesta de cumpleaños que tuvo lugar durante la cuarentena: “Opté por ponerme a disposición de la Justicia desde el primer día”, sostiene.

Fabiola Yáñez no tuvo una infancia feliz. Recién a los siete años, con el cuerpo ya curtido del frío rionegrino de Villa Regina, supo lo que era vivir en una casa con piso de cemento. “Por eso comprendo tantas realidades y me acerco a ellas, sobre todo con los niños. Me veo reflejada en ellos”, dice en la primera entrevista que le brinda a un medio de comunicación desde la llegada de Alberto Fernández al gobierno. La producción de esta nota se realizó en la Quinta de Olivos: el lugar del pacto entre Carlos Menem y Ricardo Alfonsín, esas las 30 hectáreas del conurbano por las que pasaron los Rolling Stones. En este lugar nacerá, dentro de algunos días, el primer bebe presidencial de la historia argentina. 

Nació el 14 de julio de 1981, cuando al país le faltaban dos años para recuperar la democracia, cinco para ganar la Copa del Mundo. Es actriz, es periodista y desde el 2014 está en pareja con Alberto Fernández, el ex jefe de gabinete, abogado y actual Presidente de la República. “De Alberto me sedujo su capacidad para comunicar las cosas, su capacidad intelectual, su mirada y su perspectiva tan amplia de las cuestiones que atañen a un país. Él es como se muestra. Sus momentos en el hogar son: jugar con Dylan, caminar. Y sus momentos para desconectar, tocar la guitarra y cantar. Los dos tenemos un carácter fuerte y nos permitimos plantearnos distintos puntos de vista”, sostiene. 

La tapa de Gente este mes. Es la primera entrevista exclusiva de Fabiola Yáñez durante el mandato de Alberto Fernández.

Capítulo 1: la infancia 

Estudió en el colegio Maria Auxiliadora de Río Negro. Su padre jugó un papel ausente durante los primeros veinte años de la vida de Fabiola y fue su mamá quien se posicionó como sostén de la familia. La primera dama y su hermana pasaron a ser criadas por sus abuelos: un golpe temprano y seco que la obligó a crecer antes de tiempo.

Un dato: según una nota de Télam publicada en 2020, el 36% de los hogares argentinos tienen actualmente a una mujer al frente de la economía familiar, un escenario similar al atravesó Fabiola. 

Aquel período lo recuerda así: “Mi padre no me quiso conocer hasta que tuve 23 años. Cuando cumplí seis, mi madre se fue a vivir lejos durante cuatro años. En ese momento mi hermanita tenía menos de un año, y quedamos a cargo de mis abuelos. Recuerdo que veía a mi mamá una o dos veces al año. Desde temprana edad prácticamente crié a mi hermana, ya que mi abuelo y mi abuela trabajaban.Durante el tiempo en que no tuve a mi mamá a mi lado, lloraba casi todas las noches, me iba a la cama y lo hacía en silencio por horas sin que nadie me escuchara, necesitando su presencia. No quería decepcionar a mis abuelos ni hacerlos sentir mal”.

En total, Yáñez pasó por trece instituciones educativas en toda su niñez y adolescencia. Con su familia se mudó a cuatro provincias a raíz de las condiciones laborales de la empresa en la que trabajaba el esposo de su madre. Quiso estudiar arquitectura en la Universidad de Rosario y su primer trabajo fue cuidando chicos en esa provincia: ganaba diez pesos por día. Finalmente, llegó a los medios de comunicación en 2002 tras su debut como conductora de Junior TV, un programa infantil de Canal 3 de Rosario.

Con Dylan durante la producción en la Quinta de Olivos.

¿Siente que de alguna manera pone en práctica las enseñanzas y lecciones que le dejaron sus experiencias de chica?

Sí, hoy estoy poniendo mi corazón, mi tiempo, mis ideas y mis vivencias para atender, con recursos económicos y capacitación, las necesidades de esos miles de chicos de hogares, de comunidades y parajes muy alejados, de comedores, de merenderos. Lo más importante con mi presencia es ayudarlos como yo alguna vez lo necesité: desde el amor, para que sean reconocidos individualmente y sientan que no están viendo en mí a una persona distinta a ellos. Los escucho, los abrazo, los recuerdo. Es que la mayoría de los niños que se encuentran en situaciones de carencia y vulnerabilidad ven en quienes tienen más que ellos a personas que nunca se les acercarían. De allí su retraimiento, su vergüenza, que tantas veces los han hecho creerse inferiores. Hay pequeños grandes gestos que cambian una vida. 

Capítulo 2: Alberto Fernández y la política

Con Alberto Fernández se conocieron en 2013, por aquel entonces Fernández estaba en las antípodas del oficialismo del que alguna vez había formado parte. A Fabiola le pareció un perfil interesante para completar su tesis y graduarse como licenciada en Periodismo en la Universidad de Palermo. Ese encuentro agradable y cordial fue el alba de su historia de amor. 

Nueve años después, en septiembre de 2021, la Unidad Médica Presidencial confirmó el embarazo de Fabiola, del cual se venía debatiendo con fervor en Twitter y en los medios de comunicación. El que nazca en los próximos días será el primer bebe presidencial y el primer bebe nacido en la Quinta de Olivos. 

Durante la entrevista habla en varias instancias de cómo es su vínculo con Alberto Fernández, de cómo es vivir con ese hombre, el presidente electo en 2019 por el 48,24% de la población votante que, ante la llegada de la noche, se rinde a la cotidianidad en su rol de ser humano. Entonces, Yáñez cuenta que se llaman “amor”, que él no es romántico, que está feliz con la llegada de su hijo, que se ven solo tres horas por día y que, a la noche, eligen alguna plataforma de streaming para ver series.

En septiembre del año pasado el Cuerpo Médico Presidencial confirmó el embarazo de la primera dama: esperan juntos a su primer hijo.

La nota exclusiva con Gente fue el primer espacio en el que Fabiola decidió hacer un descargo por la fiesta de cumpleaños que se llevó a cabo en la quinta presidencial mientras Argentina atravesaba uno de los peores momentos de la pandemia y una de las instancias con mayores restricciones. Olivos Gate fue el nombre con el que se definió al caso mediáticamente cuando un año después de aquella fecha se divulgó una imagen en la que se ve al presidente y a la primera dama con un grupo de nueve amigos celebrando el cumpleaños. La causa aún se define en la justicia. 

El descargo de Fabiola Yáñez: 

“Ya que ésta es la primera oportunidad que se me presenta para hacerlo, debo transmitirle a todos los argentinos y argentinas mi sincero pedido de disculpas y, por supuesto, mi gran arrepentimiento, ahora sí en primera persona, por lo ocurrido el 14 de julio de 2020 durante el confinamiento. En su momento resolvieron que las explicaciones las daría el equipo de Comunicación y el Presidente. De todas maneras pedir disculpas, para mi persona no era suficiente en ese momento, al contrario, me parecía muy poco. Entonces opté por ponerme como cualquier ciudadana a disposición de la Justicia desde el primer día. Me parecía que era lo que la gente merecía, y aceptar mi entera responsabilidad sobre los hechos. Hoy estoy a la espera de lo que la Justicia considere que sea el pago por aquel tremendo error que cometimos. Aunque ni siquiera haya sido previsto con antelación, ni organizado”. 

¿Hace terapia? 

Sí, claro, por mucho tiempo. Creo que debemos atender de la misma forma el cuerpo, la mente y el espíritu.

¿Cuáles son los mayores planteos que le acerca a su analista?

Los que no comprendo son los ataques injustos hacia mi persona, y quedar en el medio de disputas injustas, agravios, violencia, la mentira, de la burla sin medida ni contemplación.

¿Se considera una mujer de armas tomar?

No, pero sí muy firme. Cuando tomo una decisión porque algo no está siendo bueno para mi vida, no especulo ni miro hacia atrás, sólo apunto hacia adelante. No me gusta confrontar. Por eso jamás les contesto a aquellos que se valen de un insulto hacia mí o dicen cualquier barbaridad con tal de que luego los medios y portales de noticias lo levanten. Entiendo que es una manera de hacerse visibles y de estar un ratito en el foco, y por eso no les respondo. Me parece denigrante ocuparme de semejantes bajezas.

¿Qué cosas la sacan de quicio?

Las mentiras, los malos tratos, y la falsa empatía o “empatía hipócrita”, como suele decir un gran amigo que tenemos. Es aquel que dice ponerse en el lugar del otro pero a su vez no acciona en nada como para modificar la realidad de ese otro. Algo muy de moda hoy en día en la televisión y las redes.

Capítulo 3: los anhelos

En su cuenta de Instagram, Fabiola tiene 368 mil followers. Es el canal por el que interactúa con sus seguidores: postea stories y reels de la vida diaria en su agenda como primera dama con el foco puesto en el territorio social. En el feed también aparecen imágenes de carácter personal: son las menos y en todas está con Alberto. 

De chica Fabiola soñaba con trabajar, con formar una familia y con estudiar, tres deseos que a los 40 años ya cumplió. 


"De Alberto me sedujo su capacidad para comunicar las cosas, su capacidad intelectual, su mirada y su perspectiva tan amplia de las cuestiones que atañen a un país".

¿Qué le diría la actual Fabiola a aquella que transitó distintos momentos de zozobra?

Lo que siempre le dije: que no se preocupe y que siga soñando, porque ése es el comienzo de todo. Y que al final todo se puede, que iba a poder graduarse, tener un titulo, una familia hermosa y unida, y una gran oportunidad: la de estar en un lugar que no buscó pero ahora le da la enorme y gratificante posibilidad de ayudar a aquellas niñas y aquellos niños en los que más de una vez se vio reflejada. 

¿Qué extraña de su vida anterior a ser Primera dama?

Poder caminar tranquila por la calle, visitar una atracción turística, ir a un restaurante, al teatro. 

Al principio le consultamos por sus sueños de chica ¿Cuál es ahora su sueño de cara al futuro?

Poder brindarle a mi hijo el amor de una madre presente, ir aprendiendo junto a él tantas cosas que aún no he aprendido, y seguir alimentando sonrisas, desde el lugar en el que me toque estar, en los niños que más lo necesitan. 

Entrevista: Leonardo Ibáñez.

Fotos: Gabriel Machado

Arte y diseño: Gustavo Ramírez

Seguimiento periodístico en las distintas plataformas: Elisabet Correa

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