Tardó 20 años en decirle que sí. La primera vez que se vieron, en 1994, ella había sido seleccionada para interpretar a Mia Wallace, la esposa de un jefe de criminales de Los Angeles que sufre una sobredosis por aspirar heroína y se salva gracias a la astucia de John Travolta, que con la ayuda de un narcotraficante amigo logra despertarla mediante una inyección de adrenalina. La Cenicienta despierta, vuelven a la casa y al final de la noche los dos personajes se enamoran, a la manera de Quentin Tarantino (51). Pulp Fiction es una de sus obras maestras.
El se enamoró de ella mientras la filmaba. Aquella Uma Thurman tenía apenas 24 años (hoy tiene 44), su foto fue la tapa de la película y su actuación le valió la nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto por primera y única vez. El éxito no lo confundió con el amor. A pesar de estar separada de su primer marido, el actor británico Gary Oldman (56), Uma no pudo corresponder las pretensiones amorosas de Quentin, que según cuentan, fueron declaradas por él. “Desde entonces, siempre la amó”, contó una fuente cercana a los artistas, que se verían las caras una década después, para filmar la trilogía Kill Bill.
El amor platónico y violento esta vez quedaría reflejado en Beatrix Kiddo, la heroína de esa historia sangrienta. Pero ni siquiera otras dos películas le valieron a Tarantino para conquistarla. La intérprete se casó por segunda vez, con el actor estadounidense Ethan Hawke (43). Su matrimonio dejó dos hijos (Maya Ray y Levon Roan) y duró el triple que el anterior: 6 años. Mientras tanto, el director soportaba su filosofía de manera estoica: “No estoy diciendo que nunca voy a casarme o tener un hijo antes de los 60 años, pero he tomado una decisión: por ahora, iré por este camino solo. Este es mi tiempo para hacer películas”. Claro que su soledad estuvo bien acompañada. Se sabe que salió con Mira Sorvino, Julie Dreyfus, Allison Anders y Sofía Coppola, pero nunca pasó por el altar. Su enamorada, en cambio, siguió la ley que dice que no hay dos sin tres, y en 2007, por tercera vez, se casó con el financista y filántropo francés Arpad Busson, con quien tuvo otra hija, Luna.
Veinte años tardó Uma en decirle que sí. Aparecieron juntos por primera vez en el Festival de Cannes, para que la magia del cine sea aún más inimaginable. Caminaron por la alfombra roja de la mano. Ella de blanco, sosteniendo su vestido; él con su estilo gánster y perro de la calle, disfrutando de la mujer que ama desde hace tanto tiempo. Después de todo, veinte años no son nada...
El director de culto camina de la mano de su flamante novia. Juntos asistieron al estreno de Las nubes de Sils Maria, en Cannes, y oficializaron su vínculo.
Se conocieron durante la filmación de Pulp Fiction, hace 20 años y hoy pueden concretar su amor.
El amor platónico y violento esta vez quedaría reflejado en Beatrix Kiddo, la heroína de esa historia sangrienta, cuando Tarantino convocó a su musa.
