Tras el último show de Travis Scott en el festival de música Astroworld 2021 en Houston, en el que decenas de personas se amontonaron para oírlo cantar y que desencadenó una avalancha con heridos y fallecidos, el famoso rapero se enfrenta a una docena de demandas.
Si bien el artista anunció este lunes que cubrirá todos los costos del funeral de las ocho víctimas, también se comunicó que Scott también se asociará con BetterHelp para brindar servicios gratuitos de salud mental a todos los afectados por la tragedia.
"Travis se mantiene en conversaciones activas con la ciudad de Houston, las fuerzas del orden y los socorristas locales para conectarse de manera respetuosa y adecuada con las personas y las familias de los involucrados. Estos son los primeros de muchos pasos que Travis planea tomar como parte de su promesa personal para ayudar a los afectados a lo largo de su proceso de duelo y recuperación", decía el escrito emitido por un representante del rapero.
Sin embargo, Travis Scott ya ha sido acusado anteriormente en relación al caos de una multitud años atrás. En ese sentido, al rapero se lo acusa por incitar a sus seguidores a romper los protocolos de seguridad, que en muchas oportunidades dejaron varios heridos.
La energía desquiciada de los asistentes a sus conciertos es parte del sello del rapero de 30 años, que hasta ahora ese desorden solo le había costado dos acusaciones por alentar tumultos en sus actuaciones, cargos de lo que se libró declarándose culpable y pagando sendas multas.
No obstante, en el show de Houston, ciudad natal del artista, en el que murieron ochos personas de entre 14 y 27 años, la investigación criminal sobre cómo sucedió la tragedia apunta directamente sobre la superestrella.
Puntos clave de la investigación
Según publicó en su cuenta de Twitter, el jefe de policía de Houston, Troy Finner, antes de que arrancara el concierto visitó a Scott en su trailer para expresarle sus “preocupaciones con respecto a la seguridad pública” de esa noche.
Los conciertos del rapero son conocidos por ser un desafío para las fuerzas de seguridad de Houston, por lo que se preparó un plan de 56 páginas. Estaba “basado en el diseño del sitio” y tenía en cuenta “numerosas experiencias pasadas [de problemas del rapero]”, según el informe, al que tuvo acceso The New York Times.
Asimismo, se detalla: "El potencial de múltiples incidentes relacionados con el alcohol / drogas, las posibles necesidades de evacuación y la amenaza constante de una situación de que deje un alto número de víctimas se identifican como preocupaciones claves”.
Asimismo, durante el inicio del show, en el que Travis estaba agitando a su más de 50 mil fans que lo fueron a ver, entre empujones y gritos, algunos asistentes le pidieron al rapero que detuviera el espectáculo, pero este no se enteró. Al final de la noche hicieron falta 62 ambulancias.
En ese sentido, el recital terminó media hora antes de lo programado, pero casi 40 minutos después de que las fuerzas de seguridad lo declararan un “incidente con capacidad de causar un alto número de víctimas”.
Por su parte, el jefe de bomberos, Samuel Peña, dijo que Scott y los organizadores podrían haber intervenido y detenido el espectáculo. “La única persona que realmente puede pedir y obtener una pausa táctica cuando algo sale mal es el artista. Tienen un amplio dispositivo de seguridad privada y tienen una responsabilidad”, señaló en una entrevista a un medio estadounidense.
Actualmente, las causas de muerte de las ocho víctimas, entre ellas dos adolescentes, aún están a la espera de informes forenses, proceso que puede tardar varias semanas.
