«Todavía vivo con mi mamá» – GENTE Online
 

"Todavía vivo con mi mamá"

Actualidad
Actualidad

Tomás jura y perjura que jamás se propuso ser actor. La casualidad, o tal vez
su hermana, la actriz Dolores Fonzi, lo llevaron a hacer un casting para la
primera película de Dibu. No quedó, pero tiempo después, cuando buscaban actores
para Verano del 98, apareció su imagen y lo llamaron. A los 16 debutó y desde
entonces no para. Hace televisión -actualmente es uno de los protagonistas de
Costumbres argentinas en Telefé- y también actuó en teatro y cine. Hoy, a los 21
años (nació el 24 de agosto de 1981), tiene todo para ser un nuevo hombre
símbolo de la tele argentina.

-Antes de todo esto, ¿cómo era tu vida?
-Era un chico que vivía en Adrogué e iba a un colegio de Temperley, el Manuel
Belgrano.

-¿Qué clase de alumno eras?
-Normal. En segundo año no rendí ninguna materia. En quinto me llevé diez, de
las que todavía debo cuatro.

-¿Seguís teniendo los mismos amigos de esa época?
-Sí, claro, ellos son mi grupo de amigos. Lástima que no puedo verlos tanto. En
realidad, ahora no veo a nadie.

-Llegaste a Verano del 98. ¿Y?
-Y empecé a hacer actuaciones horribles. Entraba a los escenarios corriendo, con
muchísimo miedo, escupía la letra como podía y salía volando lo más rápido
posible. Sufría mucho. Por suerte, estaba mi hermana, que hacía de mi hermana y
era mucha ayuda. Cuando me relajé, pude divertirme y me empezó a gustar la
actuación. Me puse a estudiar teatro y recién ahí me dije: "Es esto lo que
quiero hacer
".

-Cuando volvían a tu casa, ¿tu hermana te criticaba?
-No. Eramos muy compañeros, estábamos todo el día juntos y poníamos nuestros
puntos de vista sobre la mesa.

-¿Qué pensaban tus padres con dos hijos famosos?
-Dolores había empezado dos años antes que yo en Canal 9. Estaban preparados
porque ella, a los cinco años, ya soñaba con ser actriz. Cuando yo empecé, no
entendían nada.

-¿Qué hiciste con el primer sueldo que ganaste?
-Me compré un equipo de música y me sobraron unos pesos, tampoco mucho. Después
se lo di a mi viejo, porque me gané uno mejor en lo de Nico.

-¿Cómo siguió tu carrera?
-Mientras estaba en Verano hice un casting para Una noche con Sabrina Love
(donde juega escenas muy subidas con Cecilia Roth) y esa película fue como mi
primer golazo. Me hizo encarar otro perfil. Eran 300 pibes y me eligieron para
el protagónico. Volví de hacer la película y seguí en Verano un tiempo hasta que
entré en crisis.

-¿Qué crisis?
-Una crisis personal. Me hacía planteos. No quería hacer más el programa. Una
mañana me levanté y dije: "No quiero ir más a ese lugar". Y dejé la tira. Luego
hice una audición en el Teatro San Martín para La Tempestad de Shakespeare,
dirigido por Luis Pascual con Alfredo Alcón. Fue mi primera obra de teatro. Un
viaje maravilloso de ocho meses. El teatro es adrenalina, mucha intensidad.

-Pensabas olvidarte de la tele.
-Sí, pero a los tres meses me llamaron de Pol-ka para hacer Ilusiones. Teatro y
tele al mismo tiempo. Trabajaba de lunes a sábados desde el amanecer hasta la
medianoche. Esa etapa me costó una relación. Rompí con mi novia de entonces, una
bailarina.

-Todo muy lindo, pero de vivir, ni hablar.
-Estoy resignado a no vivir. Trabajo mucho y espero que llegue la etapa de
disfrutar de la vida.

-¿Ya te mudaste solo?
-No. Es lo primero que debo hacer cuando tenga tiempo. Todavía vivo con mamá y
mi hermano en Adrogué. Es más, cuando llego temprano, me espera con la comida.

-Seguí contando sobre tu carrera.
-Terminé Ilusiones y filmé Nueve reinas. Cuando me enteré de que faltaba un
actor, lo encaré a Pablo Bossi (directivo de Patagonik, la productora) y le
dije: "Yo lo hago", y me lo dio. No sé en qué época era. Tengo mi vida ordenada
por lo que estaba haciendo. Por suerte mi primer trabajo fue Verano del 98 y
entonces sé en qué año fue.

-¿Y en esta tira, qué tal?
-Buenísimo. Costumbres... tiene aspectos muy cuidados. Mi personaje, Gabriel, es
un chico de 17 años, hijo de una familia con buen pasar, y lo único que le
importa es ser músico. Un poco pavo para mi gusto. Solo quiere chicas y tocar
música, lo demás todo le resbala. Quiere ser como Spinetta. Se cree estrella del
rock y es un tarado.

-En 2002 las superestrellas de la tele fueron hombres. ¿Cómo te sentirías si te
dijeran que este año podés ser como Nicolás Cabré o Mariano Martínez?

-Diría rápidamente: "No me sigan que los voy a defraudar". (Se ríe). Yo no soy
referente de nada.

-Los referentes son elegidos por el público...
-Jamás será mi proyecto. Si pasa, pasa, pero yo no voy a ser de otra manera por
eso.

-¿Qué cosa te haría mal?
-Mentir, no decir o hacer lo que realmente quiero. Es muy fácil darse cuenta
cuando hacés algo que no te hace bien. Antes era muy mentiroso conmigo mismo.

-¿Te analizás?
-Lo intenté, pero no me contaron nada nuevo. Me hablaban de lo que me pasaba
pero yo ya lo sabía. Nunca me decían lo que tenía que hacer.

-¿Estás de novio ahora?
- No, ahora no.

-¿No estás mintiendo?
-Te juro que no.

por Teresa Ferrari
fotos: Santiago Turienzo - Asistente: Gustavo Sancrica
producción: Gabriela Díaz
agradecemos a Kosiuko y Hotel Hilton - Puerto Madero

Tomás admite que el tiempo no le alcanza ni para tener novia: desde los 16 años no para de trabajar. Aunque tiene un cuerpo cuidado y una cara enigmática, prefiere no pasar por un seductor.

Tomás admite que el tiempo no le alcanza ni para tener novia: desde los 16 años no para de trabajar. Aunque tiene un cuerpo cuidado y una cara enigmática, prefiere no pasar por un seductor.

En una época intenté analizarme, pero no me contaron nada nuevo. Me hablaban de lo que me pasaba, pero eso yo ya lo sabía. En cambio, nunca me decían lo que tenía que hacer"">

"En una época intenté analizarme, pero no me contaron nada nuevo. Me hablaban de lo que me pasaba, pero eso yo ya lo sabía. En cambio, nunca me decían lo que tenía que hacer"

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig