“Todavía me pellizco… ¡Qué sueño acabo de cumplir!” – GENTE Online
 

“Todavía me pellizco... ¡Qué sueño acabo de cumplir!”

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La verdad, siento la alegría y la ansiedad de un chico" –dice entre susurros, tomando un sorbo de jugo de naranja (ante la falta de jugo de pomelo) y mirando a los ojos del periodista en el sector vip del Aeropuerto Internacional de Ezeiza–. "Imagináte, ingresar vía casting a una película actuada por Diego Luna y Gael García Bernal, dirigida por Carlos Cuarón y producida por Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón; filmarla hasta justo un año atrás; esperar tanto; que me llamen para viajar al estreno y encontrarme, hoy martes, aguardando subir al avión junto a mi esposa (María Inés Breña, 42), quizá retomando mi carrera por un camino distinto... ¿Entendés de lo que hablo?" –agrega Guillermo Ricardo Francella (53) mientras una voz femenina remata la frase: “Mexicana Línea Aérea anuncia la partida de su vuelo 1692 con destino al Distrito Federal. Pasajeros, favor de abordar en la puerta 4”.

–Distrito Federal, México. ¿Sabe, Guillermo, que para llegar de la Argentina a los Estados Unidos –a Hollywood, si prefiere una mayor precisión–, primero resulta imprescindible pasar por México?
–(Carcajada). Lo sé, lo sé.

DOCE HORAS INICIALES. “¡QUE MARATON, POR DIOS!”. Afrontó el día a las ocho de la mañana en la suite principal (piso 20) del Sheraton Centro Histórico, lujoso cinco estrellas de 457 habitaciones. Informal, lo aguardaba una nutrida agenda a cumplir. Del vamos, la conferencia de prensa en la terraza Alameda. “¿Ahí me toca?”, lo sorprende a Guille su ubicación en el centro. Cincuenta minutos de fotos individuales y grupales, preguntas, chistes y alternativas de Rudo y Cursi, las tres palabras que tan lindo le suenan al porteño. “Divinas tres palabras”, acepta trotando al cuarto 1107, donde recibiría –entre las 10.30 y las 16.46 y en lapsos de siete minutos, aparte de tres breaks de diez en plan descanso– a cronistas de televisión, radio y gráfica. Entre ellos, GENTE. “No lo puedo creer”, convida una mentita. “¿Siempre es así, tan rigurosa, organizada y glamorosa la cosa?”, consulta. Sí, un junket internacional cinematográfico siempre es así, le contestamos, y arranca el reloj de la empleada de Universal, midiendo el tiempo.

Entonces destacará “la devolución que me brinda este grupo de talentosos aztecas que creyó tanto en mí”. Recordará que, tras sumergirse en el trabajo, allá en junio y julio de 2007, regresó a Buenos Aires el 5 de agosto, debiendo retornar el 7 de diciembre de aquella temporada, “encarando tomas adicionales”. Informará sobre “el alcance internacional de la cinta: se conocerá el jueves 8 de enero en nuestra tierra y desde el 15 en el Sundance Film Festival 09 (Park City, Utah); febrero/marzo, en Nueva York; luego, el resto de América latina; a partir de mayo en Europa...”. Confesará su charla con Alfonso Cuarón, “el director de Harry Potter y el prisionero de Azkaban y Niños del hombre. ‘Tanto que jurás que te gustó mi papel, ¿cuándo vas a dirigirme vos?’, le mandé. ‘Planeo verte en una cercana comedia mía’, me apuntó. Temblé. ‘Ay Alfonso, comedia, lo que más amo en la vida’, acepté”. Y admitirá pícaro que “apenas me lo cruce a Guillermo del Toro le anticiparé que quedo a su disposición por si busca algún muchachito para El Hobbit, la precuela de El Señor de los Anillos que en 2010 comenzará a rodar”. A lo largo de 420 segundos de conversación, nunca se le borró la sonrisa a Francella.

DOCE HORAS FINALES. “UNA RED CARPET INOLVIDABLE”. A las 18.39, Silvina Galarza, coordinadora de Marketing y Publicidad de United International Pictures Argentina, golpea la puerta de su habitación. “Lástima no haber podido usar la bañadera de hidromasajes y vista impresionante a la ciudad”, se lamenta Guille, a la vez que organiza por celular los ensayos de La cena de los tontos, que comandará durante la temporada teatral marplatense. “¿Bajamos?”, interviene Galarza. “Bajamos”.

En el lobby lo aguarda el team de Rudo y Cursi, encabezado por Carlos Cuarón, su director, quien camino a la première comenta que “la de Guillermo es una historia extrañísima. Lo conocí dentro de una confitería de Palermo. Yo tomaba un café con Darín. Pasó, saludó y partió. ‘Tiene facha de colega tuyo’, indagué. “Es el humorista número uno de acá”, me respondió Ricardo. Volví a casa. Y cierto día me apareció en la pantalla Poné a Francella. Cambié de canal; nada. A los cuatro meses soñé que era Batuta. Desperté a mi mujer y le conté. ‘¿Pero quién es ése?’, me miró de reojo y siguió durmiendo. Pedí que lo incluyan en el proceso de selección. A las semanas me telefoneó Javier Braier, el responsable de las pruebas. ‘Carlos, te aviso que tu G.F. brilla’, me sorprendió. Hoy, intuyo que se ha reinventado. Quiere comerse el mundo”, argumenta el integrante de la empresa Cha Cha Chá.

A su lado, entre sorprendido y azorado, Guillermo intenta esconderse detrás de sus lentes de aumento. “Guau –acelera el ritmo hacia el teatro Metropólitan–. Todavía me pellizco. ¡Qué sueño acabo de cumplir! Lo lindo es que me gané el lugar de forma silenciosa –avanza–. Ellos, ajenos a mis antiguos trabajos, me pidieron que les escribiera un currículum. Me puse a recordar en la compu... No lo cerraba nunca. Es gente virgen, no contaminada con esa discusión de si generaste cosas populares. Ahora, ¿Rudo y Cursi descalifica lo precedente? Obvio que como intérprete históricamente tuve la necesidad de un contenido diferente, que me dirijan fuerte. Y si logro un posicionamiento desde otro costado será porque me dieron una posibilidad soñada y supe restituir a la par. ¿Qué sucedería conmigo si repito lo de Rudo y Cursi en El secreto de sus ojos, que terminé a las órdenes de Juan José Campanella, y en La falta, opera prima de Maxi Gutiérrez que pronto encararé? ¿No vale lo anterior? –lanza ingresando en la sala–. Yo pienso que sí. Defiendo mi pasado, mi presente y mi futuro”.

–Futuro. A propósito, ¿ya comenzó a estudiar inglés?
–(Resopla) Tres veces por semana. Desde una terraza que da a la Alameda azteca, sobre la avenida Juárez, Francella disfruta su actualidad y añade. “No veo la hora de que sea 8 de enero y el filme llegue a mi país”.

Desde una terraza que da a la Alameda azteca, sobre la avenida Juárez, Francella disfruta su actualidad y añade. “No veo la hora de que sea 8 de enero y el filme llegue a mi país”.

Alrededor de los famosos intérpretes Jessica Mas y Diego Luna, el productor Alfonso Cuarón y su hermano, Carlos, director de Rudo y Cursi.

Alrededor de los famosos intérpretes Jessica Mas y Diego Luna, el productor Alfonso Cuarón y su hermano, Carlos, director de Rudo y Cursi.

Escena de Rudo y Cursi junto a Diego Luna y Gael García Bernal. Guillermo encarna a Darío Batuta Vidali, un peculiar manager de futbolistas.

Escena de Rudo y Cursi junto a Diego Luna y Gael García Bernal. Guillermo encarna a Darío Batuta Vidali, un peculiar manager de futbolistas.

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