Intuitiva como pocas, escuchó a su guía interior y festejó los 25 años de su programa con su primer sabático en la televisión. Dijo entonces que jamás se equivoca cuando hace lo que siente: las pruebas están a la vista. Se la ve relajada, despreocupada, señal de que esta vida de “viajes, playa y amigos” –como ella misma la define– le ha sentado muy bien. Sigue siendo Susana, claro: a su paso genera el magnetismo de siempre, y lo demostró en lo que fue su primera gran aparición en la escena social esteña, en una archi-exclusiva comida del HSBC en La Huella, el restó top de José Ignacio, a la que también asistieron Juliana Awada, Alan Faena y su mujer, Ximena Caminos, y las hermanas Della Giovampaola, entre otros vips. Lo hizo acompañada por Celia Sofovich e Inés Hernández, enfundada en un outfit 100% Roberto Cavalli: pantalones estampados y chaqueta dorada. Look diva total a tono con la noticia que le confirmó a GENTE: este 2013 la tendrá de vuelta en el prime time de Telefe. Señoras y señores: she’s back! Susana Giménez está de regreso.
“Vuelvo a pedido del público; la gente me lo pide. Y yo también creo que tengo que hacerlo; si no, tengo miedo de ponerme muy fiaca y no volver nunca más”, dice. Ante sus amigos admite que la principal razón para vencer esa pereza fue pensar en todo el equipo involucrado en el proyecto, del que no quiere adelantar demasiado, ni si mantendrá el formato de la última edición, ni cuán avanzadas están las negociaciones para tener nuevamente en sus filas a Antonio Gasalla. “¡Es un secreto! No puedo mostrar el traje de novia antes de tiempo”, se excusa. Lo que sí anticipa es que trabajará todo el año. Al respecto, señala: “Tampoco es que no lo hice en éste. Sólo me tomé un sabático de la televisión, porque otras cosas seguí haciendo”. ¿Si competirá con Jorge Lanata los domingos? No lo descarta: “No lo sé. Todavía no hemos fijado horario ni día”.
No es lo que más le preocupa por ahora: hoy, su principal dolor de cabeza son los paparazzi que logran capturarla en la intimidad de La Mary. “No ve la hora de mudarse a su nueva casa de Laguna Garzón, que es inaccesible”, contó uno de los amigos que compartieron mesa con ella y Awada en La Huella, donde también opinó sobre la inseguridad en el balneario: “No puedo creer la ola de asaltos que hay... Esto para mí es un plan muy orquestado. ¿Cómo van a saber dónde quedan los cuartos? Igual, acá la Policía los va a encontrar”.
Su primer compromiso público desde el inicio de la temporada coincidió con otro evento al que, dicen, la diva hubiera querido asistir: el amistoso de tenis entre Andy Roddick y Juan Martín Del Potro en el Cantegrill. Algunos aseguran que el tenista que fuera señalado como uno de los últimos affaires de Susana aún sigue pendiente de la diva y le envía mensajes muy cariñosos. Según varias versiones, hace un año y en ese mismo evento, la Torre de Tandil quiso irse del court junto a la estrella, que rechazó el convite. “Aunque a ella pueda divertirle esa desfachatez, a una mujer como Susana hay que tratarla como se merece: llamarla con tiempo, invitarla a salir...”, apuntó un amigo.
Pero más allá de las especulaciones que siempre suscita su estado sentimental, desde que llegó al Este para pasar las Fiestas con toda su familia –“por primera vez pude estar con mis tres hermanos (Patricio –37–, Carolina –35– y Federico –30– Giménez Aubert)”–, su rutina consistió fundamentalmente en disfrutar de ellos, como hace mucho tiempo no podía. Salvo por el menor de los hijos de Mecha, Manuel Celasco (17) –su nieto, que está trabajando como mozo en restaurante en Uruguay, pero no en Punta del Este–, aquí están sus más grandes afectos. Está muy contenta por el buen momento que vive su hija Mercedes Sarrabayrouse (50) junto a su novio, Joe Miranda (51). Los días pasan junto a ellos y sólo algunos íntimos, entre tardes de pileta y largos partidos de canasta, que matiza con escapadas a los casinos del Mantra y del Conrad de las que siempre sale airosa. Dicen que ganó unos cuantos miles de dólares en una incursión junto a Mecha y Lucía Celasco (19). Además, sigue de cerca los avances en la obra en la chacra de 110 hectáreas que adquirió en Laguna Garzón (a 42 kilómetros de José Ignacio), que construye el reconocido arquitecto ambientalista Javier Gentile bajo una premisa concreta de la dueña de casa: “Quiero refugiarme en soledad”.
De regreso a las actividades públicas, Susana participó del cóctel de una joyería top en el Conrad. Sus planes incluirían asistir a otras reuniones sociales antes del festejo de su cumpleaños, el 29 de enero. Su vuelta a la televisión ya tendría fecha para abril. ¿Será también 2013 el momento de volver a enamorarse? En principio, no está en su lista de deseos personales. “Yo tengo de todo y debo agradecer, y nada más”, dijo cuando le preguntaron qué había pedido en el brindis del 31 de diciembre. Y eso que, consultada por GENTE, no tuvo reparos en confesar: “Sí, 2012 también fue un año sabático para el amor”.
En el vip montado para recibir a Susana y otros selectos invitados del HSBC, la diva charló con Juliana Awada, quien había llegado ese mismo día al Este para ver a su hija Valentina.
La blonda llegó alrededor de las 23 –acompañada por su amiga y asistente personal, Inés Hernández, y por Celia Sofovich– a la comida que el HSBC realizó en el restó top de José Ignacio el jueves 3 de enero. Deslumbrante, con pantalones estampados y chaqueta dorada (todo by Cavalli) fue recibida por el PR Wally Diamante.
Ya instalada en el sector vip, conversó con las hermanas Rosella y Patricia Della Giovampaola, Fabián el Zorrito von Quintiero y Evangelina Bomparola.
