«Tengo una mujer y una hija hermosísimas, ¡qué más puedo pedir!» – GENTE Online
 

"Tengo una mujer y una hija hermosísimas, ¡qué más puedo pedir!"

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"Che, Hernán, tengo una chica para vos...". Eso le dijo Fernando. Era octubre de 2002, y hacía dos años que Hernán Crespo vivía con su amigo Fernando Riesco en un country en las afueras de Roma, su nuevo destino futbo
lero después de que la Lazio le pagara al Parma nada menos que 55 millones de dólares. Allí, Fernando se había hecho amigo de un grupo de jóvenes. Alessia Andra Rossi, una italiana de 18 años, era la chica en cuestión. Se conocieron exactamente el 5 de octubre. Al día siguiente

Hernán la volvió a invitar, y al otro día también y al otro… Amor a primera vista, que le dicen. Sólo que los noviazgos no son tan sencillos si uno se llama Crespo y así como hoy estás en Roma mañana te vas a Milán, porque el Inter así lo dispuso. Hernán no tenía pensado separarse de Alessia.

Entonces, cual príncipe azul, fue a la casa de la suegra -no pudo determinarse si se arrodilló o no- y le pidió la mano de la hija. Para fortalecer su pretensión, asumió un compromiso: él se encargaría de que Alessia -modelo incipiente tras concursar para Miss Italia 2002- terminara el secundario en Milán. Y así fue.

"Alessia fue su primera novia", cuenta Paula, la hermana de Hernán. "Antes había salido con varias, pero de novio de novio, nunca había estado. Siempre decía que cuando se enamorara sería para casarse… Hizo lo que dijo, nomás".

Después, del Calcio a la Premier League, de Milán a Londres, ahora por interés del Chelsea. Buenas noticias en lo futbolístico, malas en lo personal: ella perdía un embarazo. A fines de 2003, la pareja se tomó un descanso y viajó a las Cataratas del Iguazú. De regreso, en Buenos Aires, hubo presentación en familia. En enero de 2004, nuevo embarazo. Luego, otra mudanza: Crespo pasó a préstamo al Milan. El 10 de septiembre nació Nicole Alessia Crespo. Ahora, sólo les quedaba casarse. La historia
se iba tejiendo…

EL CIVIL. "Dentro de un año nos casamos". Eso prometieron los novios en Buenos Aires, el 11 de junio de 2004, justo para el cumple de Susana, la mamá de Hernán. Un año después, el 16 de mayo -2005 ya- se casaron por civil en la intendencia del municipio de Limido Comasco, a 30 kilómetros de Roma. Hubo fiesta en la casa de la pareja, con DJ incluido, que se prolongó hasta las diez de la noche. Asistieron alrededor de 250 invitados, entre los que se encontraban Javier Zanetti y su mujer, Paula, y la Brujita Verón y su esposa, Florencia.

CAMINO AL ALTAR. El resto está demasiado fresco. Fatídica final de la Champions League, donde ni los dos goles de Crespo bastaron para vencer al Liverpool, de ahí a la Argentina, noche
triunfal en el Monumental contra Brasil -y los 14 familiares italianos de Alessia ahí, para gritar en vivo los dos goles de Crespo, que ahora sí sirvieron-, lo que se dice una noche soñada.

Por eso dijo: "Estoy feliz. Ahora me voy a dedicar a la familia, a terminar este objetivo de vida, que es casarme…"

LA IGLESIA. A las ocho de la noche, en un Rolls Royce antiguo, la novia partió rumbo a la capilla del Instituto La Salle del barrio de Florida, el colegio donde Hernán cursó la primaria y gran parte de la secundaria… hasta que los curas del La Salle lo "invitaron" a dejar el colegio: el fútbol no era muy bien visto en esas aulas religiosas. Hoy, tras su exitoso paso por Europa y la Selección, Hernán tiene una placa de honor en el colegio… La ceremonia empezó a las ocho y media de la noche, y fue celebrada por el padre Carlos Avellaneda. Enseguida, los recién casados recibieron una bendición especial del papa Benedicto XVI. Al salir de la capilla, al final de la alfombra roja los esperaba su hija, Nicole Alessia, de nueve meses. "Hicimos dos ceremonias porque en la Argentina están mis afectos y en Italia tengo muchos amigos. Además, están los familiares de Alessia", dijo Crespo al salir de la iglesia.

LA FIESTA. El mismo Rolls Royce los llevó hasta el Four Seasons para las consabidas fotos de recién casados. Y después sí, hacia el Tattersall, donde los esperaban los trescientos invitados a la fiesta. De entrada, trucha ahumada, fondue de queso, show de gambas y chop suey, y ostras; primer plato, dúo
vol au vents de vieyras y langostinos sobre colchón de hojas verdes; segundo plato, Ragú de cordero marinado, acompañado de mil hojas de papas con bastón de polenta fria; y de postre, malquise de chocolate con frutos del bosque y helados. Y después, ante la gran sorpresa de la parentela italiana, baile carioca a cargo de la comparsa Marí Marí de Gualeguaychú. Y más: Diego Torres en vivo, cantando Color esperanza y buena parte de sus hits durante una hora y media. Y más todavía: Los
Auténticos Decadentes y Willy Crook haciendo bailar hasta al ministro del interior, Aníbal Fernández, que fue invitado con su mujer, María del Carmen y suhijo, Facundo. Y más aún: un show sorpresa a cargo de los propios novios, vestidos de malevos (con trajes diseñados por Daniel Casalnovo) y deslumbrando a puro tango (bailaron La Cumparsita, tema que ensayaron junto a la orquesta de Guillermo Fernández).

A esa altura eran las seis de la mañana, y daba la impresión de que la noche recién arrancaba. Los primeros invitados recién amagaron con irse a las ocho. Y el último grupo, los más íntimos, recién se fueron del Tattersall pasadas las once. Después de la fiesta, unos cuarenta amigos -incluidos los novios- se fueron a desayunar a la mansión del Four Seasons hasta pasado el mediodía… De hecho, la noche de bodas de Hernán y Alessia empezaría recién a las dos de la tarde del domingo. El jugador no podía
estar más feliz: "Tengo una mujer y una hija hermosísimas, ¡qué más puedo pedir!", le confesó a sus más íntimos.

EPILOGO. El martes a la mañana, los recién casados partieron hacia Cerdeña para pasar su luna de miel y seguir tejiendo su historia de amor frente al Mediterráneo. Pero todo esto hasta que vuelva a sonar el teléfono, y la llamada venga de Italia para decirle que es hora de volver a los entrenamientos.

por Juan Morris, María Noel Alvarez y Sergio Oviedo

fotos: Maximiliano Vernazza, Alejandro Carra, Fabián Uset. Fotos oficiales de la fiesta Estudio Ruiz y Russo

El sábado 11, a las nueve y cuarto, Hernán Crespo y su flamante esposa, Alessia, salen de la parroquia del colegio La Salle de Florida -donde el futbolista cursó el colegio- con su hija Nicole, de nueve meses, en brazos.

El sábado 11, a las nueve y cuarto, Hernán Crespo y su flamante esposa, Alessia, salen de la parroquia del colegio La Salle de Florida -donde el futbolista cursó el colegio- con su hija Nicole, de nueve meses, en brazos.

La ceremonia fue muy íntima y cálida. Esa tarde Alessia se había alojado sola en el Hotel Four Seasons, se relajó en el spa y luego se vistió, peinó y maquilló acompañada de un equipo de profesionales. El vestido es un diseño de Dolce & Gabbana, con falda de corte sirena de encaje y seda natural, escote estilo Marilyn con ribetes laminados y una imponente cola de tres metros. El lució un jacquet azul marino y corbata plateada. El detalle de él: el aro de brillantes.

La ceremonia fue muy íntima y cálida. Esa tarde Alessia se había alojado sola en el Hotel Four Seasons, se relajó en el spa y luego se vistió, peinó y maquilló acompañada de un equipo de profesionales. El vestido es un diseño de Dolce & Gabbana, con falda de corte sirena de encaje y seda natural, escote estilo Marilyn con ribetes laminados y una imponente cola de tres metros. El lució un jacquet azul marino y corbata plateada. El detalle de él: el aro de brillantes.

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